Vacas, Cerdos, Guerras Y Brujas: Los Enigmas De La Cultura

Reseña:

Del libro “Vacas, cerdos, guerras y brujas: los enigmas de la cultura”.

Marvin Harris, 1980.

Antropólogo estadounidense, padre del Materialismo Cultural; su principal meta es dar explicaciones científicas a diversos pensamientos y comportamientos que hay entre los grupos humanos, llamados socioculturales. Es decir darle una buena base científica a la antropología; objetivo que persiguió durante el resto de su carrera.

Con la publicación de El Desarrollo de Teoría Antropológica en 1968, Harris impulso a centrarse en temas relacionados con la cultura, ecología, tecnología y demografía.

En este libro Harris escoge deliberadamente estilos de vida raros y controvertidos, que los califica aparentemente como enigmas insolubles.

Tal como sostiene Ruth Benedict en su libro Patterns of Culture; no se busca otras explicaciones y se conforman con el mito de que “solo Dios sabe o conoce la respuesta”.

O al afirmar que estas costumbres son misteriosas porque se ha enseñado a valorar explicaciones “espiritualizadas” en lugar de explicaciones materiales de tipo practico.

Ante estas premisas el autor nos presenta explicaciones y argumentos donde nos dan a conocer las razones de estos estilos de vida, como bien indica, “con los años he descubierto que los estilos de vida que otros consideraban como totalmente inescrutables tenían en realidad causas definidas y fácilmente inteligibles”.

La identificación de estos factores materiales no es una tarea fácil al presentarse oculto por mitos, leyendas y prejuicios personales. El autor nos muestra cuál es su verdadero fin social fundadas en condiciones, sus necesidades y en sus actividades ordinarias.

Respecto al primer enigma: La madre vaca; nos explica las razones por la que las vacas son consideradas sagradas por los hindúes, donde se resisten a comer su carne a pesar de estarse muriendo de hambre.

Según muchos expertos consideran el culto a las vacas como uno de los factores principales de la pobreza y el hambre en la India; además de disminuir la eficiencia agrícola. Existen millones de animales inútiles que no aportan ni leche ni carne y más aún compiten por las tierras cultivadas con animales útiles y con seres humanos hambrientos.

Dentro de las muchas razones por las cuales los hindúes adoran a las vacas, es que estas simbolizan todo lo vivo, es la madre de la vida y matar una vaca se considera un sacrilegio.

Las vacas son la base económica del pueblo hindú, aprovechándose todo lo producido por este animal. Al estiércol le dan distintos usos, como fertilizante, combustible para cocinar y combinada con agua se utiliza para recubrimiento de los pisos de las casas.

La boñiga de vaca es la fuente preferida de calor, ya que arde con una llama limpia, lenta, de larga duración y con una buena cocción para los alimentos. Por ello se recoge hasta el último residuo de esta.

Al ser la agricultura la principal actividad del pueblo hindú, que garantiza su sobrevivencia. Se utiliza como herramienta fundamental para tal actividad el tiro de los bueyes de manera similar al uso del tractor. Y perder estos animales para el campesino pobre significa, el peligro de perder su granja y la ruina total.

Como los bueyes nacen de la vacas, es importante mantener vivas a las vacas, además que estos sistemas basados en animales tienen bajo consumo de energía con relación a los tractores y fábricas de tractores.

Los estudios de costos y de rendimientos energéticos muestran que la India tiene con su ganado vacuno una mayor eficiencia que EEUU. Esto no quiere decir que los animales indios sean más productivos, sino que los hindúes son muy utilitaristas y nada se desperdicia a diferencia del nuevo sistema de producción automatizada de carne; donde no solo se desperdicia el estiércol sino que se contamina los ríos y lagos con desechos.

El nivel

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