Un huerto orgánico comunal
Enviado por GaboGabicho • 2 de Diciembre de 2012 • 541 Palabras (3 Páginas) • 498 Visitas
1. Un huerto orgánico comunal.
No hay escena más alentadora para desarrollar comunidad que organizar una huerta orgánica vecinal. El principio de cooperación de Farmville finalmente tendrá algo de sentido en la vida real. Intercambien frutas y legumbres cosechadas por ustedes mismos.
2. Vuélvete solar.
Éste es una de las acciones más benéficas, pero su costo sigue siendo prohibitivo para la mayoría de las personas. Al menos hay quien tiene y si hace algo. Al notario público Diego Monsiváis Franco le importó más reducir su huella de carbono, creando así la primera ‘notaría verde’ del estado. Apoyado por un especialista en sistemas fotovoltaicos, equipó su notaría con paneles solares Dupont con capacidad de 100 watts cada uno, que producen 2 kilowatts de energía, una inversión de 140 mil pesos con la que satisface el 40 por ciento de su consumo energético oficinal. Si los más de 1,000 notarios públicos del país hiciesen lo mismo (con la misma tasa de producción energética) producirían en teoría energía suficiente para iluminar por un año entero más de 2,000 casas.
Considerando que un hogar típico consume alrededor de
ocho mil 735 Kwh por año, se tienen que invertir al menos
unos 30 mil a 50 mil pesos para solarizar su casa u oficina.
3. Instala un sistema para reaprovechar el agua de lluvia.
No está de más gastar unos cuantos pesos para colocar canaletas en los ejes del tejado que conduzcan el agua de lluvia a un barril o contenedor. Así lo hizo Lourdes Bañuelos, una ensenadense que aprovechó las lluvias intensas del año pasado: dado que la tormenta anegó el sistema de bombeo de agua potable de La Joyita, su colonia, ella y sus hijos fueron los únicos que disfrutaron un buen baño ese día, para envidia de las casi 2,000 familias que estuvieron sin agua un día y medio a finales de 2011.
4. Compra a productores locales.
Haz la dieta de las 100 millas: compra frutas, vegetales y carnes en los tianguis y sobrerruedas que se encuentren a no más de 150 kilómetros de tu ciudad. Así lo hacen chefs locales como Diego Hernández Baquedano, del restaurante Corazón de Tierra en la Villa del Valle. Con tanto productor artesanal en San Antonio de las Minas, Maneadero y alrededores, no es difícil hallar productos de gran calidad a precios asequibles.
5. Menos plástico, más juego.
Desde usar pañales de tela hasta evitar la compra de juguetes de plástico, tener un bebé en casa no necesita ser una experiencia tortuosa para reducir la huella de carbono. Alimentarlo con fruta natural en lugar de comprar comidas preenvasadas para fomentar el principio de ‘compra local’, además de reciclar los juguetes de los hermanos (as) mayores o dejar que el niño juegue a pegarle a las ollas, en lugar de comprarle plásticos.
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