Zara

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Uno de nuestros principales competidores es Zara que se basa en ofrecer la última moda con calidad y buen precio. En sus tiendas hay dos colecciones nuevas por semana y consigue diseñar, producir, distribuir y vender sus colecciones en cuatro semanas, mientras que sus competidores tardan varios meses. Además, el grupo no gasta en publicidad.

“El cliente ya no va a la tienda a comienzo de verano o invierno, ve lo que le gusta se lo piensa y ya decidirá cuando lo compra. Ahora el cliente tiene que ir a la tienda cada quince días pues se renueva la colección con mucha frecuencia. Este cambio lleva detrás un complejo cambio en el proceso productivo, pues se pasa de ofrecer productos que hace un año se planificó que se venderían, a cambiar el producto de acuerdo con lo que el cliente demanda. Se trata de pasar de una visión de producción a una visión orientada hacia el cliente”.

Esta capacidad de entender el negocio de la moda, según el gusto de los consumidores, es “la gran ventaja de Zara frente al resto de competidores, pero una idea genial necesita de una excelente planificación para que sea exitosa”.

Nuestra principal ventaja es que mientras los principales rivales no fabrican sus colecciones, nuestra empresa está integrada verticalmente, lo que le otorga capacidad de respuesta y flexibilidad.

El tener nuestras tiendas propias nos da el control sobre el punto de venta ya que permite estar en contacto directo con el cliente. Un detalle que ilustra este punto es que los trabajadores tienen la obligación de comunicar las peticiones de los clientes, incluso las sugerencias hechas en los probadores

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