Caso David Murcia

CONCLUSIÓN

En medio de una vida frenética y extravagante, donde rodaban a chorros los fajos de billetes, los carros lujosos y las nubes de escoltas, estaba planeando la expansión global del multimillonario negocio que hace unos años este señor  había instalado en su cuartel general en Panamá.

David Murcia no sólo estaba pensado en abrir sedes de DMG en 100 países, sino que tenía hasta la intención de comprar la cadena de televisión CNN. Y estaba convencido de que su marca, DMG, llegaría rápidamente a ser tan reconocida en el mundo como Coca-Cola y Google, Samsung; por ende sus futuro supuestamente sería fantástico. Ahora bien el tamaño de su negocio y la astucia que desplegaba hace ver la capacidad de movimientos de activos cuando no son supervisados correctamente pues esta mega empresa se convirtió en  la torre de babel financiera que Murcia construyó en apenas un par de años. Y eso sin contar con la estrategia política que orquestó. En los videos con los que se dirigía a sus clientes pregonaba que iba a acabar con el hambre del mundo y le pedía a la 'familia DMG' "creer en Dios y en David Murcia Guzmán". Sin duda en un principio todo sería color de rosa pero muy por el contrario las audiencias dejó claro  la evidencia recogidade que  se trataría de una operación de lavado de activos sin antecedentes en el mundo: por el alcance de sus tentáculos ya estaba en ocho países, tenía 42 empresas en Colombia y 53 en el exterior  y por lo sofisticado del sistema que utilizaba, que no se limitaba al ya viejo conocido esquema de las pirámides, sino que se movía como pez en el agua creando empresas legales y de fachada para ponerlas a su servicio.

Por ende existe dos componentes que hizo evidente en esta empresa y son las  estrategia financiera y penetración del poder aunado  un proyecto de apoyo popular inteligentemente explotado, con la vieja argucia de las pirámides que ilusiona a los pobres con hacerlos ricos y con un discurso que buscaba más allá del negocio fundar una religión, el resultado es que David Murcia parecía haber encontrado una fórmula inédita en el mundo que parecía indestructible. Pero buena parte de la estrategia de infiltración que orquestó la cúpula de DMG empieza a revelarse con las grabaciones y documentos, producto de un año de seguimientos y de los nueve allanamientos a dmg en ciudades colombianas lo que hizo ver lo grave del asunto.

Por tal para nadie es un secreto que para montar una empresa se necesita dinero. Y David Murcia, en solo  tres años, no tenía en qué caerse muerto. Por eso, llegó a ser un misterio de  cómo consiguió los primeros 100 millones de pesos con los que creó DMG en 2005, ni tampoco de dónde sacó, por citar apenas dos ejemplos, los 6.500 millones de pesos que le dio en agosto de 2007 a una tendera de Orito para montar más oficinas de DMG en otros pueblitos de Putumayo; o los 10.000 millones de pesos que le robaron de una caleta, y que prefirió no denunciar. Sin duda que  David Murcia pertenece a una nueva generación y que podría ser el que ha encontrado la fórmula más refinada, no sólo para hacer legal lo ilegal, sino también para involucrar a toda la sociedad en el negocio.

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