Visibilidad Mediatica

¿Las personas del medio del espectáculo se apoderan de la política de nuestro país? O es una estrategia de visibilidad mediática.

Desde hace algunos años, la política de México se ha puesto en duda ya que se han mesclado dos mundos totalmente diferentes como lo son: la política y los espectáculos. En ese tiempo creíamos que era imposible que uno de los candidatos más fuertes a la presidencia de nuestro país estuviera a punto de casarse con una actriz muy reconocida de la empresa Televisa. Hablamos de nuestro presidente y en ese entonces candidato a la presidencia Enrique Peña Nieto y su ahora esposa Angélica Rivera.

Conforme pasó el tiempo, más y más figuras del medio del espectáculo se postulaban para puestos políticos o se involucraban con alguien del medio. Un caso que es muy hablado es el gobernador de Chiapas Manuel Velasco y la actriz Anahí.

El problema no es que estas figuras de la política y el espectáculo sean una pareja, el problema viene cuando a los candidatos los convierten en ídolos ya sea por el exceso de imagen, la visibilidad mediática que tienen en sus redes sociales o a las personas a las que dirigen su publicidad. Todo esto causa que definitivamente las propuestas de los políticos pierdan fuerza y solo se puedan enfocar en la imagen.

Medios de comunicación y la política, una combinación que forma desinformación.

Todo esto es posible por las nuevas “dinámicas” que propone el gobierno para que los medios de comunicación sean un arma importante para que la cultura de la política cambie y se haga énfasis en cosas que realmente no importan sobre el candidato como: su forma de vida, su familia, si es atractivo o no etc.

Otra de las nuevas dinámicas es utilizar spots publicitarios en casi cualquier medio de comunicación, propagandas, encuestas de salidas etc.

Según el artículo Televisión y Política mediática en México “A partir de las elecciones presidenciales de 1994, la historia de la contienda política en México cambió radicalmente: por primera vez hay un debate entre los candidatos, que se reproduce en vivo y en directo en los medios electrónicos. Desde entonces, los ataques personales y familiares han sido el pan de cada día para los televidentes, donde el mejor agresor ha conquistado la simpatía popular”

Podemos poner de ejemplo las elecciones del año 2000 en el que Vicente Fox Quesada y Francisco Labastida protagonizaron una guerra de insultos tales como “mandilón, la vestida” etc. Los televidentes de ese tiempo solo recibieron contenido burdo que ni si quiera podía generarle un criterio sobre algún candidato.

En la actualidad cualquier político que no se promocione y genere algún tipo de protagonismo es como si no existiera; la televisión es su arma más poderosa, en la que debe exhibir su vida y su familia, para causar un tipo de “acercamiento” con sus simpatizantes. Si no se hiciera todo lo anterior, se puede generar desprestigio contra su imagen y partido político. Obviamente no es la mejor manera de promocionarse, pero es lo que se ha modificado a lo largo de los años en nuestro país.

El medio del espectáculo en la política.

Este año 2015 nos ha dado la sorpresa en el que muchos deportistas, actores y hasta payasos se han postulado por algún puesto político. Tal es el caso de: Cuauhtémoc Blanco, Laura Zapata, Lagrimita, Sabrina, Carmen Salinas entre otros; el problema

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