VACÍO EXISTENCIAL Y DROGADICCIÓN

VACÍO EXISTENCIAL Y DROGADICCIÓN

Los tiempos del racionalismo, con toda su arrogancia, han pasado. El hombre es más que un animal racional. La razón no lo puede medir todo. Los métodos científicos no pueden indagar en toda la profundidad de la realidad. El fondo del ‘Ser Humano’ es esencialmente trascendente. Toda su naturaleza biológica y psíquica es asumida por esta impronta de su ser. El hambre no es tan sólo del cuerpo; es principalmente de su espíritu. Si desde los rincones más ocultos de su fisiología claman sus instintos y necesidades orgánicas, en forma análoga es requerido por su propio infinito que lleva a cuestas en su cotidiana existencia.

Si un trozo de pan satisface la carencia de alimento, una expresión de amor y de ternura le da vida a nuestra afectividad. Necesitamos ser amados y amar. Una fría razón deformada pretendió, en el pasado, ignorar estas necesidades humanas. Así surgió un hombre que se ‘creía fuerte’ porque, según él, no se dejaba guiar por los sentimientos, porque eran síntomas de debilidad propios de mujeres y niños y de hombres poco viriles.

El hombre y la mujer modernos que se creen progresistas, porque abandonaron los mitos de la religión, han quedado atrapados en una ‘orfandad existencial’ que no tiene dónde pararse en medio del torbellino del vacío de la post-modernidad. Entonces, de su superficie química, el hedonismo, de sus estilos de vida, quiso sobre-estimularse con sustancias que oscurecen la conciencia y que, momentáneamente, ahuyentan la angustia. Estamos hablando de la ‘Drogadicción’.

Toda esta cultura neoliberal que despotrica contra la historia heredada, que anuncia una libertad nunca antes alcanzada, está cayendo de rodillas ante los ‘ídolos de la adicción’. Es el fracaso total de un seudo-humanismo que pretende afirmar que la trascendencia humana, incluso divina, se reduce a una ‘sustancia bioquímica’.

La angustia es la aplanadora de las ilusiones, pero, a la vez, es una llama encendida en el dolor humano que nos debe guiar al reencuentro con nuestro ser esencial. El hombre o la mujer que beben en la fuente del ‘Verdadero Absoluto’ son consolados y pueden consolar desde sus mismas raíces. Cuando se vive con un sentido que hace crecer hacia la plenitud, la angustia queda asumida y superada por la fuerza de la esperanza. Por eso un creyente alcohólico o drogadicto es contradictorio ¿No encontró el consuelo de Dios?. La máxima expresión de sentirse consolado por la divinidad, de estar penetrado por su espíritu, es el martirio. La historia nos dice que hombres y mujeres, de todas las edades, que fueron atormentados o torturados de las formas más crueles, morían llenos de un gozo que sus verdugos no podían entender. Ellos se habían encontrado con el ‘Verbo Encarnado’, con el Dios hecho hombre, que había superado el dolor, le había dado un sentido y, por esto, lo había vencido.

El tema de la prevención es más un problema antropológico que un tema técnico-médico. Años de investigación sobre las adicciones han demostrado que todos los métodos terapéuticos fallan en más de algún aspecto. En el mundo se están invirtiendo millones de dólares en tratamientos

...