ADMINISTRACION, DERECHO Y CIENCIA POLITICA, ENFERMERIA Y OBSTETRICIA
Enviado por Franz W. Jalire Calderon • 27 de Julio de 2021 • Ensayo • 4.368 Palabras (18 Páginas) • 146 Visitas
Resumen de los 7 ensayos de interpretación de la realidad peruana
“Año del centenario de Machu Picchu para el Mundo”
UNIVERSIDAD PERUANA DEL CENTRO[pic 1]
ADMINISTRACION, DERECHO Y CIENCIA POLITICA, ENFERMERIA Y OBSTETRICIA
LOS SIETE ENSAYOS
DE:
JOSÉ CARLOS MARIÁTEGUI
“Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana” (1928) es el libro cenital del genio de José Carlos Mariátegui. Desde su aparición hasta nuestros días, es el más leído de cuántos libros peruanos se conocen. Constituye algo así como una obligada estación en que todo espíritu juvenil, interesado por conocer la realidad de nuestros problemas, se detiene para sumergirse en el torrente de verdades que atraviesa sus páginas. Macizo el contenido, por captar agudos problemas —viejos y nuevos a la vez—, no ha sido mellado por ninguno de sus refutadores, verbigracia Víctor Andrés Belaúnde que escribiera en tono de réplica, su libro “La realidad nacional”. Además, el copioso contenido de cada uno de sus capítulos, la fuerza analítica del pensamiento y la moderna erudición en que está encuadrada la obra, devienen revestidos en un lenguaje armonioso y dúctil. Esta frescura de estilo y el relampagueo frecuente del humor y la ironía que nos aproximan a Unamuno y Rodó, hacen que la lectura del texto no desmaye en ningún instante. Mucho del sortilegio del poeta y no poco del magnetismo del filósofo hay en este libro inmarcesible.
“Desde que aparecieron los 7 Ensayos, por su originalidad, por su fuerza, por sus verdades penetrantes y por su forma novedosa de abordar los problemas del país, suscitaron por un lado admiración y alabanzas; por otro, interés y serias críticas… Este libro de José Carlos, de tantas ediciones y comentarios, tuvo el mérito loable de incentivar nuevos trabajos e iniciar la búsqueda de derroteros distintos a los tradicionales”.
(José Barba Caballero).
La obra está dividida en los siguientes capítulos:
1) Esquema de la evolución económica;
2) El problema del indio;
3) El problema de la tierra;
4) El proceso de la instrucción pública;
5) El factor religioso;
6) Regionalismo y centralismo; y
7) El proceso de la literatura.
El último de estos ensayos es el que nos da la dimensión exacta del pensamiento literario de Mariátegui. Sus conceptos son de condenación a la literatura, colonial y colonialista. Propugna el nacionalismo, es decir que nuestra literatura se sustente en elsubstratum racial y espiritual indígena con proyecciones al cosmopolitismo, como en el caso de Vallejo. Su estilo es sobrio y directo.
LOS SIETE ENSAYOS VISTOS POR JORGE BASADRE Con los Siete ensayos, Mariátegui contribuyó a divulgar en el Perú en sentido serio y metódico de los asuntos nacionales por encima de la erudición, el culto del detalle y la retórica. Vinculó la historia con los dramas del presente y las interrogantes del porvenir. Señaló problemas que el pasado no había resuelto y que inciden sobre las generaciones actuales, junto con otros en el tiempo de éstas suscitados. Precisó realidades lacerantes y patéticas que muchos no vieron o no quisieron ver. Nunca escribió algo que en el fondo o, a solas consigo mismo, creyera una mentira. Estuvo exento del horror o el desdén al estudio que hay en el alma de todo demagogo de izquierda o de derecha. Al intentar el diagnóstico del propio país (que tantas cosas tiene de común con el de otros países de América andina) reemplazó (en aquellos años) a otros que pudieron hacer obra similar (desde el punto de vista de distintas ideologías) y que no lo hicieron porque viajaron al extranjero o por dejarse llevar por la dispersión, el eruditismo, la fácil literatura o los menudos afanes de la vida política, burocrática o de vanidad social.
