Unidad 3 Proyectos de Educación Inclusiva con el Uso de Tecnologías de la Información y la Comunicación

Educación Inclusiva en Ambientes de Aprendizaje

Unidad 3 Proyectos de Educación Inclusiva con el Uso de Tecnologías de la Información y la Comunicación

EFRAÍN HERNANDO SANTOS DÍAZ

CÓDIGO: 13463831

GRUPO: 50011_11

PRESENTADO A:

FARIDES MARGARITA PITRE

UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA Y A DISTANCIA UNAD

CÚCUTA, 28 DE NOVIEMBRE DE 2019

Introducción

Los habitantes de frontera son una población que habita en los departamentos y municipios de frontera en Colombia, con características de vulnerabilidad, problemas sociales, económicos y culturales muy particulares que instituyen la necesidad de promover acciones educativas acorde con su especificidad (1).

La vulnerabilidad es una situación de desigualdad causada por factores históricos, sociales, económicos, culturales, políticos e incluso biológicos y que se presentan en unos grupos de la población humana, impidiéndoles el derecho a su desarrollo y negándoles el acceso a la educación.

Los habitantes de frontera tienen una característica especial y es su movilidad. La condición de movilidad fronteriza y de identidad regional debe ser asumida en el contexto regional educativo de manera que el paso de una frontera a otra no se convierta en un obstáculo para continuar el curso del desarrollo académico de los niños, niñas y adolescentes e incluso de los adultos a la educación superior.

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1. Bastos Osorio, L. M., Gómez Mina, L., & Mogrovejo Andrade, J. M. (2017). Las políticas públicas en el contexto fronterizo de Norte de Santander. Revista Academia & Derecho, 8 (14), 199-220.

1. Pregunta.

¿Es posible integrar a la comunidad del barrio Guaimaral y realizar un proyecto pedagógico de educación inclusiva por medio de las TICs, que permita a los hijos de los habitantes de frontera, que hacen vida en el sector, mantener su nivel de educación escolar mientras se resuelve su situación migratoria?

2. Descripción de la problemática. (Detalles)

La población que forma parte del proyecto, es una comunidad flotante de personas migrantes de origen venezolano, que constantemente hacen vida en el sector del barrio Guaimaral en la ciudad de Cúcuta. El sector de Guaimaral cuenta con una población de casi 3.000 habitantes de estrato social 3 que pertenece a la comuna 5 (con unos 29 barrios) de la zona nororiental del país.

El barrio Guaimaral por ser un sector de estrato 3 es un sector atractivo para que la población migrante busque como sustentar su comida diaria, ofreciendo por medio del rebusque, toda clase de servicios a la comunidad desde: la poda de árboles a la venta de frutas y verduras en carretas pasando por la venta de macetas, utensilios de cocina y aseo o ejerciendo la mendicidad y la delincuencia.

La población de frontera que deambula por el sector es muy variada: hombres entre los 18 a 35 años y mujeres jóvenes y adultas con hijos por lo general muy pequeños y alguno que otro anciano o anciana.

El grado de escolaridad se puede percibir por su forma de hablar y expresarse. En el caso de los niños no tienen acceso a la educación y en los adultos mayores el problema de acceso a la educación superior y la salud es muy poco probable, pese a las políticas migratorias que favorecen a los migrantes.

Hablando directamente con ellos se pudo establecer que las edades de los niños oscilan entre los 3 y 12 años. Los más pequeños no cuentan con servicio de guardería  por que deben pagar en los hogares de bienestar familiar cuotas diarias, que en muchos casos no pueden costear. Los niños de 7 a 12 años no van a la escuela y acompañan a sus padres o abuelos en espera de poder solucionar su situación de paso y llegar a un lugar definitivo y poder establecerse y estudiar. Ninguna de las personas entrevistadas piensa en regresar a su país o quedarse en Cúcuta. Para ellos permanencia en la ciudad es solo transitorio y por esta razón no llevan a sus hijos a la escuela.  Otro grupo son las personas de la tercera edad deben caminar todo el día para poder vender un frasco de miel o algunas prendas tejidas por ellas mismas, y en ocasiones deben recurrir a la mendicidad para conseguir el transporte que los lleve a su sitio de alojamiento o un plato de comida.

Hablando con los adultos del grupo, su conocimiento en tecnología se restringe al uso de un celular y el manejo básico de una computadora pero se les dificultad usarla como herramienta de búsqueda y utilizar como medio de ayuda para conseguir información relevante. Para este caso los menores muestran más destrezas y habilidades en el manejo de un computador y de los celulares. Los niños alcanzaron una etapa de escolarización desde primero de primaria a grado octavo en su país de origen.

3. Justificación. ¿Porque es importante el proyecto?

La Constitución Política de 1991 en sus artículos 337 y 289 abrió la posibilidad jurídica para el establecimiento de normas especiales para la educación de esta población. La ley 191 de 1995 definió las zonas de fronteras y busca promover el intercambio educativo de Colombia con los países vecinos.

En el artículo 13 de la constitución de Colombia reza: todas las personas nacen libres e iguales ante la ley, recibirán la misma protección y trato de las autoridades y gozarán de los mismos derechos, libertades y oportunidades sin ninguna discriminación por razones de sexo, raza, origen nacional o familiar, lengua, religión, opinión política o filosófica.

Según Parilla (2005) “la educación inclusiva ha ido ganando terreno como movimiento que desafía las políticas, cultura y prácticas educativas que promuevan cualquier tipo de exclusión.”

La inclusión es una mirada a la aceptación de la diversidad y que las diferencias son inherentes al ser humano y están presente en cualquier proceso de enseñanza.

En el sector de Guaimaral se abrió una casa de manera provisional para dar techo y comida a algunos habitantes de frontera no quieren estar en refugios o pernoctar en las calles,  porque según sus palabras los roban, los insultan, los rechazan o abusan de las niñas y de los niños. Esta casa está administrada por la junta de acción comunal del barrio y con cooperación de la Iglesia San Juan Bautista. Por el momento el alberque cuenta con 10 familias en total, discriminadas así: 14 adultos y 19 niños. Todos son migrantes con papeles venezolanos y permiso fronterizo de transeúnte. La mayoría de ellos aspira llegar a Bucaramanga y de allí establecerse en Bogotá. Otros esperan poder regresar a su país luego de ganar algún dinero.

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