Causas de la crisis europea
Enviado por mariachapado • 30 de Julio de 2011 • Trabajo • 2.097 Palabras (9 Páginas) • 1.043 Visitas
Causas de la crisis europea
La crisis financiera ocasionada en Estados Unidos, que dio lugar a una crisis a nivel global, tuvo sus raíces en una crisis inmobiliaria, caracterizada por el fuerte crecimiento de la producción de viviendas y el incremento del precio de la vivienda.
Este acontecimiento vino impulsado por el ciclo económico de los años 2000.
Dado que la vivienda es un bien que proporciona utilidad (al que la usa) y, al propio tiempo, un activo que otorga rentabilidad a su propietario (que no la usa), en forma de alquileres y/o plusvalías generadas por su revalorización, en la fase expansiva del ciclo aumenta la demanda de viviendas y con ella la producción y precio de la vivienda. Ello a su vez ejerce un efecto multiplicador sobre el conjunto de la economía, pues a medida que crecen la renta y el empleo, mejoran las expectativas de los agentes económicos, aumentando el consumo final y la formación de capital, que retroalimentan el proceso expansivo. No obstante, este boom produjo varios efectos. La crisis inmobiliaria tiene grandes consecuencias en el empleo, pues se trata de una actividad intensiva en empleo, que además estimula la actividad de muchas ramas industriales y servicios relacionados con ella. Al mismo tiempo, el encarecimiento de la vivienda dificulta la accesibilidad a la misma, y sobre todo, el detonante de la crisis financiera se encuentra en el endeudamiento de los hogares mediante préstamos hipotecarios a tipos de interés variable.
Las causas de la crisis de la Euro zona se encuentran en los particulares booms inmobiliarios producidos en algunos países pertenecientes a la UEM como son España e Irlanda.
La crisis financiera internacional genera un efecto muy adverso sobre los flujos reales de la economía, no solo a través de la restricción y encarecimiento del crédito, sino también porque contribuye a crear expectativas pesimistas en los agentes económicos sobre la evolución futura de la economía.
La crisis financiera actual está causada por los siguientes motivos:
- Política monetaria activista y expansiva, principalmente de la FED y en menor medida del BCE.
- Abundante oferta de fondos prestables de las economías asiáticas, principalmente China, por su superávit en balanza por cuenta corriente.
- Fuerte competencia internacional entre entidades financieras que provoca la aparición de activos de alto riesgo.
- Un entorno institucional dominado por la desregulación.
- Escasa independencia de las agencias de rating.
- Inadecuada normas de valoración de activos y balances.
Todos estos ingredientes provocaron que el estallido de la burbuja inmobiliaria, provocase a su vez el estallido de la burbuja financiera. Como consecuencia de ésta crisis financiera, se produjeron las siguientes repercusiones en la economía.
- Grandes problemas de solvencia de las entidades financieras. Algunas entidades han de ser intervenidas y otras quiebran.
- Parálisis de los mercados interbancarios: se extiende una inaudita falta de confianza entre instituciones financieras por la falta de información real y veraz sobre sus balances.
- Crisis bursátil resultado de combinar la falta de crédito, las nefastas expectativas de futuro y las maniobras especulativas.
- Masivas y concentradas intervenciones públicas. Por un lado, los bancos centrales interviene facilitando la liquidez, y por otro lado, los gobiernos incrementan el gasto público intentando mantener la estabilidad de la economía.
En definitiva, la crisis financiera, que estalla a raíz de la crisis inmobiliaria, y que la retroalimenta, provoca una serie de importantes desajustes sistémicos en la economía que requieren del incremento desmesurado del gasto público.
Esto provoca la aparición sobrevenida de la crisis de deuda soberana, y por tanto, de la Euro zona.
La crisis financiera da lugar a una crisis en la economía real, ocasionada por fuertes desajustes macroeconómicos, así como por un alto endeudamiento de los países de la Euro zona, que va a dar lugar, a su vez, a una crisis en las finanzas públicas.
En cuanto a los desajustes macroeconómicos, cabe destacar por un lado, la caída del gasto, del producto y de la renta ocasionado por la crisis económica y financiera, que va a afectar a la recaudación de las principales figuras impositivas (IRPF, IS, IVA…). Por otro lado, la caída del empleo y el aumento del paro incrementan las prestaciones sociales, y finalmente, ligado a lo anterior, se unen las medidas expansivas tanto fiscales como de gasto público, adoptadas por los Estados para combatir la crisis. Nos encontramos por tanto ante una situación en la que los Estados tienen cada vez mayores gastos (debido al incremento de prestaciones y de la política para hacer frente a la crisis ya comentada), y a su vez menos ingresos (como consecuencia de la disminución del empleo, menores beneficios de las empresas…), lo que da lugar por tanto a graves desajustes de las finanzas públicas, y a altos déficit públicos que van a ser especialmente importantes en países como Grecia, Irlanda, Portugal y España.
Esta situación se ve más agravada aún por la creciente desconfianza de los mercados financieros internacionales, acerca de la solvencia de los Estados mencionados para atender sus compromisos derivados del endeudamiento (pago de intereses y amortización de la deuda). La principal consecuencia de esta situación es que en el año 2010 se eleva mucho la prima de riesgo que los mercados financieros exigen a estos Estados para adquirir sus títulos de deuda pública, es decir, cada vez tienen que ofrecer una mayor rentabilidad por sus títulos, lo que implica mayores gastos para ellos, generándose así un círculo vicioso de déficit-endeudamiento, que les sitúa en una crítica situación de insolvencia. Finalmente, los Estados griego, irlandés y portugués se ven en la necesidad de solicitar ayuda financiera a los restantes Estados de la Euro zona (mayo de 2010, noviembre de 2010 y mayo de 2011).
Además, es importante destacar el hecho de que no sólo son éstos los Estados afectados por la desconfianza de los mercados financieros, sino que se ha producido un importante efecto contagio hacia países como España, Italia o Bélgica, que registran graves desajustes en sus finanzas públicas y débiles expectativas de recuperación económica a corto plazo. Todo ello ha dado lugar a que países más seguros y solventes, como por ejemplo Alemania, compren deuda pública de los Estados más afectados financieramente, ocasionándose una caída en la cotización de dichos títulos y un fuerte encarecimiento de la emisión de nueva deuda pública, que tiene que ser emitida no sólo para cubrir el
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