Dependencia Y Personas Mayores

Como bien sabemos la vejez y envejecimiento forma parte del ciclo vital de cada individuo, y que cada uno lo vive de diferentes maneras, personalmente observe esta etapa de vida en mi abuelo de una manera dura y difícil producto la dependencia. Baltes y Wahl definen la dependencia como “la necesidad de ser ayudado para ajustarse a su medio e interactuar con él” , otros autores la definen según la cantidad de actividades diarias que pueden realizar las personas.

Como experiencia personal el tipo de dependencia de la persona mayor que visualicé fue moderada, ya que la dependencia moderada requiere ayuda siempre o la mayoría de las veces e incluye las siguientes situaciones: Incapacidad para bañarse, requiere ayuda siempre o casi siempre para efectuar 2 Actividades Básicas de la Vida Diaria (ABVD), requiere ayuda siempre o casi siempre para efectuar 3 Actividades Instrumentales de la Vida Diaria (AIVD), Incapacidad para efectuar 1 AIVD y necesidad de ayuda siempre o casi siempre para efectuar 1 ABVD .

Como influye a nivel familiar esta problemática es un tema importante para análisis y estudio, ya que limita las actividades diarias de todos al tener que hacerse responsable de los cuidados que conlleva esta situación, teniendo paciencia todos los integrantes de la familia y a la vez llevar esta situación con amor y respeto hacia la persona mayor que la posee.

Las cifras más válidas disponibles sobre dependencia en las personas mayores son las del Ministerio de Salud, que aplica dos instrumentos de medición a través del sistema de atención primario de salud. Estos son el instrumento EFAM (Escala de Evaluación Funcional del Adulto Mayor) que se utiliza en los consultorios y la escala KATZ que evalúa a los postrados en sus hogares. Ambos instrumentos fueron aplicados a través del sistema de salud a 660.033 personas de 65 años y más en Mención especial merecen las dificultades de comprensión y comunicación en las personas mayores, ya que se relacionan directamente con el estado cognitivo, elemento esencial para el desempeño autónomo. En tal sentido, la Encuesta Nacional de Salud del año 2003, arrojó una prevalencia del deterioro cognitivo de 15% en las personas mayores. Esta prevalencia aumentó significativamente en los subrangos etarios más envejecidos, llegando a afectar al 43% de los adultos de 80 años y más, no encontrándose diferencias según sexo (ENS, 2003).

La dependencia cambia la vida de no solamente la persona mayor sino también de las personas cercanas a ella, cambiando lo cotidiano del día a día, primeramente en el adulto mayor que presenta esta circunstancia, y además de la familia o cercanos que lo rodean. Muchas veces en el núcleo familiar se presentan crisis no normativas, que exigen un gran esfuerzo adaptativo de la familia y que pueden contribuir a la aparición o agravamiento de cualquier síntoma físico o psíquico 8estres familiar, depresión etc.), dentro de esta enfermedad no tan solo es el adulto mayor quien va teniendo un cambio al pasar del tiempo, sino que también son sus hijos, cuidadores u familiares quienes se ven desgastados sicológicamente y emocionalmente, ya que estas personas necesitan cada vez más de una atención y cuidado especial y por su pérdida de memoria, incapacidad de realizar actividades solos, se les imposibilita a desarrollarse de forma independiente, siendo los propios hijos quienes pasan a ser sus padres habiendo un cambio dentro de la estructura familiar

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