EL TRABAJO DOMÉSTICO NO REMUNERADO EN LA ECONOMÍA

Maestria en Estado y Politicas Públicas

Alumna: Sabby Romero

Tercer Ensayo

EL TRABAJO DOMÉSTICO NO REMUNERADO EN LA ECONOMÍA

El documento desarrollado por Fabiola Campillo, hace una recopilación histórica entre la teoría neoclásica y la teoría marxista acerca del trabajo doméstico femenino y como ambas corrientes de pensamiento se asemejan en sus definiciones sexistas y excluyentes acerca de este tipo de trabajo no remunerado. Desde mi punto de vista el documento expone claramente el problema de exclusión social del cual ha sido víctima la mujer durante muchos años, el hacer ver solo el trabajo remunerado como el único que contribuye a la economía de producción y calificar el trabajo doméstico como una economía del cuidado, el ver este trabajo como una serie de actividades que son llevadas a cabo para el bienestar de los miembros de una familia, hace notar un claro pensamiento sexista, haciendo ver a la mujer como un instrumento para educar, alimentar, vestir, formar a los miembros de su familia, pero no como la fuerza de trabajo que produce resultados en sus labores diarias, ya que este no genera una ganancia económica, aunque este ha sido un tema de debate reciente, la mujer desde siempre ha tenido un papel preponderante en el desarrollo económico, pero lamentablemente no ha sido reconocido como tal, esto es algo que resalta de una forma extensa en el documento de Campillo, da un golpe de realidad para entender de una mejor manera el contexto en el cual se ha tenido que abrir campo la mujer a través de los últimos siglos.

Según expone el documento se introdujo el llamado criterio de “tercera persona”, en lo que fue respaldada más tarde por otras economistas. Según este criterio, si una actividad del hogar puede y es delegada a un(a) trabajador(a) asalariada, la actividad debe considerarse económicamente productiva (Campillo, 2000) . Entonces se pasa del trabajo no remunerado que es realizado por la mujer o miembros de una familia a un trabajo productivo realizado por un tercero ya que es monetizado es decir se recibe una remuneración por el servicio brindado.               El trabajo doméstico es visto como artesanal por la naturaleza y forma en que se generan los bienes y servicios para el consumo propio del hogar, como estos no pasan por un mercado específico, no se emplean medios de producción sistematizados entonces no se ve como algo económicamente productivo o rentable, sigue siendo minimizado el trabajo doméstico visto solamente para atender a las necesidades de consumo individual de las personas que integran el hogar y asegurar el mantenimiento, reposición y reproducción de la fuerza de trabajo, en pocas palabras el trabajo de la mujer en el hogar es para servir a aquellos que si tienen una posición remunerada en la sociedad y que son productivos para la economía.

El documento hace mención de tres elementos característicos del trabajo doméstico; su invisibilidad, su no contabilidad y su no remuneración, todos los cuales tienen relación entre sí (Campillo, 2000). Cuando se dice que es invisible hace referencia que el trabajo doméstico se ve como algo natural que debe desarrollar la mujer que se dedican al cuidado de los miembros del hogar y de su reproducción social, desde un punto de vista se puede decir que este pensamiento es algo machista, pero se sabe que es algo cultural que gracias al avance de la lucha de las mujeres por su protagonismo en la sociedad, en la actualidad es algo que se está quedando atrás, ya que ahora se cuenta con mayor participación del hombre es las tareas del hogar, así como en algunos casos hay cambios de roles, ya que es la mujer quien trabaja y el hombre cuida de los miembros de la familia. La no contabilidad es el tema que se ha venido tratando en el desarrollo de este ensayo, es un trabajo que se considera que no produce rentabilidad económica y por lo tanto no es remunerado.                                                                                   Es lamentable que en algunas sociedades en la actualidad aún se sigan viendo al hombre y a la mujer con dos roles totalmente diferenciados como lo menciona el documento; hombre productor, mujer reproductora y consumidora, hombre trabajador en lo público y económico,  mujer trabajadora en lo privado y lo doméstico (Campillo, 2000).

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