Vacas, Cerdos, Guerras Y Brujas

Autor:

Marvin Harris (18 de agosto de 1927 – 25 de octubre de 2001)

Antropólogo norteamericano, nacido en Nueva York en 1927, figura principal del materialismo cultural, corriente teórica que intenta explicar las diferencias y similitudes socioculturales dando una mayor prioridad a las condiciones materiales, y contribuyó a crear una visión más moderna en la ciencia antropológica.

Estudió en la Universidad de Columbia donde dio clases entre 1953 y 1980, siendo presidente de su departamento de antropología de 1966 a 1969. En 1981 formo parte del Departamento de Antropología de la Universidad de Florida como profesor. Harris también ocupó la presidencia de la General Anthropology Division de la American Anthropological Association (AAA). En 1991 en reconocimiento a sus logros académicos dio la conferencia Distinguished Lecture de la AAA. Realizó trabajo de campo en Brasil, Ecuador, Mozambique, India y East Harlem, Nueva York.

Con esta obra Marvin Harris nos quiere mostrar como cada tribu o raza tiene diferentes costumbres, misterios o enigmas, y como cada una de estas tiene una explicación racional a pesar de que mucha gente las considera como enigmas insondables. También lo que quiere conseguir con este libro es ayudarnos a comprender el comportamiento de la gente en tres estados o situaciones básicas de la conciencia cotidiana: Ignorancia, Miedo y Conflicto.

Una de las características principales de esta obra es que Harris realiza muchas preguntas para que el lector reflexiones sobre esos enigmas pero al mismo tiempo él nos muestra su opinión.

Marvin Harris eligió deliberadamente estos 11 casos controvertidos y que guardan relación entre si, los cuales analiza de forma objetiva y real, llegando a dar por inválidos muchos estudios antropológicos de campo por su falta de objetividad científica. Por ello esta obra levanto mucha críticas ya que no solo cuestiona investigaciones u obras de otros antropólogos conocidos sino cuestiona temas muy como en El Mesías que habla de la existencia de 5 mesías que se movían por fuerzas políticas y no eran pacíficos, o como en El secreto de Príncipe de la Paz que pone en duda los texto evangélicos de la biblia y el carácter pacifista de Jesús y Juan el bautista.

El Potlatch:

El Potlatch es el llamado impulso de prestigio que se produce de manera distinta en las diferentes civilizaciones o sociedades que existen pero todas tienen la misma finalidad demostrar que se tiene un mayor status

En el potlatch, hombres necesitados de tener un mayor status realizaban grandes banquetes compitiendo entre ellos por la aprobación social y más tarde se juzgaban entre ellos según la cantidad de comida que podían ofrecer. El potlatch sólo tenía éxito si los huéspedes quedaban saciados de comida.

En este capitulo se hace hincapié en el potlatch kwakiutl, los jefes kwakiutl siempre estaban inseguros de su estatus por lo que para consolidar sus derechos a encabezar el grupo, celebraba el potlatch ofrecido por el jefe y sus seguidores en honor de otro jefe rival. El verdadero objetivo de este banquete era demostrar que el jefe anfitrión tenía realmente derecho a su situación privilegiada en la comunidad y era más poderoso que su huésped mediante la concesión, al jefe rival y sus seguidores, de una gran cantidad de regalos valiosos. Los huéspedes menospreciaban lo que recibían, y prometían dar un potlatch a cambio que repartiría aún más regalos. De esta forma las aldeas se introducían en una serie de potlatch interminable en los que cada vez se derrochaba más.

En Melanesia y Nueva Guinea, encontramos a los conocidos “grandes hombres” los cuales se ganaban su prestigio según el numero de festines que cada uno a realizaba. El hombre que quería alcanzar este estatus debía contar con la ayuda de su familia, vecinos y amigos los cuales realizan los trabajos de agricultura, ganadería o pesca. Durante el festín los bienes acumulados se repartían entre los aliados y el jefe se queda sólo con los restos. Pero la tarea del “gran hombre” de realizar nuevos festines no tenia descanso, como consecuencia de esto había más gente que trabajaba y aumentaba la producción dicha zona, mientras que la donación cumple la función de impedir que la fuerza de trabajo retroceda a niveles de productividad, y crea una extensa red de expectativas económicas.

Para Harris, el potlatch es un mecanismo para asegurar la producción y distribución de riquezas de los pueblos más ricos a los pueblos más pobres, este mecanismo realizado por los grandes hombres y por el potlatch kwakiutl se conoce como redistribución, es decir, reúnen los resultados del esfuerzo y luego redistribuyen la riqueza en cantidades diferentes, pero encontramos una diferencia, mientras los grandes hombres se quedaban las restos, los jefes de los potlatchs dejaban el trabajo duro para sus seguidores.

Sin embargo, en otras tribus que son igualitarias como los “semai” (Malasia), tienen mayor éxito los que menos llaman la atención. Los pueblos igualitarios sienten repugnancia hacia una persona que piense que es mejor que otra. En estas tribus predomina el intercambio en forma de reciprocidad. La reciprocidad se da en sociedades igualitarias que carecen de dinero y en la que nada se puede comprar o vender y se basa en un intercambio económico entre dos individuos en el que ninguno especifica claramente qué desea ni cuándo. Pero no es un puro regalo, subyace una expectativa de devolución.

La sustitución de la reciprocidad por la redistribución hizo posible que poblaciones humanas sobreviviesen y prosperasen en regiones determinadas.

El cargo Fantasma:

“El cargo fantasma” se refiere a la creencia de diferentes culturas que esperan la llegada de barcos y aviones que traen antepasados cargados de riquezas y con ello una mejoría global en su nivel de vida. Para ellos el cargo significa el inicio del cielo en la tierra.

En los cultos más antiguos, los pueblos de la costa esperaban la llegada de una gran canoa, después fueron barcos de vela y en la actualidad casas volantes. El mismo cargo se ha modernizado, antes eran cerillas o instrumentos de acero, ahora son fábricas y acerías enteras.

La llegada del cargo significaría el inicio del cielo en la tierra. Los profetas del cargo insistían en que la riqueza se crea en algún lugar lejano mediante medios sobrenaturales. Durante distintas etapas de la historia el portador del secreto del cargo han sido varias personas dependiendo de la situación, es decir dependiendo de quienes fueran los colonizadores: americanos, japoneses, alemanes.

Harris pone como ejemplo a los Madang que vivían en la costa norte de Nueva Guinea australiana. El proceso se inició con la llegada de los rusos, y más tarde por alemanes.

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