DOCUMENTO TÉCNICO INSTALACIÓN DE 500 RESERVORIOS PARA 500 FAMILIAS
Enviado por union temporal cáchira • 22 de Noviembre de 2021 • Trabajo • 2.052 Palabras (9 Páginas) • 109 Visitas
DOCUMENTO TÉCNICO INSTALACIÓN DE 500 RESERVORIOS PARA 500 FAMILIAS DEL SECTOR RURAL EN EL DEPARTAMENTO NORTE DE SANTANDER
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
En el Plan Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres con enfoque de cambio climático, la meta fundamental que comparten la gestión del riesgo de desastres y las medidas de adaptación al cambio climático es la de reducir el riesgo de desastres y los efectos asociados a pérdidas y daños por la ocurrencia de eventos climáticos e hídricos con posibles aumentos en intensidades y recurrencias de futuros eventos extremos. En general, se encuentra que los efectos del Cambio Climático representados en el aumento de temperatura, deshielo de glaciares, aumento del nivel del mar, alteración de la frecuencia e intensidad de los fenómenos meteorológicos extremos (lluvias, sequías, vientos y actividad ciclónica, etc.) exacerban las intensidades de los fenómenos amenazantes naturales y socio-naturales derivados y asociados con los agentes meteorológicos, como:
• Atmosféricos: huracanes, vendavales, heladas y sequías.
• Hidrológicos: Desbordamientos, inundaciones, avenidas torrenciales y la harás.
• Socio-naturales: Inundaciones, avenidas torrenciales, movimientos en masa e incendios de la cobertura vegetal.
Estos fenómenos amenazantes configuran los principales escenarios de riesgo con manifestaciones recurrentes de desastres en el mundo, de forma tal que la Evaluación Global sobre la Reducción del Riesgo de Desastres - GAR 2015 editado por la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNISDR) reporta que de los datos sobre pérdidas registrados en el ámbito local en 85 países y estados, el 96,4% está relacionado con eventos meteorológicos.
Por consiguiente, en el contexto de la gestión del riesgo de desastres asociado a los fenómenos meteorológicos amenazantes mencionados, el Cambio Climático es una de las variables que se consideran en el análisis de riesgos y la gran mayoría de acciones de Adaptación al Cambio Climático se relacionan directamente en la planificación del desarrollo a través de la implementación de medidas de reducción del riesgo de desastres desde un enfoque prospectivo y correctivo1.
Desde el marco establecido en el componente general del PNGRD, los objetivos específicos están formulados en función de lograr el desarrollo y la implementación de los procesos de la gestión del riesgo de desastres y el fortalecimiento de la gobernanza.
Bajo el enfoque del Cambio Climático, los propósitos perseguidos en el PNGRD se integran en la práctica hacia una reducción de la vulnerabilidad dentro del contexto del desarrollo económico y social en el territorio, lo que implica considerar aspectos relacionados con las capacidades para incrementar la resistencia de las comunidades y para ajustarse autónomamente al cambio climático. Asimismo, involucra la toma de decisiones en el nivel de la estimación de un riesgo residual en el cual las medidas deberán apuntar a la transferencia del riesgo para enfrentar las consecuencias en caso de presentarse una situación de desastres asociada a eventos extremos o condiciones de variabilidad climática2.
El presente proyecto pretende en el sentido general de las políticas de gobierno articular esfuerzos y recursos técnicos que impacten eficientemente la productividad agropecuaria en 5 municipios de los departamentos de Norte de Santander, que han sido cobijados la declaratoria de calamidad pública, a causa de la fuerte afectación que han sufrido por la sequía derivada del recrudecimiento del Fenómeno del Niño.
JUSTIFICACIÓN
Las difíciles condiciones climáticas derivadas de la variabilidad climática y de la agravación del Fenómeno del Niño han obligado a los entes territoriales a tomar medidas de choque para mitigar el nefasto impacto que ha generado esta situación sobre la seguridad económica y alimentaria de sus habitantes. Tales medidas se han materializado en la declaratoria de calamidad pública, con el fin de habilitar el acceso a herramientas jurídicas y económicas que les permitan atender de inmediato plazo las necesidades más apremiantes.
