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Desempleo Juvenil en Bolivia

acandia1009Ensayo19 de Enero de 2020

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DESEMPLEO JUVENIL EN BOLIVIA

Autor: Aethea Gabriela Candia Calderon[1]

Introducción

La presente monografía tiene como objetivo presentar una propuesta para solucionar el problema público de las altas tasas de desempleo juvenil en Bolivia, dado que, según datos del Instituto Nacional de Estadística de Bolivia (INE), del total de la PEA para el 2015 -solo considerando a los jóvenes de 15 a 29 años- la tasa de desempleo se eleva al 7.14% a diferencia de los adultos -personas mayores a 29 años- cuya tasa de desempleo asciende a 2.07% para el mismo periodo (ver anexo #1). Para el efecto, se utilizará una metodología del árbol de problemas, de solución y marco lógico.

El documento está conformado por 4 partes: en la primera, se hace énfasis en el análisis teórico que se basará en la teoría sociológica del mercado de trabajo. La segunda parte, se desarrollará el estado del arte y se desplegará algunos datos preliminares del contexto del desempleo en el país; la tercera parte, se desarrollará la política pública que se propone y cómo se llega al problema y a su posible solución con la ayuda de los árboles de problema y soluciones; así también, se presenta la matriz de actores y la matriz del marco lógico. Finalmente, se realizan unas breves reflexiones y conclusiones del tema.

  1. Marco teórico y conceptual

Con el objetivo de entender mejor nuestro problema de estudio nos enmarcaremos en la “Teoría Sociológica del Mercado de Trabajo”, que según Ludgier Pries (2002):

La T.S.M.T. busca entender y explicar los mecanismos, las normas y prácticas sociales: 1. De la formación y capacitación; 2. Del acceso y reclutamiento de personas para actividades productivas; 3. De la ubicación y asignación de puestos / actividades productivas, y 4. De la remuneración los ascensos y la movilidad vertical y horizontal correspondientes (p. 512).

Tal como se puede apreciar en la ilustración #1, esta teoría, a diferencia de las económicas, que toman en cuenta como componentes del mercado laboral –solo– a la oferta y la demanda, hace énfasis en un tercer componente el institucional,  el cual brinda las normas explícitas o implícitas que intervienen en la negociación contractual, algunas de las cuales se encuentran legisladas, por ejemplo: la edad mínima de trabajar, la edad de retiro, el salario mínimo y las condiciones laborales; que son establecidas, mediante decretos, leyes u ordenanzas promulgadas por el gobierno. Por otro lado, se destaca la planificación y ejecución de programas laborales y sociales con una dimensión estratégica de corto, mediano y largo plazo. (Pries, 2002; Escobar et.al., 2015).

Además, cabe resaltar, que la teoría sociológica del trabajo no se centra únicamente en aspectos comerciales, financieros o productivos, sino también vela por aspectos sociales e institucionales, tales como la estructura de oportunidades que manejan los empleadores al momento de realizar una contratación (filtros intrínsecos que genera la demanda) que se encuentran relacionados a variables -adscritas y adquiridas- como: la segmentación socioeconómica, edad, etnia, género, el nivel educativo, de productividad y experiencia laboral. (Weller, 2005; Escobar et.al., 2015). Todos estos aspectos nos ayudan a comprender mejor el contexto en el que se produce el desempleo, dado que las empresas discriminan a su personal, y el propio funcionamiento del mercado de trabajo es el que restringe el acceso a empleos disponibles, donde los jóvenes son la población más vulnerable al ser considerada poco productiva debido a su falta de experiencia.

Para un mejor análisis del problema es necesario hacer hincapié en los 2 conceptos que lo conforman y en su evidencia empírica o definición operativa, dichos conceptos son:

Desempleo: El Instituto Nacional de Estadística (INE – Bolivia) define como desempleado a la persona que, durante la semana anterior al día del censo o encuesta, no tenían trabajo, pero lo estaban buscando activamente. También cabe hacer una diferenciación entre desempleo y desempleo oculto, este último hace referencia a las personas que no están ocupadas ni tampoco presionando en el mercado de trabajo en el momento de la encuesta, sin embargo, bajo ciertas circunstancias podrían decidir incorporarse al mundo laboral y cambiar el escenario. (INE, 2015).


