ANÁLISIS DE CASO ‘LE PIDO PERDÓN AL PAÍS’

ANÁLISIS DE CASO ‘LE PIDO PERDÓN AL PAÍS’

‘Caso Interbolsa’ el mayor descalabro financiero en la historia económica del país que ha causado tanta conmoción que aun después de cuatro años desde el desplome de la comisionista de bolsa más grande de Colombia en 2012, sigue tomándose el caso como referente económico, social y en este caso ético, con la carta por parte del ex vicepresidente financiero de la firma: ‘le pido perdón al país’ que pone en evidencia el reconocimiento de las prácticas antiéticas, y de corrupción  que predominan en gran parte de los organismos de control públicos y privados del país.

Quinientos mil millones de pesos fue el total de dinero perdido después del debacle de Interbolsa, dinero que pudo haber sido invertido en problemas actuales de gran importancia, como la desnutrición de los niños o la escasez de agua. Sin embargo, se ve como los intereses de los particulares predominan sobre los problemas sociales de todo un país. Es aberrante el egoísmo y la falta de consciencia de los directivos de Interbolsa Rodrigo Jaramillo, Tomás Jaramillo, Víctor Maldonado, Juan Carlos Ortiz y Alesandro Corridori^[1], autores de los delitos de captación masiva, manipulación fraudulenta, administración desleal, y estafa entre otros. Pero más grave que todo ello es el engaño a todos los clientes de la firma, personas inocentes que aportaban su dinero sin ninguna mala intención, la posibilidad de generar una crisis financiera en el país afectando a todos los colombianos a través de los TES^[2], y la desconfianza que se genera por parte de los ciudadanos a entidades financieras de control como la Bolsa de Valores de Colombia (BVC), y la Superintendencia Financiera de Colombia, todo eso a cambio de llenar la unas agallas insaciables por el dinero y un ego insaciable de poder.

Tristeza, dolor, repudio son los sentimientos despertados por los colombianos al conocer los hechos. Y en mi concepto estos sentimientos no son despertados al tratar de entender el por qué se quería comprar ilegalmente a la textil Fabricato a través de REPOS,^[3] ni tampoco la Creación fraudulenta del Fondo Premium en Curazao, ni en general ninguno de los actos delictivos que encierra el caso. Los sentimientos son despertados a causa de la reflexión ética en entender la inconformidad del hombre por siempre querer más de lo que se tiene, y más de lo que se pudiera tener. Arabia Watemberg afirma en su carta ‘yo era un ejecutivo que traía una carrera brillante; y que me había preparado toda la vida para sobresalir en el campo de los negocios y en cualquier actividad que quisiese emprender.’ Si él era feliz y brillante, ¿por qué no podía ser conforme?, esto me lleva a reafirmar mi concepto sobre felicidad y llego a la conclusión de que la felicidad no es general, si no particular, y cada quien es feliz a su manera y puede distar de la felicidad de otro. Lo que sí es palpable es que Jorge Arabia tenía una falencia de conciencia moral, que remitiéndome al concepto de Horacio Martínez en una definición no tan textual es ‘Cuando una persona no ha encontrado el verdadero sentido de la vida, cuando no se sabe para qué seguir viviendo ni qué quiere hacer en la vida’. Considero que él lo había encontrado su sentido de la vida, pues ya era feliz y exitoso que es lo que todos desearíamos, lo que quiere decir que él aún no había encontrado lo que lo llenaba como persona.

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