Sobre el particular el IDEAM reporta con corte al 13 de febrero de 2016, que el fenómeno de El Niño viene debilitándose en el país de acuerdo con análisis realizados con base en el monitoreo, información y resultados provenientes de los Centros Internacionales, y sostiene que “las condiciones actuales en el océano Pacífico tropical muestran que las anomalías de temperatura superficial del mar y el debilitamiento de los vientos Alisios (características principales de un fenómeno El Niño) continúan“.
En este sentido, en el territorio nacional se registró un déficit de lluvias en enero, concentrándose en las regiones Andina, Pacífica y Orinoquia, con posibilidad de que la disminución en las precipitaciones se extienda a febrero, afectando también a la región Caribe.
De igual forma, el instituto meteorológico conminó a las autoridades nacionales, regionales y locales, a “no bajar la guardia y mantener activas las acciones preventivas para reducir el impacto asociado a esta temporada seca de inicio de año en las regiones Andina, Orinoquia y Caribe“3.
A continuación se presentan algunos apartes de la visibilidad que se ha dado en las regiones por parte de los entes territoriales y los medios de comunicación a la promulgación de tales decisiones.
PROBLEMA CENTRAL
El intenso verano producto de la variabilidad climática y del endurecimiento del fenómeno del Niño, ha generado una notoria disminución en los recursos hídricos, lo que ha puesto en grave peligro la viabilidad de la explotación agropecuaria del departamento de Norte de Santander a causa de la ausencia de agua para dar a productores agropecuarios, para la siembra de pasturas, forrajes y cultivos.
DESCRIPCIÓN DE LA SITUACIÓN EXISTENTE CON RELACIÓN AL PROBLEMA
Las altas temperaturas que se registran en Norte de Santander, sumado a la limitada oferta alimenticia, comenzó a cobrar la vida de animales en seis municipios del occidente del departamento: Sardinata, Gramalote, Arboledas, Santiago, Durania y Salazar. Los ganaderos son los más afectados con esta situación ya que con la muerte de un animal de 450 kilos, los productores dejan de percibir entre $1 millón y $1,3 millones. Sobre el número de reses víctimas de la sequía, el gremio aún no tiene una cifra exacta al respecto. Andrés Hoyos, presidente del Comité de Ganaderos de Norte de Santander (Coganor), manifestó que los animales están siendo trasladados de los municipios mencionados a otras zonas del valle, cercana a los ríos Tibú, Sardinata y Río Nuevo, en donde la oferta alimenticia es mejor. Los ganaderos han solicitado a Fedegan y al Ministerio de Agricultura la suplementación de alimento subsidiado para el ganado en las zonas afectadas, pero solo enviaron 70 toneladas basada en silo de caña, cuando el compromiso era de 500 toneladas de alimento.
Según Hoyos, las autoridades aducen que no hay suficiente alimento a base de silos de caña para los animales; sin embargo, aseguró que en el país hay otros subproductos a base de arroz y palma que, también, pueden ser enviados a la zona con el fin de mitigar los efectos de la sequía. Hace tres meses, los ganaderos advirtieron de esta situación al Gobierno, pero a la fecha no les han dado una solución efectiva. “Desde Fedegan y el Ministerio de Agricultura nos informaron que el mayor impacto lo están padeciendo los departamento de la Costa Atlántica y El Caribe, y los proveedores de alimentos no dan abasto para suplir a otros departamentos y, por ende, hay retrasos en la cantidad de alimento subsidiado para animales prometido para Norte de Santander”, señaló Hoyos.
El representante de los ganaderos aseguró que este año la sequía pegó más fuerte en el departamento porque no llovió en marzo, abril ni mayo, lo que causó mayor impacto, tanto en la producción agrícola como pecuaria. “Las tierras están muy secas y la oferta de pasto es casi nula, y las fuentes de agua como nacientes para el ganado se están viendo disminuidas”, indicó.