Ilustración 1 Principales componentes del mercado laboral

[pic 1]

Fuente: elaboración propia con base a Pries, 2000; de la Garza, 2000; Weller, 2008; Vela,2008 & Escoto,2010

Juventud Como se mencionó anteriormente, el desempleo en sociedades latinoamericanas, toma sentido en el sector de los jóvenes, pero ¿quiénes conforman este grupo? Dada la complejidad que encierra este concepto para su operacionalización se vio la necesidad de introducir otros parámetros tanto sociales como culturales que ayuden en su sistematización. En el caso particular de Bolivia nos basamos en la delimitación del Viceministerio de Género y Asuntos Generacionales, que se constituye como el organismo oficial en temas de juventudes en este país, la cual reconoce como población juvenil a todas las personas comprendidas entre los 15 y 29 años de edad

  1. Estado del arte:

Según el informe de la OIT (2017) se estima que, para el 2017, 70,9 millones de jóvenes están desempleados a nivel mundial, dato que refleja la vulnerabilidad laboral de este grupo etario, además, aún persisten niveles de diferenciación laboral por regiones, puesto que los jóvenes pertenecientes a países desarrollados presentan mayores tasas de desempleo, empero, los que logran incorporarse al mercado laboral tienen más probabilidades de pasar a un empleo estable y satisfactorio que los jóvenes en los países en desarrollo. (OIT, 2017)

Para el caso de América Latina la CEPAL (2017) afirma que:

Los jóvenes siguen enfrentando obstáculos para su plena inclusión en la sociedad. A pesar de los importantes avances realizados en múltiples áreas, las brechas en el mercado laboral que enfrentan continúan siendo mayores que las de los países de la OCDE, y de aquellas a las que se enfrentan los adultos en la región. A todo ello hay que sumar que los avances han sido desiguales entre los países. Algunos grupos de jóvenes son especialmente vulnerables: las mujeres jóvenes, los jóvenes que no están empleados y no cursan estudios ni reciben capacitación, los jóvenes con escasa formación o que trabajan en el sector informal, y los jóvenes que viven en áreas rurales. (p. 144).

Además, se debe señalar que el alto grado de heterogeneidad estructural existente entre países latinoamericanos, ocasiona niveles diferenciales de acceso y condiciones laborales. Con base en estos antecedentes la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU), en septiembre del 2015, aprobó la agenda mundial de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), uno de los cuales propone que “para el 2020 se reducirá sustancialmente la proporción de jóvenes desocupados y de los que no cursan estudios ni reciben capacitación” (ONU, 2015). A su vez, también la OIT, señala la importancia de contar, por país, con políticas públicas suficientes para poder dar solución al desempleo juvenil y la precariedad laboral en la que se inscriben.

En el caso boliviano se destaca el Plan Nacional de Desarrollo cuyo objetivo es constituir una Bolivia: digna, soberana, productiva y democrática, se basa en el paradigma del Vivir Bien e identifica cuatro principales estrategias o ejes analíticos[2] (ver ilustración# 2) de los cuales un par están intrínsecamente relacionados con el problema que nos atañe -juventud y trabajo-: la Estrategia Sociocomunitaria, que está relacionada con la dignidad y la búsqueda de la equidad y la erradicación de la pobreza, mediante la distribución y/o redistribución del ingreso, la riqueza y las oportunidades. Y la Estrategia Económica Productiva, la cual está relacionada a su vez con la visión de una “Bolivia Productiva”, a través de la transformación, el cambio integrado y diversificado de la matriz económica, esta última estrategia pretende generar excedentes, ingresos y empleos dignos suficientes.

Ilustración 1 Estrategia General Del Plan Nacional De Desarrollo

[pic 2]

Fuente: (PDM, 2007, pág. 26)

Con base a lo anterior, en Bolivia, el 5 de febrero de 2013, se promulga la “ley de la juventud” que posee un apartado socio económico que hace énfasis en la inclusión laboral de los jóvenes, destacando:

Artículo 28. (Inclusión Laboral). El nivel central del Estado y las entidades territoriales autónomas, en el marco de sus competencias, sin discriminación de edad, condición social, económica, cultural, orientación sexual y otras, generarán condiciones efectivas para la inserción laboral de las jóvenes y los jóvenes mediante:

1. La implementación de programas productivos.

2. Fuentes de empleo en el sector público, privado, mixto y otros, que garanticen la inclusión de personal joven, en sujeción a las disposiciones y normas laborales.

3. La inserción laboral en los diferentes niveles de las instituciones públicas y privadas de las jóvenes y los jóvenes profesionales, sin discriminación alguna.

4. La creación de micro y pequeñas empresas, emprendimientos productivos, asociaciones juveniles y otros, garantizados técnica y financieramente por el Estado. (Ley de juventudes, 2013: 15).

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