Concepción de la Mujer en el siglo XIX

La concepción de la mujer en el siglo XIX

Concepción Arenal fue una escritora y así como periodista que demostró ser innovadora y un desafió intelectual y práctico para su época, se le considera una pionera y precursora del feminismo español; Concepción destaca por su compromiso con sus ideales, pues no dudo jamás en aparentar ser hombre para poder frecuentar y formar su educación en la Universidad Complutense de Madrid. Arenal fue una activista comprometida con los derechos de la mujer y civiles en el siglo XIX. También fue la primera mujer Visitadora de Cárceles de Mujeres, trabajo en el que se desarrolló por dos años; participo siempre en acciones de beneficencia pública y apoyó a la clase obrera.

En sí misma su vida y obra muestran su disposición a lo humano y social. Concepción tuvo una vida poco sencilla, pues a la edad de ocho años quedo huérfana por la muerte de su padre. Su padre Ángel Arenal Cuesta, militar sumamente respetado, visito numerosas veces la cárcel por su aprobación de la ideología de la Constitución y una creación de Estado liberal, posicionamiento que representaba el contraste la monarquía absolutista del rey Fernando VII, razón por la cual su padre fallece en 1829. La obra de Concepción Arenal se expresa en la relación entre el delito el delincuente, la pena y su expresión al cumplirla, a lo que se le suma el análisis introspectivo de las prisiones y su inhumana respuesta del gobierno. Es en año de 1869 que Concepción publica una obra pilar del feminismo, La mujer del porvenir aquí se aborda el enfoque de inferioridad fisiológica de la mujer y se centra en demostrar su superioridad moral. En otras palabras:

“Si la ley civil mira a la mujer como un ser inferior al hombre, moral e intelectualmente considerada, ¿por qué la ley criminal le impone iguales penas cuando delinque? ¿Por qué para el derecho es mirada como inferior al hombre y ante el deber se la tiene por igual a él? ¿Por qué no se la mira como al niño que obra sin discernimiento, o cuando menos como al menor? Porque la conciencia alza su voz poderosa y se subleva ante la idea de que el sexo sea un motivo de impunidad: porque el absurdo de la inferioridad moral de la mujer toma aquí tales proporciones que le ven todos: porque el error llega a uno de esos casos en que necesariamente tiene que limitarse a sí mismo, que transigir con la verdad y optar por la contradicción. Es monstruosa la que resulta entre la ley civil y la ley criminal. La una nos dice:
—Eres un ser imperfecto; no puedo concederte derechos.
La otra:
—Te considero igual al hombre y te impongo los mismos deberes; si faltas a ellos incurrirás en idéntica pena.”( Arenal, 1869 ,p. 142- 153).

Concepción Arenal en esta obra hace un intento por mostrar la existencia de la conciencia de la dignidad en la mujer, esto, como persona, en el sentido de integración al entorno como individuo social y consciente, capaz de integrarse al mundo laboral. Arenal explica que la mujer cuenta con una inteligencia que no es inferior a la de un hombre, ni por cuestiones fisiológicas ni de adquisición de conocimiento, esto no es, que el tamaño de su cerebro no implica más o menos inteligencia, mucho menos moralmente inferior; de hecho considera a la mujer superior en este aspecto pues supone que existe más bondad y virtud, en quien sienta menos impulsos malos o los enfrente con mayor rigor, aquel que sienta la pulsión de hacer más bien que mal a los otros.

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