A condiciones iguales, una actividad es preferible a otra si atribuye al alumno un papel activo en su realización.

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Lectura: Ideas para organizar el proceso de enseñanza

1. A condiciones iguales, una actividad es preferible a otra si atribuye al alumno un papel activo en su realización.

Desde luego que cualquier actividad en la que se requiera mayor participación por parte del alumno siempre resulta más atractiva que la mera escucha de información en la que se necesita estar demasiado atento para no perder el hilo del tema tratado.

Cuando hablamos del papel activo del alumno en una actividad, estamos hablando de un aprendizaje activo, caracterizado por ser un aprendizaje centrado en los alumnos, promoviendo su participación y reflexión continua mediante actividades que promueven el diálogo, la colaboración, el desarrollo y construcción de conocimientos, así como habilidades y actitudes.

Esta forma de aprendizaje se caracteriza por contener unas actividades bien estructuradas, siempre con la suficiente flexibilidad para adaptarlas a las características de los alumnos, a nivel global e individual.

En cuanto a sus consecuencias para la organización del proceso de enseñanza, nos encontramos con un cambio muy notable; hablamos del cambio del rol del profesor y el alumnado, donde el profesor pasa a ser un guía y facilitador del aprendizaje, dejando a los alumnos ser los completos protagonistas del aprendizaje.

4.  A condiciones iguales, una actividad es preferible a otra si obliga al alumno a interactuar con su realidad.

Si dicha actividad se basa en la realidad del alumno, es decir, en el mundo que le rodea, en la realidad que conoce, en la que vive su día a día, será una actividad de la que podrá aprender, puesto que los nuevos conocimientos que les pueda aportar, estarán interrelacionados con los que el alumno ya posee. Partiendo de sus conocimientos previos, y añadiéndole otros nuevos, se conseguirá un aprendizaje significativo, teniendo como consecuencia un mayor entendimiento por parte de los alumnos, lo que desemboca en una mayor participación en la actividad y unas connotaciones positivas de ella, tanto por parte del docente como por parte del alumno.

Si una actividad propuesta no tiene nada que ver con su mundo, con su realidad, los alumnos no llegarán a interiorizar en ella, puesto que no entenderán los motivos principales por los que se desarrolla, creando en ellos cierto “pasotismo” y frustración por parte del profesor, al no conseguir sus objetivos para con los alumnos.

5.  A condiciones iguales, una actividad es preferible a otra si puede ser realizada por alumnos de diversos niveles de capacidad y con intereses diferentes.

Partimos de la base de que dicha actividad se realizará en pequeños grupos dentro del aula y el profesor conociendo a sus alumnos, en cuanto a su capacidad intelectual e intereses, diferentes sexos, etc,  intentará equiparar los grupos. De tal manera que resulten lo mas heterogéneos posible.

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