Atención a la diversidad

La atención a la diversidad es una realidad en todos y cada uno de los centros educativos, y busca dar respuesta a las necesidades educativas de todo el alumnado.

Miguel es un niño con discapacidad intelectual y una visible cicatriz en el labio como resultado de una intervención quirúrgica en la infancia por labio leporino; él tiene 12 años, es hijo único y ambos padres trabajan. Los padres niegan conocer con seguridad el diagnóstico de su hijo y creen que una manera de impulsarlo es teniendo todos los recursos y que asista a distintas terapias y clases de lenguaje, consideran que necesita compensación por su problema.

A Miguel le cuesta trabajo socializar con compañeros de su edad, pues siente que sólo se fijan en su cicatriz; sin embargo, en realidad es muy inquieto y le gusta platicar, pero sus compañeros de clase y padres de familia de ellos, creen que es mejor el cambio de Miguel a una escuela especial, opción que la maestra dio a conocer a los padres pues considera que sería de gran ayuda para el alumno ingresar a este tipo de escuela.

El caso de Miguel es un ejemplo más, de algo  que existe en la actualidad y se da día a día en las distintas escuelas, la discriminación existe y deja huella a los alumnos en su desarrollo emocional.

Actualmente se cuenta con muy pocos valores y con el poco deseo de ayudar a los demás, sumándole la época en la que vivimos donde las tecnologías e información han acabado con la  comunicación cara a cara y esto afecta las relaciones afectivas, interpersonales y la sensibilidad hacia los demás, en este caso se puede apreciar lo que surge a falta de empatía: la discriminación, la falta de confianza, de respeto y la falta de información que tienen los alumnos, padres de familia y la maestra para ayudar a Miguel,  pudiendo esto, causar efectos en el alumno como:

• Sentirse rechazado
•  Sentir que no tiene la oportunidad de expresarse y convivir
• Causar dudas del motivo por el cual no tiene la oportunidad de ser como todos sus compañeros.
• Pensar en su discapacidad como algo malo, no como una diferencia que lo hace único.
• Autoestima baja y de actitud cohibida
• Sin ánimo de asistir a la escuela y de conseguir superación

El grupo al cual pertenece Miguel lo rechaza por completo, debido a la poca información que tienen de él; ellos consideran que la situación y presencia de Miguel en el aula es un problema, pues requiere de ayuda para realizar las actividades, y consideran no debe permanecer un día más en esa escuela,  por lo que han pensado que la mejor manera de poder hacer notar su inconformidad es otorgarle un trato diferenciado y violento, impulsado por Enrique que en ocasiones debe ayudar a Miguel con alguna actividad, pues supongo la maestra considera que es una forma de que se conozcan e interactúen ,y buscando que alguien se interese en apoyar a Miguel y garantizar su integración al grupo, además de deslindarse un poco de sus responsabilidades.

Pero Enrique tiene concepciones totalmente erróneas de su compañero, sin embargo eso viene de los valores que le son fomentados por su familia, su forma de tratar a los demás depende mucho de lo que  el  mira en casa  y las actitudes de los adultos con los que convive.  Sus padres discriminan a Miguel mencionando que: “Es un retrasado”, “Esta enfermito”, “No debe asistir a esa escuela”, por ende no se puede esperar actitudes diferentes de su hijo, pues mientras sus padres continúen igual, las acciones de Enrique serán lejanas a lo esperado.

La etiqueta de discapacidad intelectual en este caso es interpretada de distintas formas: por Enrique como la inutilidad para realizar cualquier acción, para la maestra como una barrera para aprender, y para los padres de Miguel como una enfermedad que ha dejado mucho sufrimiento a su hijo y le ha puesto muchas limitantes. Sin embargo el libro “Las necesidades especiales en el aula” menciona que La utilización de etiquetas que destacan las causas posibles de las dificultades de aprendizaje de los niños tiende a distraer la atención de factores que pueden ser importantes para ayudarlos a superarse.

Se enfocan en estereotipar las diferencias, pero no de atenderlas cuando lo ideal es buscar metodologías para  el trabajo con estos alumnos y concientizar e informar a la comunidad escolar de más casos como este.

En ocasiones la solución a los problemas es deshacerse de estos,  desde mi punto de vista supongo que la maestra de Miguel no sabe cómo lidiar con la situación de discriminación que está ocurriendo en su grupo, por eso está tomando como una opción el cambio de escuela a una especial, ignorando algunos argumentos contra las escuelas especiales del libro “Las necesidades especiales en el aula”

• Los padres no suelen ver con agrado que su hijo sea admitido en una de ellas.
• Las escuelas especiales tienen una connotación negativa.
• No existe ninguna prueba convincente de que los alumnos progresen más cuando frecuentan una escuela especial.
• Por su tamaño y su tipo de organización las escuelas especiales ofrecen un currículo que tiende a ser más limitado, lo que reduce las oportunidades de disfrutar de una amplia variedad de actividades educativas.
• En la escuela especial los alumnos no tienen la oportunidad de relacionarse con niños “normales”.
• El traslado de una escuela especial suele ser definitivo para el resto de la escolaridad del niño, si bien el retorno a la escuela regular es teóricamente posible, esto ocurre rara vez en la práctica.

Con esto estaría separando a Miguel de la sociedad activa en la que él está inmerso; lo que se debería de realizar es crear conciencia en los alumnos a través de actividades lúdicas en colectivo y en equipo con el fin de que aprendan a convivir y compartir con todos. Estrategias como dramatización de cuentos, exposición de murales, videos reflexivos, lectura de libros, por mencionar algunas, siendo el objetivo que en las cuales a cada uno se le asigne un rol y  se relacionen temas educativos con las necesidades que su compañero presenta.

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