Valores En Karate

Los valores en karate

Responsabilidad y autodisciplina en karate

La práctica de cualquier arte marcial, que pretenda mejorar aspectos internos y no solo externos, requiere autodisciplina y responsabilidad.

Partiendo de que la práctica no es una obligación, nadie te coge de la mano y te lleva a clase, la responsabilidad de lo que aprendes es tuya.

El profesor te enseña, abre las puertas, pero es sólo una pequeña parte del aprendizaje. El dominio de tu cuerpo, de los movimientos y el autoconocimiento dependerá casi por completo de tu práctica individual, de tu actitud y entrega.

La disciplina en el Dojo no debe ser impuesta, debe ser responsabilidad tuya "autodisciplina", que implica: -regularidad - entrega - no buscar excusas externas - aprender a observar las explicaciones - intentar realizar las técnicas por nosotros mismos y no desistir.

Esta constante atención a los movimientos, a tu cuerpo, las diferentes emociones y reacciones, es la verdadera práctica hacia el autoconocimiento.

Algunas veces la práctica será frustrante, no ver los progresos o no ser capaz de realizar ciertas técnicas pondrá a prueba tu disciplina. Superar estos momentos forma parte de tu entrenamiento.

Tu estado mental, la falta de concentración, la apatía, enfado, ansiedad por los objetivos, la dispersión por asuntos externos..... Estos y muchos otros factores son responsabilidad únicamente tuya, que te impedirán que la mente se relaje y mantenga "aquí y ahora".

La creencia de falta de "progreso" es a veces motivo de frustración y descontento, para ver si esto responde a la realidad, lo primero que tienes que valorar es cuanto has invertido (en tiempo y entrega) para que este "progreso se produzca", ser serios y no auto excusarse ni engañarse (todos conocemos a practicantes que sin una constancia, que con solo algunas asistencias a clase y sin una entrega en la práctica, más preocupados en los logros que en el conocimiento. Enseguida quieren unos resultados técnicos que a otros ha costado años de conseguir).

Los "progresos" no serán siempre visibles, no siempre corresponden a grandes y llamativas técnicas. Muchas veces son pequeños detalles que no somos capaces de apreciar y sólo con el tiempo (cuando se acumulan esos detalles y sin darnos cuenta), solo entonces somos conscientes del progreso. Otras muchas no son cualidades externas, si no bloqueos internos y situaciones que hemos logrado superar. Estas son tanto o más importantes que los logros físicos pues forman parte de lo que es el autoconocimiento.

Nunca compares tus progresos con los de otros compañeros, las artes marciales no son una competición ni una carrera. La importancia de un buen maestro que nos indique el camino y de unos compañeros que nos acompañen y ayuden. Tener una referencia para seguir pero nunca para compararnos, pues lo único importante es la voluntad que pongas en la práctica y el disfrute de cada momento.

El respeto en karate

1: EL KARATE EMPIEZA Y TERMINA CON REÍ: 'Rei' indica al mismo tiempo idea de cortesía, de respeto al prójimo, de una actitud correcta de bienestar etc. 'Rei' es el dique contra la violencia. Sin el 'rei' el karateka que empieza a perder, no tarda en convertirse en una bestia feroz. Es tan fuerte el espíritu del 'reí', que un karateka desprovisto de él esparce a su al rededor un hálito de cólera y violencia perjudicial al espíritu del Karate, anulando los valores del karateka a la par que sus valores humanos. El 'rei' es una manifestación de respeto hacia el prójimo. El grado de comprensión que se tiene del Karate aparece en su propia actitud que se refleja en el 'reí'. Pero esto no es tan fácil. El 'reí' exterior es a menudo un barniz que desaparece de pronto en un combate. En ese momento lo que se piensa y lo que se siente es lo que realmente aparece. Por ello el 'rei' exterior debe ir acompañado de un sincero respeto interior. En otras palabras, si el combate no se acompaña de un sentimiento de respeto hacia el adversario, degenera en violencia, lo que no puede aceptarse como Karate.

2: ¡NO UTILIZAR EL KARATE SIN MOTIVOS!: Uno de los grandes méritos de las artes marciales es inculcar la paciencia, la resistencia a sufrir al máximo antes de reaccionar. Un viejo adagio del Ken-Jutsu dice: 'La Katana sale de su vaina únicamente en caso de necesidad. Cuando ha llegado este extremo es cuando debe utilizarse el Karate. El espíritu del Bushido consiste en armarse de paciencia hasta límites extremos. En este momento hay que combatir con todas las fuerzas hasta alcanzar la victoria. El karateka debe mentalizarse de espíritu y no dejarse llevar por la cólera, intentando probar su fuerza con un contrincante. Es más difícil dominarse siendo un buen karateka, de ahí que la primera actitud debe ser la del Budo, la segunda la del hombre indisciplinado.

3: DEBE PRACTICARSE EL KARATE CON UN SENTIMIENTO DE JUSTICIA: Solo cuando se está en la verdad y se tiene razón, es indispensable desplegar la máxima energía. Este principio va ligado a un problema de conciencia. La fuerza interior no emerge sin un máximo de condición en lo que hacemos. Es vital estar armado del 'derecho' para que el coraje salga espontáneamente. Es así como el sentimiento de justicia y el Karate se armoniza y encuentran su correcta aplicación.

4: ANTES DE CONOCER A LOS DEMÁS CONÓCETE A TI MISMO: Indica que es necesario conocerse al mismo desde el punto de vista de las propias reacciones, como son el orgullo, timidez, grado de paciencia, violencia natural etc. Esto explica la dificultad de algunos principiantes en comprender el espíritu del Budo. Sabiendo evaluar las propias reacciones es lo que permite obrar en consecuencia tratando únicamente de evaluar al adversario sin ser consciente de las propias reacciones, no puede conducir sino al fracaso del combate.

5: EL FRACASO NACE DE LA NEGLIGENCIA: La negligencia ha sido siempre el peor de los errores. ¿Cuántos samuráis no perdieren la vida por haber cometido una simple negligencia?

Los valores son:

• La Cortesía: el respeto y las buenas maneras del comportamiento.

• La Rectitud: ser capaz de tomar una decisión sin vacilar. Ser justo y objetivo en toda circunstancia.

• El Coraje: afrontar el reto de tomar decisiones.

• La Bondad: ser magnánimo, paciente y tolerante.

• El Desprendimiento: actuar desinteresadamente, sin egoísmos y generosamente.

• La Sinceridad: decir siempre la verdad, defender ésta, y ser fiel a la palabra dada.

• El

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