Conflictos Generados Por La Interacción De Culturas Tradicionalmente Opuestas

El ser humano, gracias a su inherente condición de ser sociable, forma parte de sociedades particulares, las cuales durante mucho tiempo han acumulado conocimientos, ideas, tradiciones y costumbres que las caracterizan en una época y un espacio geográfico determinado. Sin embargo, este cúmulo de características, al cual llamamos cultura, tiene la particularidad de ser exclusivo y confinado a su propio entorno, sin admitir muchas veces elementos exógenos. Por ello, la interacción entre culturas tradicionalmente opuestas provoca tensiones y sentimientos de malestar individuales o colectivos.

Edward Tylor (1995, p. 190) afirma que “toda cultura posee tres elementos claramente distinguibles: el elemento conductual, el elemento cognitivo y el elemento material”. En este mismo sentido, podemos afirmar que el primer elemento hace alusión a la moral, valores, normas y actitudes, es decir, todo lo que es correcto y lo que no lo es. El segundo elemento tiene que ver con el conocimiento y las creencias, lo que es objetivo y subjetivo, así, se puede creer en una determinada religión, en una ideología concreta o en la ciencia. Por último, el tercer elemento, alude a todo aquello que las sociedades han producido, como vestimentas, gastronomía y arte, tomando en cuenta lo que es bonito o feo y lo que es agradable o desagradable.

Si consideramos estos elementos, notamos la complejidad del comportamiento de las culturas y las diferencias en cada estructura social. Entonces, ¿Qué aspectos acentúan las discrepancias entre culturas?

En primer lugar el Poder, el cual ocasiona tensiones cuando se perciben diferencias. Segundo, el papel que juega el hombre y la mujer en la sociedad, que puede ser equitativo o desigual. Tercero, la incertidumbre, es decir, el sentimiento de amenaza al afrontar situaciones ambiguas a las cuales no se está acostumbrado, y en cuarto lugar el individualismo, que enfatiza la dignidad moral, la independencia y la autosuficiencia.

Estos aspectos se hacen notar principalmente cuando existe movilidad entre individuos de distintas naciones, por ejemplo entre orientales y occidentales. En este proceso comúnmente acontece un fenómeno llamado Choque Cultural, el cual Brislin define como: “Las tensiones y sentimientos de malestar que resultan de tener que satisfacer las necesidades cotidianas, como alimentación, salud y mantenimiento de las relaciones interpersonales en formas a las que no se está acostumbrado” (Brislin, 1986, p. 13).

No obstante, ¿Qué factores provocan la interacción entre individuos culturalmente diferentes?

Primeramente, tenemos el factor económico, el cual, en un mundo cada vez más globalizado, exige la expansión de las economías hacia nuevos mercados, haciendo del comercio un medio de interacción entre distintas culturas. El turismo, impulsado por la globalización, constituye otro medio de acercamiento hacia nuevas sociedades, donde

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