CAMBIOS Y RIESGOS ASOCIADOS A LA ADOLESCENCIA Y DESARROLLO CEREBRAL Y ASUNCIÓN DE RIESGOS DURANTE LA ADOLESCENCIA
Enviado por Julen Crespo • 4 de Octubre de 2021 • Trabajo • 1.380 Palabras (6 Páginas) • 127 Visitas
ACTIVIDAD GUIADA 1: CAMBIOS Y RIESGOS ASOCIADOS A LA ADOLESCENCIA Y DESARROLLO CEREBRAL Y ASUNCIÓN DE RIESGOS DURANTE LA ADOLESCENCIA
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Síntesis de los artículos
La adolescencia es un periodo de constante cambio que se extiende entre la niñez y la adultez. Estos cambios se producen a nivel biológico, comportamental y social: las relaciones con la familia y amigos cambian, las relaciones de liderazgo y competición con sus iguales aumentan, comienzan a tener una necesidad de aceptación por parte del grupo de amigos y muchas veces despierta un interés romántico o amoroso por otra persona. Por ello, Stanley Hall definió la adolescencia como un periodo de storm and stress.
Desde el mismo momento en que el individuo nace hasta alcanzar una edad madura, el cerebro sufre cambios constantes que influyen en el comportamiento y en la toma de decisión de la persona. Estos cambios afectan fundamentalmente a la corteza prefrontal, estructura encargada de muchos procesos cognitivos; pero también afectan al circuito mesolímbico, relacionado con la motivación y la búsqueda de recompensas. Como consecuencia de los cambios y los diferentes ritmos de maduración se produce un desajuste entre ambos circuitos, lo que genera un aumento de impulsividad y de asunción de riesgos en los adolescentes. Algunas de esas conductas impulsivas y arriesgadas podrían ser el consumo de drogas, las relaciones sexuales, las conductas delictivas, etc. En todas estas conductas influye la baja percepción de riesgo y la baja conciencia sobre las consecuencias negativas que pueden tener.
Las relaciones personales y las dinámicas sociales que se establecen en estos años se convierten también en otro de los aspectos claves de cambio durante la adolescencia. La reorganización sináptica que ocurre durante estos años en la corteza frontal no es ajena a las experiencias vividas por los chicos y chicas ni a las influencias contextuales a las que están sometidos, sino que por el contrario, todas las actividades que los y las adolescentes lleven a cabo durante estos años incidirán en el modelado de su arquitectura cerebral como no lo haría en cualquier otro momento de su ciclo vital.
Hasta hace bien poco se pensaba que los cambios arriba descritos tenían lugar durante la primera década de la vida, de forma que la arquitectura cerebral estaba definida al llegar la pubertad. Sin embargo, hoy día en numerosos trabajos científicos se indica que si bien esto es cierto para muchas zonas cerebrales, otras continúan desarrollándose durante la adolescencia.
Otros estudios dicen que en la adolescencia media y tardía los jóvenes siguen manteniendo su preferencia por la búsqueda de nuevas sensaciones y conductas de riesgo, aunque estas suelen darse en compañía de sus iguales, como el consumo de drogas o las actividades delictivas. Los adolescentes suelen asumir más riesgos cuando están acompañados que cuando están solos.
Aunque esos comportamientos tengan consecuencias negativas a simple vista, muchas veces las conductas impulsivas y de riesgo pueden tener un efecto positivo en el individuo, como mejorar su autoestima, crear una identidad o ser una oportunidad para el desarrollo y el crecimiento personal.
Implicaciones prácticas
Es necesario conocer los cambios que el cuerpo y la mente sufren en esta etapa para poder trabajar con los adolescentes de manera adecuada. Sin un conocimiento básico de la problemática que sufren es muy difícil utilizar los métodos y herramientas correctas. Sin embargo, cuando el profesor conoce el comportamiento del adolescente es más fácil que pueda empatizar con él y que haya un ambiente más cordial y productivo.
Sabiendo que los adolescentes están continuamente buscando nuevos estímulos y experiencias, es productivo proponer nuevas actividades que supongan algo nuevo para ellos o que supongan un reto al que nunca antes se han enfrentado, además de actividades que puedan tener un efecto positivo a la hora de evitar caer en la búsqueda de nuevas experiencias negativas como las drogas, el sexo no seguro… Para ello, sería interesante hacer charlas con personas externas que vivieron esas experiencias, como ex toxicómanos o personas que contrajeron alguna Enfermedad de Transmisión Sexual, para que cuenten sus experiencias y conciencien a los jóvenes a pensar antes de tomar decisiones arriesgadas o no acertadas.
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