ENSAYO ACERCA DE EL PRINCIPE
Enviado por nico cruz • 28 de Enero de 2016 • Ensayo • 5.340 Palabras (22 Páginas) • 342 Visitas
El Príncipe
Si bien es cierto que este es un libro muy controversial, lo es en misma cantidad famoso. Maquiavelo, su autor, es posiblemente uno de los primeros empiristas políticos, y de hecho es el primer pensador que utiliza el término "lo stato" (el Estado) para referirse a los temas públicos y de gobierno. Maquiavelo escribió este libro para Lorenzo de Medici (nieto de Lorenzo el Magnífico), y aunque no se publicó en vida de su autor, ciertamente lo ha transcendido hasta nuestros días. Los temas planteados en el texto podrían quizá parecer evidentes, trillados, si se quiere; pero esto es totalmente errado; es decir, ahora tenemos todos estos conceptos que manejamos con tanta facilidad, gracias a que Maquiavelo los propuso siendo el primero en hablar de todos estos sistemas en una sociedad para la que estos conceptos eran totalmente desconocidos. En este libro no se habla de un "deber ser" si no de un "es" llano y certero; nos presenta aquí una perspectiva de acuerdo a la experiencia o testimonios veraces y crea así una suerte de "manual" donde se explican las cualidades y acciones necesarias para mantener un principado. No se hace solamente un tratado sobre el arte de la política, sino que se habla de sociología –otra ciencia nacida con posterioridad-, la guerra, la naturaleza humana, entre muchos otros factores, y se ha logrado de una forma tan acertada, que aún hoy en día siguen en vigor sus principios. Para Maquiavelo la virtud del príncipe es algo muy complejo de lograr pues este debe tener características poco comunes como ser audaz, generoso y valiente; pero conocer el temor y de ser necesario ser cruel. Habla de jamás cometer injusticias vanas pero habla también de la necesidad de cometerlas si las circunstancias así lo ameritan, en El Príncipe se ha maquinado un complejísimo -y no por esto menos eficiente- sistema de gobierno con cada una de sus posibles variantes.
I
En este capítulo encontramos una suerte de introducción al tema central del que se hablará durante todo el texto; los principados. Se afirma que, para hablar de un Estado o dominación donde se ejerce soberanía sobre los hombres, este debe ser, necesariamente, el ya mencionado principado; o en su defecto una república. Hablando sobre el primero de estos, nos encontramos con que un principado puede ser hereditario (transmitidos dentro de una dinastía) o nuevo. Los nuevos, a su vez, pueden ser tanto enteramente nuevos, como provincias añadidas al estado del príncipe que las ha conquistado. Un dominio adquirido de cualquiera de estas formas cuenta con una sociedad en la que está arraigada la costumbre de vivir bajo la autoridad de un príncipe o vivir en goce de su libertad.
II
Hablando del capítulo segundo, nos encontramos con el tema inmediato a la conquista de un territorio: el gobierno y la conservación de este. Se trata de una cuestión un tanto social, costumbrista, si se quiere , pues se afirma que un Estado hereditario tiene ya , la costumbre de ser gobernado por una dinastía y si este es el caso dado, es suficiente con no alterar el orden establecido por los antecesores del príncipe. Si se sigue la línea de orden preestablecida, difícilmente se perderá el gobierno a no ser que exista una contrariedad muy significativa, y aún si este es el caso, la recuperación de sus dominios se hará totalmente factible en cuanto el usurpador enfrente una contrariedad. Un príncipe que adquiere el poder de esta forma, en la mayoría de casos, tiene razones para ser sino amado por su pueblo y de no existir una circunstancia extraordinaria, no hay motivo para pensar en un cambio en lo que a esto respecta.
III
Introduciéndonos al tema de los principados mixtos, se puede hablar de las mayores dificultades en los principados categorizados como "nuevos"; en primer lugar encontramos a un principado que no es enteramente nuevo, por así decirlo, sino que se encuentra en condición de miembro agregado a un territorio ya existente. Dentro de un principado nuevo, existe una dificultad tangible en todo momento y esta consiste en que los hombres cambian gustosos de señor pues piensan que esto implica una mejora a sus condiciones y es en base a este pensamiento que empuñan armas contra su príncipe; la única forma de entender que esta situación no hace más que empeorar su condición, es mediante la experiencia y esta, se consigue mediante errores. Se habla de un principio moralmente cuestionable pero que sin embargo no deja de tener fundamentos; Maquiavelo, en su obra, asevera que el príncipe encuentra la necesidad de impartir maltratos a sus nuevos subordinados. Claro está que los maltratos mencionados hace apenas un rato vienen de la mano de la conquista misma; encontramos, por ejemplo, guarniciones de soldados establecidas en las tierras conquistadas y otros asuntos de esta índole que conlleva la conquista de un territorio y son siempre injuriosas. Es debido a esto que el príncipe con el asentamiento de su poderío acarrea enemigos que encuentran dichas injurias -y con fundamentos, claramente- innecesarias. Otro punto que se toma en cuenta en cuanto a la ocupación se refiere, es que no se puede mantener la amistad con los que le han ayudado en su contienda para conquistar un territorio. Esto se debe a que no se pueden satisfacer las necesidades como quienes lo apoyaron esperaban al momento de iniciar la invasión.
Al momento de conservar lo conquistado es necesario analizar el territorio conquistado y sus costumbres (entiéndase por esto principalmente región y lengua). En caso de que la región y lengua coincidan, en príncipe se encuentra ante algo relativamente sencillo -sobre todo si el pueblo no está acostumbrado a su libertad aún- Es necesario solamente extinguir la línea de sucesión del príncipe derrocado y en las cuestiones restantes, es necesario conservar las costumbres y condiciones de vida antiguas. De esta forma, sin haber grandes cambios, los súbditos continúan con tranquilidad su vida. Por otro lado, si es otra lengua la que se habla y se difiere en cuanto a costumbres, el conquistador en pos de asegurar sus nuevos dominios, debe desplazarse permanentemente al nuevo territorio y de esta forma ver nacer y prever los desordenes y revueltas mientras la posibilidad de reprimirlos es aún factible. También contamos con la satisfacción de los súbditos debido a que lo tienen cerca y así pueden acudir a él fácilmente. Se genera con esta suerte de "mudanza" la oportunidad de ser amado o temido, de ser necesario. Otra solución propuesta, brillantemente, es crear colonias en puntos clave del nuevo Estado. Estas colonias son creadas en terrenos de gente de escaso poder y no gastan en
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