Vacas Cerdos Gerras Y Brujas
Enviado por eduardo140912 • 16 de Septiembre de 2014 • 1.089 Palabras (5 Páginas) • 361 Visitas
Vacas cerdos guerras y brujas
Trata principalmente del origen de los comportamientos colectivos innatos, irracionales, que son la base de nuestra cultura, en el que el autor teoriza acerca de estos comportamientos. Analiza de forma objetiva y real, tratando fenómenos y enigmas que se consideraban inexplicables, fenómenos que según él, condiciones, necesidades y actividades ordinarias, triviales, podríamos decir vulgares. Enigmas que tienen su solución, según Harris, como tripas, sexo, energía, viento, lluvia y otros fenómenos palpables y ordinarios.
A la pregunta del porqué de estos comportamientos, nos da el autor tres respuestas de las causas: el miedo, la ignorancia y el conflicto.
El primer capítulo trata de la adoración que los hindúes profesan a las vacas. Esto resulta para cualquier occidental algo incongruente ya que el hambre azota la india y los indios rehúsan consumir carne de vaca. Teniendo en cuenta además que este tipo de vacas no dan mucha leche, lo más obvio sería consumir su carne; no es tan sencillo, estas vacas proporcionan bueyes de tiro que sirven para sacar a flote la agricultura doméstica además de que proporcionan estiércol que es muy útil para diversos usos como combustible, aislante y abono de sus campos. De esta forma se establece una relación recíproca de dependencia con la vaca que va más allá de la simple adoración por cuestiones religiosas, así da se da certeza a la frase “no estoy de acuerdo en que los tabúes que prohíben sacrificar y comer la carne de vaca tengan necesariamente un efecto adverso en la supervivencia y bienestar del hombre”
Según todo esto, el siguiente párrafo de Marvin Harris cobra sentido: "Lo que afirmo es que el amor a las vacas es un elemento activo en un orden material y cultural complejo y bien articulado. El amor a las vacas activa la capacidad latente de los seres humanos para mantenerse en un ecosistema con bajo consumo de energía, en el que hay poco margen para el despilfarro o la indolencia. El amor a las vacas contribuye a la resistencia adaptativa de la población humana conservando temporalmente a los animales secos o estériles, pero todavía útiles, desalentando el desarrollo de una industria cárnica costosa desde un punto de vista energético; protegiendo un ganado vacuno que engorda a costa del sector público o de los terratenientes; y conservando la capacidad de recuperación de la población vacuna durante sequías y períodos de escasez”.
Algunos pueblos y religiones aborrecen el consumo de cerdo mientras que otros lo aman. Esto viene determinado, NO por cuestiones higiénicas o de salud de las personas como las religiones de cada sociedad hacen creer en un principio, sino por la relación de utilidad que a unas sociedades u otras les comporta la cría del cerdo, ya sea por clima, vegetación de la zona, etc. Por tanto, prohibir la carne de cerdo o vaca es un medio para el equilibrio económico.
Se muestra el primitivo estilo de vida de tribus como los Maring, tribus violentas que emprenden guerras, porque, entre otras cosas, la guerra se convierte en el único método de control demográfico, ya que el exceso de población masculina útil para la guerra es primordial para la pervivencia de la tribu, pero la situación demográfica se vuelve insostenible y hay que recurrir al infanticidio
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