Urgen soluciones a problemas antiguos como el de tránsito

Urgen soluciones a problemas antiguos como el de tránsito

A las puertas del comienzo de un nuevo año y a punto de que concluyan las vacaciones escolares, el tema del congestionamiento vehicular resurge en la mente de los capitalinos, en especial, por las complicaciones que el traslado implica en ciudades que, como la nuestra, han crecido desordenadamente.

De acuerdo con lo informado por la Municipalidad de Guatemala, solo en la ciudad capital, este año se sumarán unos 80 mil automotores al parque vehicular, lo que, advierte la comuna, requerirá por lo menos 10 minutos más de tiempo para realizar los acostumbrados desplazamientos en las horas pico.

Sin embargo, no todo es oscuridad. El año, como buen año electoral, trae buenas noticias en materia de infraestructura. Las cuatro corporaciones municipales consultadas en el trabajo que abre la edición de hoy (la ciudad capital, Santa Catarina Pinula, Villa Nueva y Mixco) informan sobre obras en marcha, con las cuales esperan mejorar y acelerar el traslado de automovilistas.

El gran aporte vendrá, sin duda, con la ansiada y tardada habilitación del nuevo eje del Transmetro, aunque no le guste a algunos, el mejor servicio de transporte de personas del país por la rapidez, comodidad y seguridad que ofrece al usuario. Claro, este resultado viene siendo muy poco cuando se toma en cuenta el tiempo que el alcalde actual ha tenido, directa o indirectamente, control de la Municipalidad de Guatemala.

Lo cierto es que los ciudadanos de la capital, Villa Nueva, Mixco y Santa Catarina Pinula esperan que las soluciones a los múltiples problemas que afrontan en sus calles fueran más seguidas en el tiempo, y no solo durante los años electorales, porque, más que los votos, se asume y desea que a las autoridades les debe importar servir y pensar en la construcción de ciudades más humanas, solidarias, que atiendan como se debe al vecino y, principalmente, que justifiquen los presupuestos que el Estado les asigna.

Hasta ahora, la mayoría de alcaldes está en deuda con sus votantes. Muestran pocos avances en el manejo de desechos, servicio de agua potable, atención al público y, por supuesto, en el transporte de pasajeros, por citar algunos casos. En los últimos años, la ciudadanía ha visto un crecimiento inentendible de una burocracia poco útil, que, como pasa con las policías de Tránsito, se torna hostil, antipática y autoritaria. Ojalá que las próximas obras sean soluciones definitivas y de largo plazo y no simples acciones movidas por la consecución de votos.

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