Comunidad Y Educación

COMUNIDAD Y EDUCACIÓN:

Uno de los elementos coadyuvantes al establecimiento de la sociedad moderna ha sido, sin duda, la educación. La consolidación de un aparato escolar que sirve a las demandas de un proceso social cada vez más complejo se ve reflejada en el crecimiento y diversidad de las opciones educativas.

La educación se entiende como un proceso intencional de la persona humana en virtud del cual el ser humano llega a ser capaz de formular su propio proyecto personal de vida y hacerle realidad en su existencia individual, en la familia y en la comunidad humana, en el mundo del trabajo, en el ámbito del ocio y la amistad y en la vida de fe.

La educación no responde a un solo estímulo, sino que resulta de la convergencia de factores naturales, técnicos y sobrenaturales que actúan sobre el ser humano a través de la familia, de la sociedad en general y específicamente de la institución escolar.

La educación puede ser entendida con una doble función: la reproductora, puesto que reproduce los modelos culturales de la Comunidad para los nuevos miembros y la renovadora que, a través del cambio y la innovación, contribuye al desarrollo de los individuos que serán, a su vez, los elementos dinámicos y vitales de la Comunidad. El punto de apoyo básico para todo este proceso es el de las relaciones interpersonales. Por lo tanto, Educación y Comunidad son elementos inseparables para el desarrollo de la Sociedad

El rol desempeñado por el educador en este contexto ha sido trascendental; si bien la escuela puede ser entendida como el ámbito donde se produce la interacción entre educadores y educandos, también puede ser observada como una organización que se ha ido transformando gracias a las innovaciones introducidas por docentes con amplias perspectivas. En este orden de ideas, podemos indagar acerca del carácter de la profesión docente, tomando en cuenta sus múltiples connotaciones; así, podemos discurrir en torno a la socialización y el origen social del educador; es necesario disertar sobre el liderazgo del educador, respecto a su papel dentro del aula y en su entorno social, en que es mucho más amplio y se extiende a las relaciones por él establecidas con la comunidad educativa (educadores, alumnos, padres y representantes) y con el medio donde está ubicado su lugar de trabajo (barrio, urbanización, asentamiento campesino, comunidad indígena).

Los progresos alcanzados en el campo de las ciencias sociales acerca de la integración del individuo a su ambiente, han puesto de relieve el carácter gregario que cubre la mayor parte de sus acciones. Diversas disciplinas se interpenetran para ofrecer ciertos ángulos de análisis sobre el tema de la sociabilidad intrínseca del ser humano. Este hecho se ve confirmado por la misma conformación biológica del hombre que lo hace dependiente de otros desde el instante en que nace, donde se inicia n rico y variado proceso de aprendizaje que van a abarcar toda la existencia humana. En suma es la apropiación que la persona hace del mundo que la rodea.

La Psicología ha conceptualizado la internalización de la realidad, por parte del sujeto, con la noción de proceso de socialización. La socialización significa la manera como la persona se integra en un medio social especifico; esta integración se produce a medida que el individuo va aprendiendo el conjunto de normas, valores, roles, que le dan base al orden social donde é se desenvuelve.

En una primera fase podemos hablar de socialización primaria, que se relaciona con la niñez. Esta fase es de suma importancia porque en ella se echan los cimientos del desarrollo de la personalidad, a través de la identificación e imitación de conductas y roles que el niño capta en su ambiente. En primer instante, el niño se identifica con las personas más próximas a el y su percepción de los roles y conductas está asociada al comportamiento que observa en aquellas. Esta particularización cede paso a una generalización cuando, en su crecimiento, el niño entiende que los roles, actitudes, normas tienen un alcance mayor que él de su círculo familia. En fin, cuando el ser humano deja de identificarse con su entorno más inmediato y torna a identificarse con la sociedad en su conjunto puede hablar del final de una etapa en su socialización y el comienzo de otra. Debemos enfatizar que este primer momento en la vida del hombre es básico para sus futuras ejecutorias. Es en la socialización primaria donde se construye el primer mundo del individuo. Esto no debe llevarnos a plantear determinismos de ninguna clase porque la socialización también significa un permanente estado de tensión o equilibrio entre la realidad que circunda al individuo y su propio mundo interior, su subjetividad.

La socialización secundaria comienza cuando el individuo logra captar la universalidad de los roles, normas y valores; es decir, la persona se abre a un mundo trascendente al plano familiar y que le plantea nuevas exigencias; la familia pierde importancia como agente socializador y otras instituciones empiezan a desempeñas ese papel: la escuela, las asociaciones civiles, el mundo del trabajo, las actividades deportivas, encierran infinitos roles que van perfilando el status del individuo.

En este orden de idea podemos sostener que en el docente se resume un proceso de socialización que ha tenido a la escuela como uno de sus agentes más importantes. Ello significa que la escuela representa, para quienes escogen la enseñanza como medio de vida, una línea de continuidad porque de educandos devienen en educadores. Los diferentes roles que debe cumplir el docente a lo largo de su existencia le permiten acrecentar el conocimiento de su medio y de su sociedad; no sólo va a efectuar un trabajo que consiste en impartir conocimientos a la población escolar, sino que puede participar en otras tareas dentro de la escuela como serían, por ejemplo, las de tipo administrativo y las vinculadas a la producción de nuevos conocimientos. De igual manera, están sus relaciones fuera del aula de clase (con la comunidad educativa, como participante de otros eventos no directamente escolares.

El educando y el educador, son socializados por una institución como lo es la escuela. Ya puntualizamos que la escuela continúa la labor socializadora de la familia porque inculca en el niño una valoración universal del sistema de roles y normas que dirigen la vida en sociedad. La escuela socializa al docente por ser su medio de trabajo y por demandarle el aprendizaje de ciertas destrezas y la observación de normas y valores determinados.

Podemos destacar la importancia que reviste una buena formación profesional para todos

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