Derechos civiles y políticos
Enviado por mizol • 21 de Febrero de 2013 • 3.766 Palabras (16 Páginas) • 525 Visitas
INTRODUCCIÓN
Los derechos civiles y políticos son una clase de derechos que protegen las libertades individuales de la infracción injustificada de los gobiernos y organizaciones privadas, y garantizar la capacidad para participar en la vida civil y política del Estado sin discriminación o represión.
Los derechos civiles incluyen la garantía de la integridad física de las personas y su seguridad, la protección contra la discriminación por motivos de discapacidad física o mental, género, religión, raza, origen nacional, edad u orientación sexual; y los derechos individuales como la libertad intelectual y conciencia, de expresión, de culto o religión, de prensa, y de circulación.
Los derechos políticos incluyen la justicia natural (la equidad procesal) en la ley, tales como los derechos de los acusados, incluido el derecho a un juicio justo, el debido proceso, el derecho a obtener una reparación o un recurso legal, y los derechos de participación de la sociedad civil y la política tales como la libertad de asociación, el derecho de reunión, el derecho de petición, y el sufragio.
Los derechos civiles y políticos constituyen la primera porción de la Declaración Universal de Derechos Humanos (así como los derechos económicos, sociales y culturales comprenden la segunda parte). La teoría de las tres generaciones de derechos humanos considera a este grupo de derechos como los "derechos de primera generación", y la teoría de los derechos negativos y positivos considera, en general, como derechos negativos.
Los derechos civiles son las protecciones y privilegios de los poderes personales dados a todos los ciudadanos por la ley. Los derechos civiles se distinguen de los "derechos humanos" o de los "derechos naturales". Los derechos civiles son derechos que son concedidos por naciones dentro de sus límites territoriales, mientras que los derechos naturales o los derechos humanos son derechos que muchos expertos afirman que los individuos tienen simplemente por nacer. Por ejemplo, el filósofo John Locke (1632-1704) sostuvo que los derechos naturales de la vida, la libertad y la propiedad debían ser convertidos en derechos civiles y protegerse por el Estado soberano como aspecto del contrato social. Otros han expuesto que la gente adquiere los derechos como regalo inalienable de la deidad o a la vez de la naturaleza antes de que los gobiernos fueran formados.
Las leyes, garantizan los derechos patrióticos de las personas que se encaran en los derechos civiles puestas por escrito, derivadas de costumbres o implícitas. En los Estados Unidos y la mayoría de países continentales europeos, las leyes de los derechos civiles están en su mayoría escritas. Ejemplos de derechos civiles y libertades incluyen el derecho a una indemnización si uno es lesionado por otro, el derecho a la privacidad, el derecho a protestar pacíficamente, el derecho a una investigación y juicio justo si se es sospechoso de un crimen, y derechos constitucionales más generales como el derecho de voto, el derecho a la libertad personal, el derecho a la libertad de movimiento y el derecho de protección igualitaria. A medida que las civilizaciones surgieron y se formalizaron a través de constituciones escritas, algunos de los derechos civiles más importantes fueron otorgados a los ciudadanos. Cuando estos derechos se encontraron más tarde insuficientes, surgieron movimientos por los derechos civiles como el vehículo para reivindicar más protección igualitaria para todos los ciudadanos y apoyar nuevas leyes para restringir el efecto de las discriminaciones actuales.
PROLOGO
Como es sabido, la internacionalización sistemática de los derechos humanos comenzó a partir del fin de la Segunda Guerra Mundial, aun cuando sus raíces filosóficas, políticas y legales son centenarias. El orden internacional que se creó en la posguerra contenía, desde sus inicios, un componente valórico de carácter humanitario, esto es, de reconocimiento de la dignidad de toda persona y de protección de sus fueros. Dicho componente descansaba, inicialmente, en tres pilares fundamentales: Derechos Humanos, proclamados por la Declaración Universal de 1948; Derecho Internacional Humanitario o Derecho de los Conflictos Armados (que formaba parte del derecho internacional desde la segunda mitad del siglo XIX, pero experimentó un gran avance con los Convenios de Ginebra de 1949) y Derecho de los Refugiados, que se inicia en 1950.La Declaración Universal de los Derechos Humanos fue el hito más trascendental, la primera piedra con la que se inició el camino hacia la formación de normas protegidas por la comunidad internacional que buscan garantizar una convivencia digna en el seno de las sociedades. Este documento incluye tanto derechos civiles y políticos como derechos económicos, sociales y culturales, es decir, las categorías de derechos que se fueron formulando y aceptando, gradualmente, a lo largo de los dos siglos precedentes. Durante los primeros años de posguerra, la iniciativa internacional en materia de derechos humanos estuvo en manos de los Estados y de organizaciones internacionales como Naciones Unidas o entidades regionales como el Consejo de Europa o la Organización de Estados Americanos. En esta fase, las principales medidas consistieron en aprobar normas internacionales que proclaman derechos o describen crímenes contra el derecho internacional; crear órganos intergubernamentales de protección de estos derechos; y sentar el precedente de enjuiciamiento internacional, por parte de tribunales ad hoc, de los más graves crímenes cometidos por las derrotadas fuerzas del Eje.
Surge así, en pleno período de la Guerra Fría, el movimiento de derechos humanos, como reacción frente a las violaciones de estos derechos cometidas por dictaduras políticas de uno u otro signo ideológico. Este movimiento no gubernamental se incubó primeramente en el plano internacional y, más tarde, creció vigorosamente y se expandió al ámbito nacional, en muchos países. Uno de los efectos principales del trabajo de este movimiento a lo largo de tres décadas (desde los años sesenta hasta los ochenta) fue inyectar gran energía al aparato de normas e instituciones internacionales que había sido creado desde la posguerra, contribuyendo a expandir tales normas y perfeccionar los mecanismos de protección. De esta manera, se adoptaron numerosas nuevas convenciones internacionales de derechos humanos y se crearon o fortalecieron, a nivel internacional o regional, organismos de protección, como comités, comisiones y cortes de derechos humanos; aumentó el número de casos individuales que se presentaron ante organismos internacionales de protección y se desarrolló un cuerpo de jurisprudencia internacional sobre derechos humanos que más adelante se
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