CASO DE ESTUDIO: LA EDUCACIÓN A DISTANCIA UNA REALIDAD POR CONOCER

CASO DE ESTUDIO:  LA EDUCACIÓN A DISTANCIA UNA REALIDAD POR CONOCER.

Para responder este foro se parte de una premisa, el acto educativo implica una serie de acciones y relaciones que no pueden verse ni asumirse separadas del entorno en que este se lleva a cabo; en tal sentido conocer/desconocer/reconocer el contexto, puede ser un elemento clave y factor diferenciador en los alcances de nuestra labor docente. Es decir, se debe entender las particularidades, dificultades y potencialidades de una población estudiantil tan heterogénea, viendo esta diversidad como una oportunidad y no como una amenaza.

Como docentes de entornos virtuales de aprendizaje (EVA) debemos aproximarnos desde un lugar distinto a la experiencia cotidiana, tanto de los estudiantes, como de nosotros mismos, con el fin de robustecerla al momento de entender los distintos contextos. En tal sentido Escontrela (2003) propone que “las peculiaridades del contexto introducen elementos diferenciadores que deben reflejarse explícitamente en el diseño de las situaciones de aprendizaje”. (p. 36); esto sitúa el contexto en una perspectiva bi-escalar, por una parte, en el orden de los actos educativos que se dan en las situaciones de aprendizaje; pero también, poniendo sobre la mesa que el contexto social constituye un elemento cuyas distintas fuerzas operan sobre la educación.

Garcia Arieto (2013), citado en Falcon (2013), define la educación a distancia como: 

un sistema tecnológico de comunicación bidireccional, que sustituye la interacción personal en el aula de profesor alumno como medio preferente de enseñanza, por la acción sistemática y conjunta de diversos recursos didácticos y el apoyo de una organización tutorial, que propician el aprendizaje autónomo del alumno. 

En la modalidad remota y a distancia, se prioriza la utilización de recursos en línea que permiten el acompañamiento y la tutoría, poniendo a disposición tecnologías, recursos y herramientas que permiten la interacción sincrónica o asincrónica a través de una comunicación bidireccional orientada por el docente, para brindar retroalimentación al estudiante según su experiencia cotidiana, sus motivaciones, sus saberes previos, etc.

Es así que se deben priorizar recursos digitales que posibiliten de forma transversal, tanto en la modalidad remota como de alternancia, el trabajo autónomo y el aprendizaje colaborativo. Estos recursos se pueden trabajar de manera sincrónica o asincrónica, dependiendo del propósito pedagógico de las actividades y las características del recurso y su función.

Por otra parte, Buelens (2002) citado en Aarón (2016), da una mirada del contexto vinculando las variables institución, docentes, estudiantes, en relación con las condiciones de que se disponen para el proceso de enseñanza aprendizaje y de cómo estas son determinantes para el ejercicio docente

Desde el inicio de los estudios sobre el aprendizaje de los estudiantes, algunos autores remarcaron la importancia de los factores del entorno. Según estos autores deben tenerse en cuenta el contexto de enseñanza (docencia, evaluación y currículum), ya que tiene una importancia fundamental en el aprendizaje. En este sentido, es amplia la literatura que mantiene que el profesorado también desarrolla una determinada concepción de la enseñanza y el aprendizaje, lo cual, junto con los recursos y las competencias docentes de que dispone, tiene una influencia directa en el desarrollo de su tarea docente. (p. 357).

Lo anterior pone de manifiesto que abordar el contexto implica un ejercicio de perspectiva de quien lo realiza, a qué escala lo hará, qué dimensiones incluirá, que actores privilegiará, toda vez que un análisis de contexto, dependiendo de los propósitos a que sirve, puede incluir dimensiones familiares y emocionales de los estudiantes para identificar su relación con los procesos de enseñanza aprendizaje,

Las instituciones de enseñanza tienen como uno de sus objetivos principales mejorar constantemente los contextos de enseñanza centrándose en las necesidades y características de los estudiantes para que desarrollen un enfoque reflexivo. Por esta razón, deben tenerse en cuenta las competencias previas de los estudiantes, condicionadas también por su entorno familiar y por su experiencia previa en los centros de enseñanza. (Bourdieu y Passeron, 1996; Boudon, 1983, pág. 358.Citado en Aarón, G. 2016).

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