El Derecho, ¿debe Ser Justo?
Enviado por gguillamon • 31 de Octubre de 2013 • 468 Palabras (2 Páginas) • 3.445 Visitas
Que nadie tiene la absoluta certeza para poder definir lo que es “bueno” y lo que es “malo” es algo popularmente asumido, puesto que siempre dependerá del color del cristal con que se mire; de igual forma, resulta prácticamente imposible establecer las condiciones generales para que un hecho sea “justo” o “injusto” porque siempre dependerá de las ideas, valores y creencias que tenga el individuo.
Si echamos un vistazo a la definición que nos da el diccionario de la RAE, encontraremos hasta 12 acepciones diferentes para el concepto “justicia”, sin embargo, fijémonos sólo en las cuatro primeras:
1. f. Una de las cuatro virtudes cardinales, que inclina a dar a cada uno lo que le corresponde o pertenece.
2. f. Derecho, razón, equidad.
3. f. Conjunto de todas las virtudes, por el que es bueno quien las tiene.
4. f. Aquello que debe hacerse según derecho o razón.
Más aún, revisando la definición de “justo” deberíamos prestar atención a las dos primeras (de hasta 7 acepciones diferentes):
1. adj. Que obra según justicia y razón.
2. adj. Arreglado a justicia y razón.
De esta sencilla aproximación semántica se desprende las siguientes ideas: que el derecho implica un trato igualitario; que tiene que ver con la razón; que es algo positivo, bueno; y que resulta de obligado cumplimiento. De hecho, el Derecho implica una justa y necesaria coacción por el hecho de representar una serie de normas o mandatos que regulan el comportamiento humano en la sociedad, imponiendo unos límites en las relaciones sociales.
Para poder evaluar si el Derecho es justo o no habría que tener en cuenta que el Derecho no sólo representa un compendio de normas creadas por los agentes sociales encargados de ello (poder legislativo) sino que a éstas se les une tanto el bagaje histórico de la conciencia humana (la moral) y los hábitos acumulados a lo largo de la existencia humana (las costumbres). Por lo que todo apunta a que el propio ser humano ha pretendido que el Derecho sea siempre lo más “justo” posible, anexando estas últimas normativas adicionales (moral y costumbre).
Sin embargo, nos resulta siempre fácil aludir a la “injusticia del Derecho” puesto que se trata de una doctrina que nos es impuesta y dada por el propio hecho de nacer y residir en un ámbito geográfico determinado y no una doctrina asumida voluntaria como puede ser la religión. Sin olvidar que la riqueza en diferentes posturas, opiniones, creencias y valores de la sociedad en la que vivimos implica la dificultad de justificar todas las variables.
Por último, la propiedad innata del Derecho de ir adaptándose a la vez que el ser humano y la sociedad evolucionan nos permite, al menos, vivir con la seguridad de que el Derecho siempre cubrirá cualquier necesidad de regulación que surja.
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