Ante el vacio existencial
Enviado por Nara Ricardes • 22 de Mayo de 2017 • Informe • 1.320 Palabras (6 Páginas) • 315 Visitas
ANTE EL VACIO EXISTENCIAL
Introducción
Hoy nos enfrentamos ya a una frustración existencial, bajo un abismal complejo de falta de sentido, acompañado de un sentimiento de vacío.
La población en si cuando lleva un género de vida acomodado y feliz se queja de un sentimiento de vacuidad definitivo. Complejo de vacuidad adquiere una creciente difusión atestiguada también por colegas consagrados al ámbito psicoanalítico y pacientes, con un sentimiento de inconciencia total que corroe sus vidas.
Para Marx, la presencia de la frustración existencial en los países comunistas, dio nuevos planteamientos terapéuticos y pudo confirmar que el vacío existencial se percibe claramente y se está imponiendo en el tercer mundo, sobre todo en la juventud universitaria.
La génesis de este vacío existencial ofrece la siguiente fórmula: Donde el hombre carece de instintos que tiene que hacer y a diferencia de los del pasado el hombre actual ya no tiene tradiciones que le digan que debe hacer. Entonces ya no sabe tampoco lo que quiere en el fondo y entonces solo quiere lo que los demás hacen (se conforma) o sólo hace lo que los otros quieren que haga (totalitarismo). Y una tercera la neurosis.
Las estadísticas demostraron que el suicidio ocupa el segundo lugar entre las causas más frecuentes en defunciones.
Y por el motivo, en la mayoría de los casos, de que el 85% de los encuestados ya no veían ningún sentido en sus vidas (sentían un vacío existencial) lo curioso es que un 93% gozaban de excelente salud física y psíquica, buena situación económica, familiar, social y estaban satisfechos.
El hecho solo es explicable si se admite que el hombre tiene genuinamente a descubrir el sentido de sus vidas.
En la logoterapia con el concepto de motivación teórica de una voluntad sin sentido se intenta describir esto; se habla de una supra-valoración del hombre.
la voluntad de sentido se encuentra entre las necesidades superiores que ha establecido Maslow, donde según él la satisfacción de las necesidades inferiores están para satisfacer a las superiores. Y a esta voluntad se la califica como motivación primaria del hombre.
Maslow cree que las cosas ocurren de manera que el hombre sólo da a conocer sus exigencias en un sentido de la vida cuando todo le va bien.
Pero contra esta opinión nosotros podemos observar una y otra vez que la necesidad y la pregunta de un sentido de vida llamea precisamente cuando todo va de mal en peor.
La pregunta del sentido de la vida viene provocada por la frustración necesidades inferiores y también por la satisfacción de dichas necesidades.
Nos sale aquí al paso un fenómeno humano: la autotrasendencia de la existencia humana. En todo momento el ser humano apunta, por encima de sí mismo, hacia algo que no es él mismo, algo que hay que cumplir, o hacia otro ser humano, a cuyo encuentro vamos con amor.
Cuanto más sale al encuentro de su tarea, cuanto más se entrega a su compañero, tanto más él mismo hombre, y tanto más es sí mismo. Así el hombre sólo puede realizarse a sí mismo en la medida que se olvida a sí mismo, cuando se pasa por alto así mismo.
Cuando falta un sentido de vida, la persona intenta conseguir llenar ese sentimiento mediante un rodeo, que pasa por la química. De hecho, este sentimiento (de felicidad) no suele ser de circunstancias normales la meta de la tendencia humana, sino sólo un fenómeno concomitante de la consecución de su meta. Pero ocurre que este fenómeno concomitante (que acompaña), esté efecto, puede también cazarse al vuelo. El alcohol es una de las posibilidades, las drogas o el sexo.
Cabe destacar que los criminales muestran índices de frustración más altos que los del resto de la población.
En la dimensión de los fenómenos humanos, es la frustración de esta misma voluntad de sentido, la frustración existencial y el cada vez más complejo sentido de vacuidad los que fomentan la agresividad.
La intencionalidad es lo que caracteriza el impulso vital del hombre en cuánto tal, en cuánto ser humano.
Odio y amor, son fenómenos humanos porque son intencionales, porque el hombre siempre tiene motivos para odiar o amar algo o a alguien. Se trata siempre de una razón, apoyada en la cual el hombre actúa, y no sólo de una causa, psicológica o biológica que tenga como consecuencia la agresividad y la sexualidad. (sólo un vacío existencial prolifera la libido sexual).
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