El Club Encuarentenado
Enviado por Daniel Cardozo • 12 de Octubre de 2020 • Documentos de Investigación • 753 Palabras (4 Páginas) • 119 Visitas
El Club Encuarentenado
El monopolio de Dios puede ilustrarse mediante la historia del presidente de un club que tuvo que tomar decisiones drásticas, sin precedentes y arriesgadas ante la cuarentena.
Reunió a sus entrenadores, hizo un acuerdo con ellos y labró un acta interna y les confió parte del dinero disponible del club por el tiempo que estuviese prohibido los eventos deportivos.
Lo dividió en proporción a las capacidades de cada uno. Al primero le dio $500.000; al segundo $200.000; y al último $100.000.
Luego ya entraron en cuarentena y no volvieron a verse.
El entrenador que recibió los $500.000 compró un plan de Zoom y empezó a ofrecer entrenamiento personalizado por internet que al cabo de unos meses mantuvo el contacto y ritmo de trabajo con su plantel, se volvió un experto en coaching virtual y lanzó promocionales para el público latino en general que le permitió obtener ganancias; le ganó a la inflación e invirtió en un cierto stock de material deportivo y con alguno de sus jugadores a quienes les brindó una oportunidad laboral, inició un emprendimiento dropshipping; a partir de sus contactos con figuras del deporte generó y financió una serie de eventos virtuales a beneficio de su club. En fin, fue invirtiendo el dinero y ganó $500.000 más.
El que tenía $200.000 al ver lo que hacía a su compañero, le imitó y salió a trabajar y ganó $200.000 más.
Pero el entrenador que recibió solo $100.000 metió la guita en una bolsita Ciplox junto con bolillitas antihumedad y la cerró. Colocó la bolsita en una caja de metal hermética a la que protegió con un nuevo envoltorio de plástico. Fue al patio de su casa, cavó un hoyo en la tierra y allí escondió el dinero que le confió el presidente del club.
Después de muuuucho tiempo terminó la cuarentena obligatoria y el presidente del club retomó sus funciones habituales y llamó a sus entrenadores para que rindieran cuentas de cómo habían usado el dinero.
El entrenador al cual le habían confiado $500.000 se presentó con $500.000 más y dijo:
- “Sr presidente, usted me dio $500.000 para invertir, y he ganado $500.000 más”.
El presidente lo llenó de elogios:
- “Bien hecho, mi entrenador fiel. Has sido fiel en administrar esta pequeña cantidad, así que ahora te daré muchas responsabilidades ¡Brindemos!”.
Se presentó en la oficina el entrenador que había recibido los $200.000 y dijo:
- “Sr presidente, usted me dio $200.000 para invertir, y he ganado $200.000 más.
El presidente dijo:
- “Bien hecho, mi entrenador fiel. Has sido fiel en administrar esta pequeña cantidad, así que ahora te daré muchas responsabilidades ¡Brindemos!”.
Por último se presentó el entrenador que tenía solo $100.000 y dijo:
- “Sr presidente, yo sabía que usted era un hombre severo, que recibe elogios donde no hizo nada y gana donde no jugó. Tenía miedo de perder su dinero, así que lo escondí en el patio de casa. Mire, sin cambios de ningún billete, ni rasguños, ni humedad, aquí está de vuelta exactamente, no solo la suma, sino cada billetito de $1.000 que usted me dio.
Pero el presidente del club respondió:
- “¡Entrenador vago y mal parido! Si sabías que recibo elogios donde no hice nada y gano donde no jugué; ¿por qué no depositaste el dinero en el banco para hacer aunque sea un plazo fijo? Al menos el club hubiera podido obtener algún interés de él.
Entonces ordenó:
- “Quítenle el dinero a este entrenador y dénselo al que tiene el millón de pesos. A los que usan bien lo que se les da, se les dará aún más y tendrán en abundancia; pero a los que no hacen nada se les quitará aun lo poco que tienen.
Ahora bien, despidan del club a este entrenador inútil y déjenle escrita esa marca oscura en su historia de referencia laboral, para que se lamente toda la vida.
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