DESIGUALDADES ESCOLARES

DESIGUALDADES ESCOLARES

“Si se espera que la educación ayude a los pobres a salir de la pobreza, primero habrá que sacar a la propia educación de la pobreza”. José Rivero H

En las últimas décadas, han sido bastos los estudios que abordan el tema de las desigualdades escolares, y en general, están de acuerdo en dos aspectos fundamentales: el primero es que la educación es un derecho universal de todos los individuos, sin importar raza, sexo, clase social o edad y, el segundo, que el concepto de desigualdad nos habla de la realidad en el terreno educativo, de la distancia que existe entre “lo que debiera ser” y “lo que es”.

Por el contrario, cuando todos los individuos tienen, formal y legalmente, las mismas posibilidades de acceso y permanencia al sistema educativo, el término más preciso es el de

Igualdad; cuando, una vez garantizada la igualdad en el acceso, se garantiza también su permanencia, se proporciona un programa educativo similar a todos los alumnos, sin distinción, evitando que aquellos que proceden de clases sociales populares estén mayoritariamente representados en los programas menos valorados social y académicamente: aulas especiales, programas de educación compensatoria, programas de garantía social.

Está visto que las diferencias socioeconómicas influyen, en mayor o menor grado en el progreso educativo de los alumnos, Como afirma Rivero H. (2000), lo que más diferencia al núcleo con mayores ingresos de los demás, es su perfil educativo. Los pobres están doblemente penalizados: a su condición de pobreza suman sus dificultades para el acceso y la permanencia en los centros educativos y la baja calidad de los servicios recibidos.

Actualmente, las interpretaciones sobre la desigualdad han pasado de un enfoque unidimensional más determinista a una visión multidimensional e interactiva. El Informe de la OCDE-CERI (1995) sobre los alumnos con riesgo de fracaso señala siete factores predictivos del bajo nivel escolar que están estrechamente relacionados con la desventaja social: pobreza, pertenencia a una minoría étnica, inmigrantes o sin vivienda adecuada, desconocimiento del lenguaje mayoritario, tipo de escuela, lugar geográfico en el que viven y falta de apoyo social. Hay otros factores, como la familia, el funcionamiento del sistema educativo y la propia escuela que pueden incrementar o disminuir estas desigualdades.

Durante mi trayectoria como docente en escuelas particulares, he presenciado la exclusión a que son sujetos los alumnos más vulnerables por su situación económica, diferencias de género y aún por sus propias capacidades cognitivas o discapacidades físicas. Exclusión manifiesta de sus mismos compañeros y que no son dirimidas por las autoridades escolares.

Por tanto, es imposible hablar de igualdad escolar cuando este ámbito es reflejo del entorno socioeconómico

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