EL ESTRÉS LABORAL

EL ESTRÉS LABORAL

El estrés laboral o estrés en el trabajo es un tipo de estrés propio de las sociedades industrializadas, en las que la creciente presión en el entorno laboral puede provocar la saturación física o mental del trabajador, generando diversas consecuencias que no sólo afectan a su salud, sino también a la de su entorno.

Se puede decir que el estrés laboral se manifiesta cuando los recursos del trabajador son superados por uno o varios factores laborales a los que no puede hacer frente, y puede manifestarse de diversas formas. Los síntomas del estrés laboral pueden ser divididos en dos grandes grupos; por un lado aquellos síntomas asociados a reacciones emocionales, y por otro, aquellos asociados a reacciones físicas.

En el caso de los síntomas asociados a reacciones emocionales, se encuentra que el trabajador puede alterar de modo significativo su reacción emocional ante el entorno, modificando su estado de ánimo y alterando su comportamiento. Por otro lado en el caso de los síntomas asociados a reacciones físicas puede originar una serie de reacciones en nuestro cuerpo alterando nuestro sistema motor, digestivo, respiratorio o cardiovascular dentro de esto se encuentran una serie de síntomas como: Problemas intestinales y/o estomacales Sudoración excesiva, Dolor de cabeza, Mareos y náuseas, Temblores, Taquicardia, Tensión muscular y contracturas, Hipo salivación (Sequedad de la boca).

Las causas que generan este estrés laboral en los trabajadores son por el volumen y ritmo de trabajo, por un nivel elevado de responsabilidad, acosa laboral, condiciones ambientales del lugar de trabajo entre otros. Cuando los trabajadores se ven sometidos a unas excesivas cargas laborales debido a un mal planteamiento o a una mala organización por parte de  los gestores, el trabajador se le puede aumentar su ansiedad, volviéndolo irritable y disminuyendo su capacidad para resolver los problemas y ejecutar las tareas previstas, arrastrándolo así a un estrés laboral.

Las consecuencias del estrés laboral las cuales afectan directamente al trabajador y también a la organización. Dentro de las consecuencias para el trabajador, debemos distinguir entre aquellas que se manifiestas a nivel físico y las que lo hacen a nivel psíquico. Algunas de estas consecuencias pueden manifestarse a corto, medio o largo plazo dependiendo de la resistencia al estrés de cada individuo, de la intensidad de los estímulos o situaciones estresantes en el lugar de trabajo, así como de la prolongación en el tiempo de dicha situación sin tomar las medidas adecuadas, por ende el trabajador puede presentar unas consecuencias psíquicas como: Deterioro cognitivo, Dificultad para concentrarse, Ansiedad y/o depresión, Dificultad para tomar decisiones, Dificultad para conciliar el sueño (insomnio), Trastornos sexuales, Trastornos de tipo afectivo, Desórdenes mentales como esquizofrenia o trastornos obsesivo-compulsivos.

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