El dirigente del gremio informó que prevén la diminución de la producción para finales del año. “Los animales que estaban previsto para diciembre no tendrá las condiciones óptimas para su sacrificio”, señaló Hoyos.
De continuar las altas temperaturas y la falta de alimentación para el ganado, los ingresos de los pequeños productores, que tienen en promedio entre 10 y 15 reses en las zonas productoras de departamento, estarán muy comprometidos.
MAGNITUD ACTUAL DEL PROBLEMA
De parte de la Gobernación, se trabaja en la elaboración de un mapa de riesgo, sin el cual será imposible tomar decisiones.
El plan de desarrollo del departamento reconoce que Norte de Santander requiere mejorar su banco de maquinaria, la implementación de nuevos sistemas de alertas tempranas, más la creación de la red de Información Departamental para la Gestión del Riesgo.
En materia de infraestructura, continúa la creación de reservorios para las épocas de sequía, de los cuales se han construido 400 en Chitagá, Silos, Cácota, Pamplonita, Durania, Chinácota, San Cayetano, Los Patios, Ábrego, La Playa y Ocaña.
Según datos del Departamento Nacional de Planeación y la Gobernación, los impactos del cambio climático serán más drásticos pues se pronostican escenarios en los que Norte de Santander disminuiría en más del 50% su producción actual de forrajes, para el año 2100, pero se teme que el ritmo tienda a acelerarse.
Así mismo, se deben atender oportunamente calamidades como pérdidas de viviendas, deterioro de la calidad de vida, desempleo, desplazamiento, y la modificación de prácticas culturales que perjudican el medio ambiente, tales como la tala de bosques, la contaminación de las aguas, y las quemas para preparación del suelo.
DEPARTAMENTO DE NORTE DE SANTANDER.
La variabilidad climática es una realidad y el departamento se prepara para hacerle frente con actividades que aún están en ejecución y compromisos que deben acelerarse, en especial porque el año 2020 se inició con eventos climáticos inusuales e inesperados.
Lluvias constantes, temperaturas en Cúcuta de hasta 16 grados centígrados y deslizamientos, han marcado estos días, caracterizados por una variabilidad tan extraña que hasta las autoridades de la región están desconcertadas.
Aunque para el Consejo municipal de gestión del riesgo de Cúcuta esta situación es temporal, se reconoce que no es normal.
Según el Ideam, la temporada fría en Cúcuta corresponde a una helada pasajera que cesaría en un par de semanas, “e incluso podría ser beneficiosa para el municipio, pues ha representado una estabilización de los afluentes hídricos”, señaló el titular del Consejo, Félix Muñoz.
Sin embargo, el principal temor al afrontar esta temporada “es que nos vemos atendiendo la saturación de suelos y deslizamientos, en terrenos que son altamente vulnerables en un 70 por ciento de la ciudad”, agregó Muñoz.
En el resto del departamento el panorama no es más favorable, y las lluvias han afectado principalmente los deteriorados corredores viales del Catatumbo, con afectaciones que superan el 40 % en las carreteras secundarias y terciarias, particularmente en Hacarí, El Tarra y San Calixto, según calculan los mandatarios de estas zonas.
En solo un año, para el Consejo departamental de gestión del riesgo la transformación del clima fue radical. Para enero de 2016, municipios como Tibú, Convención, Pamplona y Chinácota luchaban contra incendios forestales que dejaron más de 1.500 hectáreas destruidas, pero en la misma temporada de este año los fuertes aguaceros son los protagonistas de las emergencias. Sin embargo, en cuanto pase el fenómeno de lluvias en la región seguirá, de acuerdo con los pronósticos del Ideam, una severa temporada de sequía para la cual el departamento se está preparando.
ANALISIS DE PARTICIPANTES
Entidad | Rol | Intereses o Expectativas | Contribución o Gestión |
Gobernación Norte de Santander | Cooperante | infraestructura para promover la productividad | Financiación del proyecto |
OBJETIVOS
Objetivo General: Proveer recursos que faciliten la disponibilidad de agua en las fincas de pequeños productores agrícolas del departamento Norte de Santander
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