VIVIR BIEN

Durante las Jornadas Pedagógicas realizadas simultáneamente a la Feria Internacional del Libro de Santa Cruz, en junio pasado, compartimos el conversatorio que propuso Idearia a docentes de primaria y secundaria desde la premisa de la escuela y su propia experiencia en el aula: ¿qué es vivir bien?, ¿viven bien los docentes?, ¿viven bien los escolares?, ¿vivimos bien los padres y los abuelos, la familia?

La Ley de Educación Avelino Siñani-Elizardo Pérez habla de educar para vivir bien. ¿Cuál es la distinción entre el paradigma de vivir mejor y el de vivir bien? Parecería que en las últimas décadas vivir mejor ha sido conceptuado como un modelo que propone tener más cosas para mejorar: un título mejor que el profesional, un auto mejor que el que tenemos, una casa mejor de la que habitamos, un teléfono móvil mejor que el que carecía de pantalla táctil o multifunciones, un viaje al exterior en lugar de tomar vacaciones de descanso en casa o en los alrededores, etc.

Vivir bien tiene la connotación de la calidad humana de existencia: desde el pleno ejercicio del derecho a la vida, a la salud y a la educación hasta sentirse seguro, sentirse querido y amar, nutrirse adecuadamente, compartir un espacio y un entorno adecuados, acceder a servicios indispensables decentes, ser respetado y respetar.

Anita, nuestra facilitadora con 27 años de experiencia como educadora de niñez, adolescencia y asesora pedagógica de docentes, da fe de que en el transcurso del tiempo se ha avanzado mucho en la incorporación de ciudadanía a la escuela y a la educación, con las derivadas múltiples producto de este acceso.

La curiosidad y las necesidades del ser humano tampoco han variado: lo que se ha quedado en el tiempo es la capacidad y la organización del cómo competimos con el consumismo del ‘vivir mejor’, como personas, para transmitir, escuchar y aprender unos de otros a cuidarnos, a mirarnos, a crecer en comunidad este mundo que compartimos, donde todos logremos ‘vivir bien’

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