EL CUERPO ANTE LA TRANSGRESIÓN DE LO PROHIBIDO EN LA COLONIA
Enviado por Ivon Gaitan • 21 de Noviembre de 2017 • Ensayo • 1.907 Palabras (8 Páginas) • 320 Visitas
Universidad de Cundinamarca
Facultad de educación
L.E.B.E.C.S III
Ivon Gaitán
EL CUERPO ANTE LA TRANSGRESIÓN DE LO PROHIBIDO EN LA COLONIA
El siguiente trabajo se sitúa en el descubrimiento, conquista y colonización de américa. Puesto que este hecho no solo marca en la edad moderna con el descubrimiento de un nuevo continente, técnica y tecnología, y nuevas mercancías; si no que expone prácticas cotidianas de dominación cultural y social. Aquí la iglesia ejerce un papel primordial en la dominación de almas y cuerpos siendo esta la institución que guiara el procesos de colonización y regirá la sociedad a partir de la concepción de Dios dando principios morales de comportamiento para dominar, controlar, vigilar y disciplinar la sociedad.
Tras la llegada al nuevo continente los españoles se encontraron con una civilización contraria a su visión occidental de prácticas culturales y cotidianas, como la desnudez, el conocimiento ancestral medicinal, la concepción politeísta a la naturaleza, lenguaje, ritos y costumbres muy alejadas del pensamiento eurocéntrico, por ende tuvieron la necesidad no solo de colonizar el territorio si no de colonizar el cuerpo y alma del otro, es decir civilizar al otro, salvar al indio de sus inmundicias y prácticas pecadoras. Esta fue la misión de la iglesia en la colonización, constituida la colonia se reformo la vida de los pobladores originarios de América, tras la tortura, la violencia y la dominación.
De este modo se establecieron reglas y normas morales que apuntaban a una conducta aceptada por Dios y esto implicaba la represión de la sexualidad, la blasfemia, la herejía, la libertad, es decir toda practica contraria que atentara y perturbara lo establecido por el mandato de Dios; y como castigador se encontraba la inquisición que perseguía y torturaba cualquier forma de herejía. Pero en este contexto la transgresión se convirtió en una forma de goce, de placer, lo prohibido estaba incitando al otro, que sería el potencial de la libertad.
El otro, daba rienda suelta a sus deseos carnales, ante la prohibición y el castigo, estaba en juego lo ilícito, lo contradictorio, lo indebido a los principios cristianos. Por lo cual más allá de una visión moralista se puede entender como estos actos frente a la represión eclesiástica generaban un goce aludido a la libertad. Por ende mi ensayo se plantea ¿Cuál fue la importancia del cuerpo ante la transgresión de lo prohibido (sexualidad) en la colonia?
Para responder a este interrogante en primer instante acontece sustancialmente porque es prohibido, y que es prohibido, para en un segundo momento establecer la trasgresión a esta prohibición colonial. Por lo cual si se sitúa el contexto medieval de la importancia del clero y la virtud a través de los valores espirituales y la salvación. Cabanes Jimenez (2003) expresa que
“Existía una moral clerical que afirmaba la renuncia a la carnalidad, como símbolo del pecado, y a aspiración a la castidad, como emblema de la virtud. Las raíces de esta vinculación de la carnalidad con el pecado, el vicio, la suciedad […] Aversión al placer sensual, restricción del acto sexual al matrimonio, la procreación y la exaltación de la continencia […] La imagen del cuerpo como algo rechazable, porque era nido de la carnalidad y de los sentidos, que podían provocar el apetito y el desorden.” (Cabanes Jimenez , 2003, pág. 2)
De este modo se evidencia la necesidad de castidad, de pureza para Dios, pero se establece el cuerpo mismo como el generador de la carnalidad es decir el pecado, puesto que el cuerpo mismo encarna la lujuria y esto es una ofensa para el creador. El perjurio al cuerpo es un pecado mortal por lo cual es una de las prohibiciones principales del cristianismo.
El cuerpo empieza tener un sentido simbólico, puesto que este encarna una cultura mundana, de goce y placer. “La risa, el canto, la danza, el placer sexual y la belleza corporal fueron algunos de los elementos de esta cultura mundana, que fue duramente recriminada por los componentes de la Iglesia, a través de prohibiciones y de castigos.” (Cabanes Jimenez , 2003, pág. 3)
Así mismo Cabanes Jiménez (2003) expresa la restricción de prácticas como el sexo oral y anal, la represión del deseo inmoderado, las fantasías depravadas, las caricias, los tocamientos, la masturbación, el homosexualismo etc., conductas que promovían el placer. Por ello recurrieron a una vigilancia e imaginarios para evitar que los hombres y mujeres se rindieran ante sus instintos y deseos carnales.
Lo prohibido simboliza lo más deseado y esos eran los imaginarios de la época, donde todas estas prohibiciones cotidianas mostraban la necesidad de los hombres y mujeres por buscar el placer “la sexualidad se veía en el medievo como algo pecaminoso, reprobable y peligroso; pero, también, como lo más soñado, meditado y, secretamente, deseado” (Cabanes Jimenez , 2003, pág. 20)
Puesto en el escenario, que es lo prohibido y por qué, es decir la prohibición del cuerpo por ser un ente de pecado en la concepción cristiana accidental; con esta premisa llegan a Latinoamérica, donde los pobladores originarios no tienen “conciencia” de los valores, virtud y moral cristiana por ello la misión fue evangelizar y reprimir todo acto contrario a lo establecido en occidente.
En la colonia “las entidades eclesiásticas mantenían un orden en la conducta y hábitos cotidianos, pero a su vez los negros, mestizos, blancos, e indios, asumieron actos para transgredir el orden moral establecido por Dios” (Tovar Pinzon, 2009, pág. 178) Este autor expresa como el cuerpo opero como un campo de confrontación en el contexto colonial.
“En su deseo el cuerpo sintetiza todos los inventos de lo ilícito y era una flor abierta no solo al pecado, sino al castigo que surgía como opción de los represores. Lo licito nada tenía que ver con semejantes postura y aventuras, pero lo ilícito era el abismo de la rebeldía que escenificaban los cuerpos en la danza desnuda de su piel” (Tovar Pinzon, 2009, pág. 178)
Así pues el cuerpo no solo era un producto cultural, sino uno de poder, por ello las instituciones buscan aislar el cuerpo de las tentaciones y las pasiones, así se reducía todo a la esfera pública y se reprimía todo acto íntimo contrario a lo regulado y vigilado. Los confesionarios fueron escenarios para sacar la culpa de la transgresión puesto que allí se confesaba todos los actos impuros, estas confesiones también expandieron la imaginación de los religiosos por lo cual expresaban a las mujeres que fueran explicitas en sus relatos, o se atrevieron a tocar y acariciar. (Tovar Pinzon, 2009)
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