EL TRABAJO DOMÉSTICO REVISITADO: UNA CRITICA FEMINISTA DE LAS ECONOMÍAS NEOCLÁSICA Y MARXISTA
Enviado por bsilvac • 30 de Noviembre de 2015 • Ensayo • 2.758 Palabras (12 Páginas) • 524 Visitas
NUEVOS ENFOQUES ECONÓMICOS
EL TRABAJO DOMÉSTICO REVISITADO: UNA CRITICA FEMINISTA DE LAS ECONOMÍAS NEOCLÁSICA Y MARXISTA
Bárbara Andrea Silva Chacón
Economía Política
Ciencias Políticas y Gestión Publica
INTRODUCCIÓN
En los años 60 y 70, se inicia la crítica feminista en la economía tanto marxista como neoclásica, ya que los 2 modelos, desde sus perspectivas opuestas, se han resistido a enfrentar la desigualdad de género en la economía capitalista y de mercado.
Por una lado encontramos la Nueva Economía Doméstica neoclásica y por otro lado el Debate sobre Trabajo Doméstico de la corriente marxista, y aunque el diálogo entre ambas corrientes estaba absolutamente descartado, ambos modelos comparten un aspecto: el no tratar la relación entre el trabajo doméstico y la desigualdad de genero.
Para los neoclásicos el altruismo en el hogar contrasta con el interés propio del mercado. Para los marxistas, la solidaridad de clases en el hogar contrasta con la búsqueda de los intereses de estas clases en el mercado. Desde la perspectiva feminista, ambos análisis están errados.
ECONOMÍA NEOCLÁSICA
NUEVA ECONOMÍA DOMÉSTICA
En 1934, Margareth Reid elabora una definición de trabajo doméstico que no empieza a tener influencia hasta los años 60, cuando es aceptada por economistas que trabajan en el estudio sobre trabajo doméstico. Esta definición afirmaba que los servicios llevados a cabo por miembros de la familia, podrían ser delegados a personas fuera del hogar si los ingresos y las condiciones de mercado lo permitiesen.
Los economistas neoclásicos comienzan a reconocer la producción domestica como área legitima de estudio. Predijeron que cuando los ingresos aumentaran la mano de obra disminuiría, pero esto no se cumplió, al contrario, cada vez mas mujeres casadas entraban en el mundo laboral, aumentando los ingresos del hogar. Debido a esto, Mincer y Becker deciden analizar este fenómeno y desarrollan la NED. (Nueva Economía Domestica). Antes de esto los economistas neoclásicos le otorgaban a la familia solo un papel de consumidora de los productos del mercado.
Debido a que el tiempo era un recurso escaso para todas las familias y que el consumo requería la aportación de tiempo doméstico, Becker establece que es necesario elaborar una teoría de la distribución del tiempo entre las actividades de mercado y las del hogar.
La NED se fundamenta en unos principios que señalan básicamente: la familia selecciona una combinación de bienes y servicios que ha de ser eficaz para así obtener la mayor utilidad posible; el mercado proporciona precios simbólicos para el tiempo de las personas y para los bienes y servicios que no se intercambian en el mercado, esto permite a las familias hacer una elección racional sobre como asignar el tiempo entre sus miembros; el altruismo se da mejor en la economía doméstica que en la economía de mercado; existen diferencias biológicas entre mujeres y hombres, lo que les predetermina para elegir un trabajo u otro, según la NED, las mujeres invierten mas energía en las tareas domésticas que los hombres y menos energía en el trabajo dentro del mercado, por ende su elección de trabajo dentro de este mercado requerirá menos energía que uno realizado por un hombre, esto justificaría que el salario que cobran las mujeres sea inferior al que cobran los hombres.
Aunque el análisis de la NED ha evolucionado en las siguientes 3 décadas, se mantiene que los hombres tienen una ventaja relativa sobre las mujeres en la producción de mercado y las mujeres la tendrían en el hogar, sin embargo, esto podría ser una creación de la sociedad y no un determinante biológico, como se pensaba antes, es mas, se llega a reconocer que la discriminación, posiblemente, contribuye a este pensamiento.
La discriminación en el mercado, que reduce las ganancias de las mujeres por debajo de su productividad de mercado, las desanima y hace que asuman una mayor carga de tareas del hogar y por ende una mayor participación de hombres en el mercado de trabajo.
La NED explica la especialización de genero en dos supuestos: Primero, no reconoce que las destrezas adquiridas a través del trabajo doméstico o voluntario sean transferibles al trabajo remunerado, lo que le quita el valor por completa a las habilidades adquiridas en el trabajo domestico. No obstante, se concluye que las mujeres que tienen un empleo remunerado, son mas eficientes en las tareas domesticas que las que están desempleadas, porque al tener menos tiempo para dedicar a las tareas del hogar, hace que busquen métodos mas eficientes para llevarlo a cabo.
En segundo lugar, la adquisición de conocimientos especializados, tanto en el trabajo domestico como en el mercado de trabajo, da como resultado una mayor productividad con respecto al tiempo.
Aun cuando se acepta que puede existir discriminación en el mercado de trabajo, la NED sigue recalcando que las diferencias en la remuneración entre mujeres y hombres se deben principalmente por diferencias reales de productividad, aunque estas sean resultado de las diferencias del capital humano y no diferencias innatas como la NED presupone.
El supuesto neoclásico que explica que el mercado es un punto neutral de reunión, donde se equilibran la demanda y la oferta de trabajo, seria en si un obstáculo para las divisiones de genero en el propio mercado, y esto a su vez aclararía que el acceso a los puestos de trabajo depende solo en parte de la inversión humana y que las diferencias en los salarios no reflejan necesariamente diferencias en la productividad.
En este análisis, no se incluye el supuesto de que el esposo explote a la esposa, debido a que esta explotación no afecta al argumento de que la especialización de genero se debe basar en la ventaja comparativa entre mujeres y hombres, y que si los esposos fuesen conscientes de que son mas eficaces en la realización de las labores del hogar, que las mujeres, pasarían inmediatamente a efectuarla ellos mismos.
MARXISMO
EL DEBATE SOBRE TRABAJO DOMESTICO
El marxismo ofrece aparentemente, la posibilidad de comprender la naturaleza económica del trabajo domestico, porque va mas allá de la transacción monetaria en la cual esta organizada la producción.
Debido a que las feministas encuentran dentro del marxismo la oportunidad de explorar las relaciones sociales que sostienen la actividad económica y la falta de reconocimiento del papel del trabajo domestico en la reproducción y mantenimiento de la fuerza de trabajo, lleva a estas en los años 60 a aplicar la teoría económica marxista al trabajo doméstico.
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