DURKHEIM, E “LA EDUCACIÓN, SU NATURALEZA Y SU FUNCIÓN”

Introducción

Émile Durkheim (1858 – 1917) fue un sociólogo y filósofo francés. Estableció formalmente la sociología como disciplina académica y junto a Max Weber, es considerado uno de los padres fundadores de dicha ciencia. Escribió entre otras, la obra “Educación y Sociología”, y en el apartado “la educación, su naturaleza y su función” crítica y aclara ideas respecto de la educación.

1. En el texto “La educación, su naturaleza y su función” de Émile Durkheim, el autor descarta algunas definiciones tradicionales. Inicia su obra desarrollando que la palabra “educación” ha sido utilizada en sentidos muy amplios y continúa citando a diversos autores, y criticando las definiciones que estos dieron. En dicho apartado el autor comenta que "La palabra educación se ha empleado algunas veces en un sentido muy extenso para designar el conjunto de los influjos que la naturaleza o los otros hombres pueden ejercer, ya sobre nuestra inteligencia, ya sobre nuestra voluntad." (Durkheim, 1858-1917, p.17)

En primer lugar, descarta la definición de Stuart Mill que afirmaba que la educación abarca todo lo que realizamos en favor de alcanzar la perfección de nuestra naturaleza. Dicha afirmación combina hechos opuestos y se presta a confusiones.

Posteriormente, apunta hacia el objeto de la educación para Kant, en donde el objeto de la educación es lograr desarrollar armónicamente todas las facultades humanas; aquellas potencias que residen en nosotros, pero sin que se perjudiquen las unas a las otras. De esto, Durkheim menciona que el desarrollo armónico del cual habla Kant no es integralmente realizable, ya que es imposible que una persona se destaque en todo. No debemos ser limitados a una tarea en especial. Todos somos diferentes, con diferentes gustos, aptitudes y esto hace que sea imposible llegar a una ley universal. Esto quiere decir que, según la definición Kantiana, todas las personas nos regiríamos por una misma tarea, sin distinción alguna en cuanto a las aptitudes que tiene cada uno.

Luego se encuentra la definición de James Mill. El mismo afirmaba que la educación tiene por utilidad volver al individuo un “instrumento de dicha” para sí mismo y para sus semejantes. Con sólo decir esto, el objetivo de la educación queda incierto ya que se la abandona a la voluntad de las personas, al libre albedrío. Y abre la discusión a qué es la dicha tomando de Spencer la frase “la felicidad completa es la vida completa” y como esto podría reducirse a lo físico dónde la felicidad no es plena, tampoco lo material ya que el hombre nunca se siente conforme y sus exigencias crecen constantemente. Durkheim se muestra en desacuerdo, y agrega que la felicidad, antes mencionada, es algo subjetivo, por lo tanto, es tomado desde distintas perspectivas dependiendo de cada individuo.

Hace falta conocer plenamente las condiciones del hecho educativo, para que haya más probabilidades de utilizarlo eficazmente. Para ello, es menester entender las instituciones de acuerdo a su función, dirigida hacia una pedagogía racional y eficaz dentro de los límites sociales, analizando sus componentes, sus necesidades y las génesis de sus causas.

Claro está que la educación fue cambiando acorde al tiempo y a la situación. El autor, entre otros, presenta el ejemplo de las ciudades griegas y latinas. Allí, cuenta como la educación pasó de enseñar al individuo a subordinarse ciegamente, convirtiéndose en esclavo de la sociedad, a esforzarse en que todo individuo posea una personalidad autónoma. En consecuencia, la educación será distinta en cada etapa de la historia, y deberá organizarse lentamente en el curso del tiempo.

2. En cada uno de nosotros existen dos seres; un ser individual, hecho de los estados mentales que refieren a nosotros mismos, a nuestra vida personal, y un ser social, conformado por los sistemas de ideas, sentimientos y hábitos que expresan en nosotros los diferentes grupos de los que formamos parte. La función de la educación es construir el ser social en cada uno de nosotros y fijar las ideas, sentimientos y prácticas que se encuentran en la base misma de nuestro espíritu racional. Para Durkheim, la única manera de definir la educación es contemplando todos los sistemas educativos existentes (tanto los pasados como los presentes), relacionándolos, y viendo que características tienen en común.

Para que la educación exista, es necesario que una generación de adultos ejerza una acción sobre una generación de jóvenes. El

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