Ejemplo de la Inclusión y equidad

“Inclusión y equidad”

Ser inclusivo es tener una visión de apertura y disposición a responder a todas  las necesidades educativas de nuestros alumnos, sin importar origen étnico, género, discapacidad, religión, orientación sexual o cualquier otro motivo, la escuela debe y es un espacio incluyente donde se practica la tolerancia, el trabajo colaborativo. Pero esto implica un compromiso de parte de todos los actores educativos del proceso, así como cooperación y colaboración, también debe de respetarse la equidad y no solo ello sino promoverla y consolidarla.

 El no tomar en cuenta a nuestros alumnos que por su condición u origen presentan alguna barrera educativa y de participación provoca un problema “la exclusión” por lo que se debe de prestar atención especial a individuos provenientes de aquellos grupos en condición de vulnerabilidad, en peligro de ser marginados, excluidos o con riesgo de no alcanzar la satisfacción de sus necesidades básicas de aprendizaje.

Se debe de despertar conciencia,  fomentar acciones de compromiso sobre la responsabilidad profesional de todos los docentes y directivos para favorecer los logros de sus alumnos, dar respuesta a sus necesidades educativas que pudiesen crearles barreras para el aprendizaje y la participación, favorecer el respeto, el reconocimiento y la equidad,  así como realizar  acciones necesarias para garantizar su asistencia, permanencia, participación y egreso exitoso de la educación básica, podemos mencionar que el Modelo Educativo 2016 en México, nos menciona 5 grandes ejes articuladores entre los cuales podemos mencionar: Inclusión y equidad, y nos indica que la escuela debe de ser un espacio incluyente, donde se practique la tolerancia y no sea motivo de discriminación el origen étnico, el género, discapacidad, religión, orientación sexual o cualquier otra causa.

“La escuela debe ser un espacio incluyente donde se valore la diversidad en el marco de una sociedad más justa y democrática. El principio de equidad exige que el acceso y permanencia en el sistema educativo de los individuos que se encuentran en una situación de rezago o desventaja sean prioridad para las autoridades educativas de los distintos órdenes de gobierno.”(SEP, 2016 p. 63)

En el Modelo educativo 2016, se hace mención que en  materia de inclusión, es necesario crear las condiciones para garantizar un acceso efectivo a una educación de calidad y reconocer las distintas capacidades, ritmos y estilos de aprendizaje de los alumnos. En materia de equidad, es preciso redoblar esfuerzos para destinar mayores recursos educativos a la población en condiciones de vulnerabilidad o desventaja, esto es fundamental para que las respuestas diferenciadas a necesidades diversificadas contribuyan a eliminar las barreras que limitan el acceso a la educación, el aprendizaje y la participación.

La Organización de las Naciones Unidas ha incorporado la perspectiva de género (Objetivo estratégico H.2) como una de las estrategias mundiales fundamentales para fomentar la igualdad de los sexos en la Plataforma de Acción de Beijing en la Cuarta Conferencia Mundial de las Naciones Unidas sobre la Mujer en 1995, también trata de asegurar la igualdad en el acceso a la educación (Objetivo estratégico B.1).  A través de la perspectiva de género se garantizarían los derechos humanos y la justicia social para mujeres y hombres, lo que permearía en más oportunidades sociales y económicas, así como menos violencia de género. Lo que equivale a que el currículo enseñado en las escuelas permita que los niños aprendan que ambos tienen los mismos derechos y capacidades, ya que se enseña a que nadie es superior a nadie, en base al sexo con que se nace.

La discriminación en el ámbito escolar es un problema que desafortunadamente aún está latente y que afecta gravemente a aquellos que la sufren y aquellos que la ejercen. Es importante que como formadores conozcamos sus causas sus consecuencias, formas de manifestación para que podamos identificarlas, a través de situaciones que se van dando dentro de nuestros recintos educativos y sepamos minimizarla y posteriormente erradicarla de nuestros ámbitos educativos, concientizando al resto de los actores sociales que se involucran en ella (alumnos, padres de familia, y plantilla del persona de una institución), retomamos al Mtro. Jorge Torres Romero que dice:

 (…) Combatirla es un imperativo para las instituciones educativas. Y la discriminación se combate, por supuesto, incorporando nuevos contenidos en los programas educativos, pero también modificando los términos de la relación entre alumnos, entre éstos y los docentes, entre éstos y los padres de familia, entre la escuela y la comunidad, y también transformando el ambiente escolar y las formas de gestión y dirección bajo principio de respeto y atención a la diversidad. 

                                                                             (Torres Romero, J. 2009 p. 3)

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