Tuvo muchos aciertos y a menudo suscita serias reflexiones; pero a veces pecó por un sentido unilateral, o por exceso de esquematismo, o por personales afectos o antipatías (muy visibles, sobre todo, en el ensayo sobre la literatura) o por el carácter tendencioso de su propaganda o, simplemente, por deficiente información. El mismo se encargó de advertir en el prólogo de su libro: “No soy un crítico imparcial y objetivo. Mis juicios se nutren de mis ideales, de mis sentimientos y de mis pasiones. Tengo una declarada y enérgica ambición: la de concurrir a la creación del socialismo peruano. Estoy lo más lejos posible de la técnica profesoral y del espíritu universitario”. El lector nunca debe olvidar estas francas palabras.
Por lo demás, se necesita mucha preparación básica para estudiar, plantear y resolver desde un sillón de inválido, en unos cinco años de trabajo, el problema del indio, el problema de la tierra, el problema de la educación pública, el factor religioso, el regionalismo y el centralismo y el proceso de la literatura. Esto era, en realidad, mucho más difícil que comentar la política europea contemporánea o las expresiones de la literatura y de las artes que entonces aparecían, por la carencia o la escasez de estudios especializados, y (en muchos casos) por la necesidad previa de trabajos monográficos, estadísticos, encuestas y otros materiales.
Pero, a pesar de todo, con todas las rectificaciones que desde los campos más diversos, se hagan a la obra de Mariátegui, aun suponiendo que ella sea, en algunos aspectos, superada, siempre quedará en pie su ejemplo y su significado. Nunca merecerá esta obra “el silencio destinado a los escritorzuelos malévolos, ni el empellón agresivo a las nulidades con aureola y sitial, ni los romos adjetivos laudatorios a los escritorzuelos meramente simpáticos” sino el “análisis filoso y desbastado” destinado a las obras que palpitan y viven a pesar del paso del tiempo (Siete Ensayos ya va a cumplir ochenta años) que enfocan intereses permanentes, que quieren el bien de los más. Nadie podrá arrebatarle a Mariátegui el titulo de iniciador de los estudios socialistas en el Perú. Nadie tendrá derecho a dejar de admirar su consagración a la cultura y a la justicia social en un ambiente frío y envenenado; y, si al principio su vida fue bohemia y quizás impura, esta disciplina final que el dolor físico no hizo sino acrecentar, es un ejemplo de cómo la grandeza puede nacer no en el fácil ejercicio de un don innato sino en la libre selección de una alma que se castiga.
Lo que más vale en Mariátegui no son, pues, sus recetas y sus fórmulas, sino su personalidad integral. Hoy él deber de interpretar está lejos del “cliché” y del adjetivo convencional que él tanto odiara. No debe olvidarse, además, que murió a los treinta y cinco años.
(“Historia de la República del Perú”, Octava edición, Tomo 12, pag. 3067 3068).
ARGUMENTO
- Esquema de la evolución económica:
En este ensayo analiza el proceso socio-económico peruano partiendo de la economía colonial a la que percibe como una compulsiva escisión histórica que tuerce antinaturalmente la espontánea y fecunda economía incaica. El incario desarrolló una economía socialista, el trabajo colectivo tenía un carácter agrario, con fines sociales en su realización. La economía feudal implantada por los conquistadores resulta ajena al devenir histórico de estos pueblos, iniciándose una dualidad entre lo oficial impuesto y lo natural indígena negado. La colonia utilizó el trabajo colectivo como trabajo forzado en las minas, descuidando el agro y las obras de carácter público. El esquema virreinal sofrena las inquietudes comerciales de las colonias; la independencia surge como una respuesta a las necesidades del desarrollo capitalista de la civilización occidental. La República no logra articular la escisión producida por la conquista. La dependencia con el capital extranjero no cede ni siquiera ante la aparición de nuevos rubros de riquezas naturales; por el contrario, con ello se ahonda el carácter centralista, costeño y dependiente de la economía peruana.
...