DINAMICAS URBANAS EN TORNO AL CONSUMO DE PSICOACTIVOS A LAS AFUERAS DE LA UNIVERSIDAD DEL TOLIMA EN LA CALLE 42

 DINAMICAS URBANAS EN TORNO AL CONSUMO DE PSICOACTIVOS A LAS AFUERAS DE LA UNIVERSIDAD DEL TOLIMA EN LA CALLE 42

En la cotidianidad de las diferentes dinámicas de relaciones sociales que se dan a los espacios públicos me ha llamado la atención aquellos que se salen de sus dinámicas normales o de aquellas dinámicas para las que estas fueron pensadas y que por el contrario, dentro de los valores prácticos y simbólicos, adquieren dinámicas nuevas no de posesión sino de apropiación, de nuevos significados y por lo tanto se vuelven espacios aptos para nuevas dinámicas de aquellos individuos que lo apropian y por tanto lo dotan de nuevos significados y valores tanto prácticos como simbólicos.

Como se habla anteriormente, estos espacios y más específicamente el que será delimitado a continuación (calle 42 de la ciudad de Ibagué, comprendiendo la carrera primera en la entrada de la universidad del Tolima hasta la calle 42 con carrera quinta, más específicamente el estanco que se encuentra en esa dirección, además de varios establecimientos destinados al consumo del alcohol, aunque, no entraremos en detalle respecto a lo que sucede dentro de estos establecimientos, que aunque pueden influir en las dinámicas del espacio que tratamos de delimitar, el interés primario son las dinámicas que ocurren en la calle 42 como espacio público y como esta este espacio es apropiado al consumo de psicoactivos) en tanto es un espacio público están ligados a un principio de libre accesibilidad “ese principio de libre accesibilidad, del que depende la realización de la naturaleza de ese espacio en tanto que público, se ve matizado en la medida en que quienes se arrogan su titularidad –la Administración, que entiende lo público como lo que le pertenece– puede considerar inaceptables e inadecuados –es decir inapropiados– ciertos usos que no se adecuan a sus expectativas de modelación de lo que deberían ser los escenarios sociales por excelencia.” (Manuel delgado APROPIACIONES INAPROPIADAS - Usos insolentes del espacio público en Barcelona). Ahora bien, tal como nos cita Manuel Delgado, en cuanto a la apropiación de un espacio público existe una titularidad de quienes apropian el espacio y por lo tanto existe un uso que se aplica al mismo y que este uso puede ser aplicado de diferentes formas que no son constituidas o apreciadas como aceptables y por lo tanto son inadecuadas para la sociedad.

Es así como el ideal de un espacio público es el de aquel que tenga un uso adecuado entre las edificaciones según los promotores y las autoridades, “la buena fluidez entre puntos, los usos adecuados, los significados deseables, un espacio aseado y bien peinado que deberá servir para que las construcciones-negocio o los edificios oficiales frente a los que se extiende vean garantizada la previsibilidad de sus apropiaciones.” (Manuel delgado APROPIACIONES INAPROPIADAS - Usos insolentes del espacio público en Barcelona). Por lo tanto, estos espacios deben tener en cuenta la noción de aquello que se considera en el marco del buen convivir, es decir, está dotado de un sentido práctico y simbólico por los integrantes sociales en general que está ligado directamente a un comportamiento cívico y de buen convivir.

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