Discurso De Un Abogado
Enviado por CARRANTONIO • 6 de Julio de 2012 • 1.700 Palabras (7 Páginas) • 2.109 Visitas
DISCURSO POR EL DIA DEL ABOGADO
Estimados colegas, hoy que celebramos el día del abogado, quisiera proponerles que no nos quedemos solo en la celebración, quisiera invitarlos a reflexionar e invitarlos a hacernos esta importante pregunta: ¿qué se espera de nosotros, los hombres de leyes, en un estado de derecho, qué nos pide la sociedad, y si acaso hemos cumplido o no con tal exigencia?
Por eso en el día del abogado antes que celebración, debemos responder por nuestras responsabilidades. Reconozcamos primero que la profesión de abogado está en crisis, que a nivel nacional existen en la actualidad más de 75 mil abogados; que el Estado ha permitido la apertura de facultades de derecho sin ningún control, creyendo que para enseñar abogacía basta una pizarra, unas cuantas sillas y un profesor improvisado. Actualmente existen 78 centros donde se enseña derecho y cerca de 100 mil estudiantes de abogacía, muchos de los cuales son engañados, pues realmente no son preparados para un ejercicio serio y responsable de la profesión.
Al ritmo que vamos pronto nos convertiremos en un país de falsos abogados, que solo habrán pasado por la universidad, pero la universidad no habrá pasado por ellos. Estos potenciales profesionales del derecho constituyen un peligro, una clara amenaza para el sistema judicial y legal del país. Permítanme explicarlo.
Tanto el sistema legal como el sistema judicial comienza y termina en el abogado, los hombres de leyes somos quienes activamos el sistema legal y judicial del país, y muchas veces cuando el ejercicio de la profesión se hace de un modo irresponsable o frívolo nuestra conducta no solo distorsiona estos sistemas sino que en la práctica implica un enorme costo económico para el Estado y por lo tanto para la sociedad.
Las cifras grafican mejor lo que pretendo decir: en la actualidad existen cerca de 2 millones de procesos en curso en el Poder Judicial, y cada año ingresan cerca de un millón más. El 60% de estas causas son escritos o demandas chatarra, es decir, demandas sin ningún fundamento legal, y sin ningún fundamento material, demandas que nunca debieron ingresar al sistema judicial, pero lo hicieron debido a que no existe ningún control en el ejercicio de la profesión.
Gran parte de los más de 1500 millones de nuevos soles que representan el presupuesto del sistema de administración de justicia, se malgastan por lo que hemos llamado demandas chatarra; por eso hay que controlar este uso indiscriminado de las demandas frívolas. Peor aún, la sobre carga que produce estas demandas implica muchas veces el telón de fondo de la corrupción en el sistema judicial y es también en gran parte la causa de la ineficiencia del sistema.
En este punto quiero informarles, que el último fin de semana en la ciudad de Huancayo, la Junta de Decanos del Perú ha acordado crear un sistema deontológico a nivel nacional que controle el ejercicio de la profesión, eliminando la práctica irresponsable. De este modo iniciaremos los abogados, una verdadera reforma judicial; porque no es posible una reforma que no comience por cambiar el ejercicio de la profesión del abogado. Pero, nuestro concurso no será suficiente, para esto requeriremos la participación de los poderes del Estado, exigiremos que demuestren su verdadero compromiso con la reforma judicial apoyándonos con un conjunto de dispositivos.
Pero el control de la profesión del abogado debe ser una responsabilidad compartida y debe darse en tres etapas:
- En la formación de abogado, evitando que proliferen las facultades de derecho sin una debida acreditación. Como ya dije, en la actualidad se forman abogados por correspondencia sin ningún tipo de supervisión. En esta etapa el control debe estar referido al nivel y la idoneidad de la enseñanza. He comprobado con decepción y preocupación que existen facultades de derecho que enseñan a sus alumnos con normas derogadas y con jurisprudencia superada, con doctrina de hace más de medio siglo. Digámoslo con todas sus letras esto es una estafa educativa a la que hay que poner atajo.
- El siguiente límite debe ser el control de acceso a la profesión, y debe estar a cargo de los Colegios profesionales. Es indispensable implementar, como existe en otros países que cuidan su sistema judicial y legal, una suerte de examen de suficiencia profesional que dé mayores garantías al ciudadano que acude a tomar los servicios del abogado y que dé mayores garantías también al sistema judicial.
- Por último, urge implementar un sistema de control en el ejercicio mismo. Este control es al que me refería cuando dije que la Junta de Decanos ha acordado la creación de un sistema deontológico, esta medida constituye una muestra de madurez y responsabilidad que los abogados damos a la sociedad. No tenemos ningún temor ni reparó que exista este control.
De este modo los abogados damos un salto de calidad, y respondemos de una manera distinta a las exigencias de la sociedad, reconociendo que un Estado de Derecho implica sobre todo un conjunto de deberes que se les imponen a los ciudadanos con respecto a la colectividad. Las libertades constitucionales a las que se refiere la Constitución son libertades legales, esto es,
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