AUTONOMIA Y TOMA DE DECISIONES BASADA EN VALORES
Enviado por Luisa Fer Sanchez • 18 de Mayo de 2018 • Ensayo • 1.292 Palabras (6 Páginas) • 183 Visitas
Taller 6 – Texto escrito- evaluación de texto escrito
Presentado por:
Luisa Fernanda Sánchez Ceballos
Código
1035911383
Grupo
90003_359
Tutor
Karina Torres
Curso académico
Competencias comunicativas
Universidad Nacional Abierta y a Distancia “UNAD”
CEAD: Medellín
Programa Regencia en Farmacia
Medellín, de mayo de 2018
AUTONOMIA Y TOMA DE DECISIONES BASADA EN VALORES
INTRODUCCION
En nuestra vida cotidiana siempre interactuamos con otros seres humanos. Ya sea con gusto o no, por obligación o por placer, todos los días nos encontramos viviendo en sociedad. Desde los integrantes de nuestra familia, los vecinos, los que atienden los negocios a los que normalmente vamos a hacer nuestras compras, los conductores del transporte público, hasta los compañeros de la universidad o del trabajo, toda nuestra vida se desarrolla y nosotros con ella, en estrecha relación con otras personas. Es muy difícil imaginarnos vivir completamente fuera de la sociedad. Incluso si nos pudiéramos ir lejos y ser ermitaños, no sólo en los posibles y esporádicos encuentros con peregrinos o viajeros, sino en la propia formación que hubiéramos alcanzado antes de refugiarnos en la soledad, se manifestaría nuestro carácter social.
El carácter social nos acompaña toda la vida aunque en algunas ocasiones, desde nuestra individualidad, podamos verlo como algo que nos es ajeno, impuesto o incluso prescindible. ¿Por qué vivimos en sociedad? ¿Por qué la convivencia con las otras personas, al mismo tiempo que es necesaria, también puede llegar a ser conflictiva?
Por lo que se refiere a los individuos de la especie humana es de destacar cómo, a pesar de sus singularidades y diferencias, se trata de individuos autónomos que interactúan constantemente entre sí. Estas interacciones pueden ser muy diversas e implicar también distintas motivaciones; a veces nos mueven más los sentimientos altruistas y de solidaridad; otras, en cambio, nuestro egoísmo e interés personal, familiar o de grupo. Por eso no debe extrañarnos que las relaciones con otros seres humanos puedan ser armoniosas y pacíficas, como también tensas y conflictivas. Son nuestras decisiones y comportamientos los que nos darán respuesta a ello.
DESARROLLO
Es oportuno señalar que cuando hablamos de relaciones “armoniosas” o “conflictivas” con los demás, no estamos presuponiendo que necesariamente las primeras sean siempre positivas y las segundas negativas. Por ejemplo, en una comunidad racista, la búsqueda de la armonía social puede llevar a compartir su racismo por simple conveniencia o comodidad a pesar de que las costumbres establecidas impliquen grandes injusticias; en cambio, la irrupción del conflicto puede surgir a partir de una crítica que cuestiona precisamente esas costumbres injustas y trata de superarlas. Es a partir de nuestra interacción con los otros que podemos desarrollar de manera óptima nuestras capacidades.
Pensemos, por ejemplo, en todas las cosas que hemos aprendido a lo largo de nuestra vida. Aunque mucho es resultado de nuestro esfuerzo personal, siempre ha estado presente ese vínculo social en el cual hemos crecido, primero dentro del seno familiar, después en el colegio y en el espacio de trabajo. Y no sólo hemos aprendido “el conocimiento científico”, sino también a conocernos a nosotros mismos, a comunicarnos con los demás, a apreciar la música o un buen libro, a disfrutar de los amigos y a defender nuestros puntos de vista, por mencionar sólo algunos aspectos. Dada la relevancia de lo social para el desarrollo del ser humano, nacemos en sociedad y es dentro de sus instituciones donde pasaremos toda la vida; nuestro nacimiento está asentado en el registro civil con el nombre que nos dieron nuestros padres y que, de no hacerse una petición para cambiarlo, nos acompañará hasta la muerte, la cual quedará también registrada en dicha institución. Así mismo, es dentro de una familia donde transcurrieron nuestros primeros años de vida, en la escuela donde aprendimos a leer y escribir, y en alguna empresa y/o ocupación pública donde podemos trabajar.
Entonces, es a partir de las instituciones que interactuamos con los otros, tanto para desarrollar los intereses que podamos tener en común como para conseguir nuestras propias metas y sueños personales. Precisamente porque nuestras relaciones con los demás pueden ser conflictivas, requerimos de acuerdos y normas que nos permitan organizarnos en sociedad y resolver esos posibles conflictos sin tener que recurrir al uso de la fuerza o, incluso, a la eliminación física del otro.
ASPECTOS QUE DIFICULTAN LA TOMA DE DECISIONES
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