El impacto del trabajo del hogar no remunerado en la participación laboral de los hogares

Tema: El impacto del trabajo del hogar no remunerado en la participación laboral de los hogares.

El hogar y la economía han estado ampliamente relacionados desde el origen de su creación lingüística. En sí, la palabra economía se deriva del griego “οίκος” (lit. “casa”), ya que anteriormente se desarrollaba en torno a las complicadas unidades domésticas en las cuales se tomaban decisiones de producción y reproducción de trabajo. Desde aquellos tiempos, hasta la actualidad, el papel del hogar ha evolucionado, sin perder su naturaleza original, ya que los hogares siguen ejerciendo decisiones de producción de modo que maximizan su utilidad en búsqueda de mayor bienestar.  

Sin embargo, un hecho que no se ha tomado en cuenta en el modelo teórico de maximización de la utilidad es que, los hogares no están sujetos solamente a restricciones relacionadas al ingreso, sino, también a restricciones de tiempo que pueden tener influencia en las decisiones de trabajo u ocio, afectando directamente a su bienestar (Krueger, 2009). Siguiendo esta idea, los hogares al decidir entre trabajo u ocio, no solo tienen en cuenta al trabajo como aquel por el cual se recibe una remuneración, pues también considera al trabajo dedicado a la manutención del hogar, el trabajo doméstico, en su mayoría no remunerado.

El trabajo doméstico (no remunerado) se distribuye en dos conceptos principales, el trabajo de cuidado, que se refiere a toda aquella actividad que involucra ejercer cuidado sobre familiares vulnerables (tómese en cuenta niños y ancianos). Y el trabajo doméstico, que se refiere a cualquiera de las actividades que mantienen un hogar (limpieza, compra de víveres, etc.) (Durán, 2003). Este último corresponde a una labor independiente de la carga familiar, ya que, aún así un hogar no tenga hijos o adultos mayores de quienes cuidar, aquellas actividades de manutención del hogar se realizan por naturaleza humana. Y, aunque es cierto que se puede reemplazar por trabajo de mercado que ofrezca el mismo servicio a cambio de remuneración, no todos los hogares pueden permitirse pagarlo.

Siguiendo la idea del párrafo anterior, el hecho de realizar trabajo doméstico también implica tener menos disponibilidad de tiempo para trabajar, lo que podría causar que los hogares elijan un trabajo remunerado que les permita tener mayor flexibilidad de tiempo, repercutiendo en su salario percibido y consecuentemente en sus niveles de bienestar.  (Stratton, 2001).

En el Perú, hasta el año 2010, las personas encargadas del trabajo de cuidado y trabajo remunerado eran las mujeres; sin embargo, debido a la antigüedad de los datos y la escasa literatura que emplea datos actualizados, no se puede afirmar que las relaciones se mantengan de la misma forma después de 11 años, ya que la evolución de la sociedad y demás factores que afectan a que las estructuras de género se debiliten y puedan crear relaciones en el hogar más equitativas. De esta manera, se pretende analizar el impacto del trabajo doméstico en la participación de los hogares en la fuerza laboral, tanto para hombres y mujeres jefes de familia. Esta medición se realizará con los datos disponibles de la Encuesta Nacional de Hogares del año 2019, con el módulo 500 perteneciente a empleos e ingresos.

Contenidos: modelo teórico

• Modelo de Pollak and Wachter: Explicación teórica, características, y breve detalle matemático explicado, limitaciones del modelo.
• Modificación para recopilar fluctuaciones estacionales propuesto por Lee et al. (2010): Diferencias, beneficios, características que se mantuvieron y factores adicionales que se espera recoger.
• Investigaciones que aplicaron este modelo (En el extranjero y en Perú) y sus resultados (interpretaciones)
• Limitaciones del modelo para el caso peruano (falta de información, información errónea, etc.)
• Agenda de investigación sobre el tema en Perú (Recomendaciones de la literatura para investigaciones futuras).

Para el desarrollo del marco teórico de las implicancias entre el trabajo doméstico no remunerado y el mercado de trabajo, se consideró partir desde el modelo básico de comportamiento de los hogares con implicaciones sobre el trabajo doméstico. En el cual conceptualiza a cada uno de estos como pequeñas unidades productivas cuyas decisiones tendrán repercusiones posteriores en su oferta laboral. (Damian, 2003).

Uno de los primeros modelos teóricos en considerar al tiempo de trabajo doméstico como parte del análisis de bienestar en los hogares es el modelo desarrollado por Pollak & Watcher en 1975. Este modelo inicia como una crítica principalmente hacia la teoría clásica del comportamiento de los hogares, basándose en las falencias de la función de producción del hogar debido a la desconsideración de las restricciones de tiempo en el proceso productivo de bienes de consumo.  En este modelo se extrae como conclusión principal que la producción conjunta de trabajo de mercado y quehaceres domésticos, mejoran básicamente el supuesto de sustitución perfecta entre productos o servicios producidos en el mercado y los productos o servicios realizados en el hogar.

El modelo de Pollak & Wachter constituye una ampliación del mismo modelo de asignación de tiempo en las funciones de producción de los hogares presentada por Gary Becker (1965). Para el autor, los hogares se comportan como unidades de producción y unidades maximizadoras de beneficio, ya que combinan tiempo y bienes de mercado en la función de producción para producir productos de consumo, asimismo, eligen la mejor combinación de estos productos para maximizar su función de utilidad sujeta a precios y la restricción de recursos. Asimismo, el autor considera que esta restricción es medida por el ingreso total monetario y el ingreso perdido por el uso del tiempo en la producción de bienes para alcanzar su utilidad; además, en cuanto a las materias primas, estas se miden por sus costos intrínsecos de adquisición e insumos de tiempo.

En cuanto al desarrollo del modelo descrito por Pollak & Wachter (1975), este se plantea inicialmente un modelo de trabajo bajo ciertos supuestos:

• La oferta de trabajo está basada en una representación “colectiva” del comportamiento del hogar. Es decir, cada miembro del hogar dispone de una función de utilidad, y las decisiones que se asuman, serán siempre Pareto- Eficientes.
• El modelo de oferta de trabajo es estático y los consumos que se realicen serán solo privado.
• Tecnologías constantes de producción.
• No producción conjunta.

El cumplimiento de estos supuestos, permitirán que se generen restricciones comprobables sobre las funciones de oferta laboral y, también, que se recuperen las preferencias individuales de los agentes del hogar a partir de sus conductas observadas.  Por otro lado, en el caso que estos supuestos no se cumplan, los precios de los insumos dependerían de las preferencias del hogar, incumpliendo el papel tradicional de los precios en la teoría del consumidor, con lo cual, no se toman en cuenta toda la información relevante de las restricciones que atraviesa el hogar. De esta misma manera, se explica que, si la tecnología que percibe el hogar exhibe rendimientos diferentes a los constantes a escala o producción conjunta, las funciones de demanda basadas en los precios de los productos, resulta confusa de evaluar.

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