Alain Touraine

COMENTARIO:

¿PODEMOS VIVIR JUNTOS? IGUALES Y DIFERENTES.

(ALAIN TOURAINE)

Hoy en día las fronteras no existen, pues las mercancías, la información y los capitales transitan libremente. Lo que estaba lejos ahora está cerca, la modernidad ya no es la que sucede a la tradición, estos son los tiempos donde todo se mezcla.

Pues vivimos en una sociedad mundializada, globalizada, que invade la vida pública y privada de las personas de aquí y de todas partes del mundo. O como nos dice Alain Touraine “en la era de la globalización, los sujetos son de aquí y de todas partes y a la vez de ninguna parte”. O lo que complementaria el sociólogo Zygmunt Bauman cuando nos afirma que estamos dentro de una modernidad liquida, en un mundo de ambivalencias, aludiendo a este mundo incierto, indeterminado, lleno de incertidumbres y que obliga al hombre a refugiarse en si mismo cayendo inevitablemente en la depresión.

En la actualidad, los controles sociales y culturales establecidos y llevados a cabo por las instituciones como el Estado, La familia, La iglesia o La escuela se han debilitado de manera rápida y progresiva; pues es común en nuestro medio ver como a la luz de nuestros ojos se desvanecen las instituciones o conjuntos políticos, sociales, culturales, etc…de la misma manera en que también se destruyen los lazos sociales (desocialización) entre los individuos, por ello, el sistema y los actores que deberían estar indisolublemente unidos, ahora están separados.

Se ha sepultado también ese universo simbólico, para dar paso a un racionalismo instrumental, donde el papel de sujetos que es el que verdaderamente debemos desenvolver, es remplazado por el de unos simples actores que operamos de manera mecánica y donde nuestros papeles ya están dados. Y en la mayoría de veces también nos vemos obligados a forjar unas relaciones impersonales, ya que la relación directa hombre a hombre ya no es necesaria en ocasiones, pues ha sido sustituida por los nuevos inventos tecnológicos.

La economía se reduce a un conjunto de empresas transnacionales, que representan únicamente los intereses de las grandes oligarquías y que en si son totalmente diferentes y ajenas a un tipo de sociedad y cultura.

Esta clase de economía globalizada, ha formado unas leyes de mercado universales las cuales son capases de destruir sociedades, culturas, movimientos sociales, y con ello la obsesión de volver a tener una identidad propia es contrarrestada por las políticas arbitrarias de los gobiernos los cuales no pueden sostenerse sino en la represión.

Así como en la edad media el hombre estuvo a sumisión de la iglesia, ahora lo está a las leyes del mercado y la globalización, pues en el funcionamiento de estas sociedades, hay más dominación que racionalidad, más deberes que derechos.

Por ello y en respuesta a la pregunta que formula Alain Touraine, en esta época contemporánea, efectivamente si vivimos juntos, pues miles de personas miramos los mismos programas de T.V., tomamos las mismas bebidas, usamos las mismas ropas, se pone de base un solo idioma para la comunicación muchos países, una sola moneda es la base económica y financiera. Obedeciendo a esto, se forman opiniones públicas mundiales, y que despiertan interés en todas partes como: el calentamiento global, las armas nucleares, la guerra en el medio oriente, el mundial de futbol, o el rescate de los mineros en Chile, entre otras.

Todo lo anterior acaba poco a poco con las redes, con las pequeñas colectividades, con la cultura, las costumbres, lo identitario de los pueblos, conllevando a una desocializacion

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