Dificultades y límites de la democracia representativa

Dificultades y límites de la democracia representativa

Un Estado independiente y soberano se rige por una forma de gobierno. La democracia representativa es una de ellas, en donde el pueblo otorga su poder a los gobernantes elegidos, confiando en ellos y su eficiencia. Así entonces, ambas partes se corresponsabilizan y trabajan en conjunto para obtener un bien común.  Pero, al igual que otro tipo de gobierno, ésta puede presentar dificultades que a la larga ponen en desventaja al país y logra un notable nivel de insatisfacción entre los ciudadanos.  

La democracia contempla un sin número de elementos que tienen relación con la tolerancia, la transparencia, la libertad, y sobre todo la justicia e igualdad. Para poder llevar aquellos elementos a la práctica es necesario un proceso continuo y permanente del cual forman parte los gobernantes y gobernados, cada uno cumpliendo su rol social y político. Se presenta entonces como una necesidad el reconocer las responsabilidades que se tiene como elector y elegido, que es a partir de este punto donde la democracia representativa tendrá sus cimientos y determinará su éxito.

Así como un ciudadano se atañe a la ley sólo si la conoce, asimismo puede sentirse satisfecho respecto a sus expectativas de un gobierno únicamente si conoce sus propuestas desde el momento en el que el partido se postula. El inconveniente más grande en las elecciones de un gobierno radica cuando los partidos se muestran como individualistas en lugar de ser realistas y sinceros; dar discursos políticos que se centran en ganar el poder y no exponer soluciones frente a situaciones que presenta el país no hace más que desacreditar la fuerza de palabra y genera desconfianza -o así debería ocurrir, pero en muchas ocasiones la ignorancia por parte de los electores y la manipulación que llegan a expresar los elegidos, juntos tienden a terminar en un considerable desequilibrio-. Por otro lado, las reglas que se operan dentro de la institución representativa, promoverán o disuadirán la posibilidad de convertir aquellas promesas de campaña en políticas públicas efectivas. La configuración partidista en las asambleas legislativas y las mayorías requeridas para aprobar iniciativas, serán fundamentales para alcanzar este propósito. 

Es por eso que resulta importante darle relevancia al hecho de participar en las votaciones electorales. Una incorrecta aplicación de la democracia se da por la elección de un gobierno corrupto; algunas de los malos actos que podrían ser efectuados por los elegidos son: tomar decisiones a título personal, negar o retardar cualquier proyecto social o solicitud, poner en peligro los derechos de las minorías, permitir el control por grupos de intereses poderosos que que buscan soslayar los procedimientos legislativos normales. Tomar responsabilidades sustantivas en el proceso de diseño e implementación de las políticas públicas  implica el saber elegir a un representante, que es una tarea que requiere de tiempo -para analizar a los participantes, tomarse el tiempo necesario de conocerles y a sus propuestas- y en la cual debe contarse con una postura propia que sea firme y de total convicción, para entonces no dejarse llevar por propagandas demagógicas con el fin de manipular a las masas.

Y el deber de los representantes elegidos es igual de importante. Además de hacer cumplir la ley, uno de los requisitos fundamentales del sistema democrático es la rendición de cuentas; los gobernantes, al ser electos deben responder por sus decisiones cuando son requeridos por sus electores o por otros cuerpos constitucionales y jurisdiccionales. Esa rendición de cuentas es ejercida por los ciudadanos a través del voto, que se lo otorgan o no a un funcionario en funciones que opte por la reelección o a su partido. Asimismo, otros actores institucionales, que están creados con esas facultades, deben ejercer controles internos y externos, de igual modo el Parlamento y, en última instancia, el Poder Judicial. De esta forma todo funcionario público es responsable y deberá responder ante los ciudadanos y ante los organismos de control y la Justicia por todo lo que haga o deje de hacer en el ejercicio de su cargo.

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