Valor Social y económico del trabajo domestico

Yessenia Martínez

Prof. Angélica Ordoñez Charpentier

Género y Sociedad

Septiembre 19, 2015

Valor Social y económico del trabajo domestico

El trabajo doméstico, históricamente ha sido asignado a las mujeres desde el inicio de las sociedades, “es una de las ocupaciones más antiguas e importantes desempeñadas por muchas mujeres en numerosos países. Está vinculado a la historia mundial de la esclavitud, el colonialismo y otras formas de servidumbre”. (Rodríguez); además,  se encontraba ubicado dentro de  las categorías de no trabajo o como  un trabajo no productivo, por lo cual no figuraba en las estadísticas económicas, ya que es se consideraba que no producía ni bienes ni servicios; pero actualmente en el Ecuador ya consta en el COTAB (Código del trabajo).

Antiguamente  la asignación de tareas, actividades y acciones que las personas debían realizar para el desarrollo, era  producto de la división sexual del trabajo y se consideraba si era hombre o mujer.  A partir de la lucha de las mujeres por la igualdad y el surgimiento del feminismo se busca la comprensión y la transformación de los roles de la mujer en la sociedad, que merecen el mismo reconocimiento, respeto, trato digno y decente.

El trabajo doméstico es considerado en la actualidad como una moderna forma de esclavitud en varios países donde la ley aun lo permite. Ubica a las personas que lo realizan este trabajo en desventaja frente a los derechos que deberían disfrutar; existe incluso personas que pueden ser víctimas del delito de trata. Cuando se pregunta qué es el trabajo doméstico la respuesta es casi inmediata entre la población y se dice que es todo lo que se hace en una casa y que se refiere a lavar, planchar, cocinar, barrer, trapear, cuidar niños y niñas; pero el aporte de este tipo de actividad va más allá del simple hecho de realizar actividades que muchas veces resultan rutinarias, ya que es el ama de casa quien es modelo en su hogar si no contrata a nadie y si se lo contrata lo es para su propia familia, además de todo este modelo  mantiene el equilibrio emocional en cada hogar, sea que lo realice una persona contratada o la ama de casa.

El estado ecuatoriano ha logrado establecer el trabajo doméstico dentro de sus leyes “La importancia de incorporar la perspectiva de género en la implementación del enfoque de derechos ha sido puesta de relevancia desde los principales órganos de derechos humanos” (Enfoque de derechos); y busca establecer con un esfuerzo coordinado entre  instituciones como: Ministerio de Trabajo, Concejo Nacional de la Niñez y la Adolescencia, con la finalidad de monitorear y controlar las irregularidades que se cometen o que se puedan presentar, y que están dentro de la competencia de dichas instituciones.

Considero que se debe promover la educación y formación de las trabajadoras domésticas y amas de casa con programas de becas para quienes desean concluir sus estudios académicos, y esto se puede realizar a través de los programas a distancia. Además se debe impulsar la formación en otras habilidades que les permita adquirir nuevas y mayores  posibilidades y oportunidades de mejorar sus condiciones de vida a través de la computación, corte y confección, cocina, cuidado de niños, niñas y personas adultas mayores; para de esta maneras mejoren sus condiciones y puedan continuar los estudios. Por otro lado, se debe buscar la promoción y concientización a nivel nacional de la valorización del trabajo doméstico; la responsabilidad compartida tanto de la sociedad y de quienes buscan u ofrecen el servicio, para que de esta manera se  garanticen sus derechos como personas.

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