El Oficio Del Sociologo
Enviado por • 5 de Septiembre de 2014 • 6.569 Palabras (27 Páginas) • 283 Visitas
Qué es el trastorno del espectro autista (TEA)
El autismo es un grupo de trastornos del desarrollo cerebral, a los que se llama colectivamente el trastorno del espectro autista (TEA). El término "espectro" se refiere la amplia gama de síntomas, habilidades y niveles de deterioro o discapacidad que pueden tener los niños con el TEA. Algunos niños padecen un deterioro leve causado por sus síntomas, mientras que otros están gravemente discapacitados.
El TEA se diagnostica de acuerdo con las pautas mencionadas en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, Cuarta Edición - (DSM-IV). Actualmente, el manual define el TEA como cinco trastornos, algunas veces llamados los trastornos generalizados del desarrollo (TGD):
• El trastorno autista (autismo clásico).
• El trastorno de Asperger (síndrome de Asperger).
• El trastorno generalizado del desarrollo no especificado (TGD-NE).
• El trastorno de Rett (síndrome de Rett).
• El trastorno desintegrativo infantil (CDD, por sus siglas en inglés).
¿Cuáles son los síntomas del TEA?
Los síntomas del trastorno del espectro autista (TEA) varían de un niño a otro pero, en general, se encuentran dentro de tres áreas:
• Deterioro de la actividad social.
• Dificultades de comunicación.
• Conductas repetitivas y estereotipadas.
Los niños con el TEA no siguen patrones típicos al desarrollar sus habilidades sociales y de comunicación. En general, los padres son los primeros en notar conductas inusuales en sus hijos. Con frecuencia, ciertas conductas se vuelven más notorias al compararlos con niños de la misma edad.
En algunos casos, los bebes con el TEA pueden parecer diferentes muy temprano en su desarrollo. Aun antes de su primer cumpleaños, algunos bebes se concentran excesivamente en algunos objetos, rara vez establecen contacto visual y no pueden entablar el juego típico de vaivén ni balbucear con sus padres. Otros niños pueden desarrollarse normalmente hasta el segundo y aun hasta el tercer año de vida, pero luego comienzan a perder interés en los otros y se tornan silenciosos, retraídos o indiferentes a las señales sociales. La pérdida o inversión del desarrollo normal se llama regresión y ocurre en algunos niños con el TEA.
Deterioro de la actividad social
La mayoría de los niños con el TEA tienen problemas para entablar las interacciones sociales diarias. Según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, Cuarta Edición, algunas características de niños con el TEA son:
• hacen poco contacto visual.
• tienden a mirar y escuchar menos a la gente en su entorno o no responder a otras personas.
• no buscan compartir su gusto por los juguetes o actividades, señalando o mostrando cosas a los otros.
• responden inusualmente cuando otros muestran ira, aflicción o cariño.
La investigación reciente sugiere que los niños con el TEA no responden a las señales emocionales en las interacciones sociales humanas, ya que no pueden prestar atención a las señales sociales que típicamente otros suelen notar. Por ejemplo, un estudio descubrió que los niños con el TEA se concentran en la boca de la persona que les hablan en vez de en los ojos, que es donde los niños con desarrollo típico tienden a concentrarse. Un estudio relacionado mostró que los niños con el TEA parecen ser arrastrados a efectuar movimientos repetitivos ligados a un sonido, tales como aplaudir durante el "juego de palmas". Se necesita más investigación para confirmar estos hallazgos, pero dichos estudios sugieren que los niños con el TEA pueden malinterpretar o no notar las señales sociales sutiles—una sonrisa, un guiño o una mueca—que podría ayudarlos a entender las relaciones e interacciones sociales. Para estos niños, una pregunta como "¿podes esperar un minuto?" siempre significa lo mismo, ya sea que quien la formule esté bromeando, efectuando una pregunta verdadera o realizando un requerimiento firme. Sin la habilidad para interpretar el tono de voz de otra persona, como tampoco los gestos, expresiones faciales y las comunicaciones no verbales, los niños con el TEA pueden no responder adecuadamente.
Asimismo, puede ser difícil para otros comprender el lenguaje corporal de niños con el TEA. Sus expresiones faciales, movimientos y gestos son a menudo vagos o no corresponden con lo que están diciendo. También, su tono de voz puede no reflejar lo que realmente están sintiendo. Muchos niños mayores con el TEA hablan con un tono de voz inusual y pueden sonar como si estuvieran cantando o sin entonación y similar a un robot.
Los niños con el TEA también pueden tener problemas para entender el punto de vista de otra persona. Por ejemplo, en la edad escolar, la mayoría de los niños comprenden que otras personas tienen información, sentimientos y objetivos diferentes a los suyos. Los niños con el TEA pueden carecer de este entendimiento, por lo que son incapaces de predecir o entender las acciones de otras personas.
Problemas de comunicación
De acuerdo con las etapas de desarrollo de la Academia Americana de Pediatría, para el primer cumpleaños el típico infante puede decir una o dos palabras, darse la vuelta cuando escucha su nombre y señalar cuando quiere un juguete. Cuando se le ofrece algo que no quiere, el infante hace saber que la respuesta es "no" con palabras, gestos o expresiones faciales.
Para los niños con el TEA, alcanzar tales etapas puede no ser tan sencillo. Por ejemplo, algunos niños con autismo pueden:
• no responder o ser lentos en responder a su nombre o a otros intentos verbales para obtener su atención.
• no desarrollar o ser lentos en desarrollar gestos, como señalar y mostrar cosas a otros.
• arrullar y balbucear en el primer año de vida, pero después dejar de hacerlo
• desarrollar el lenguaje a un ritmo tardío.
• aprender a comunicarse usando dibujos o su propio lenguaje de señas.
• hablar solamente con palabras sencillas o repetir ciertas frases una y otra vez, pareciendo incapaces de combinar las palabras para formar oraciones con sentido.
• repetir palabras o frases que escuchan, una patología llamada ecolalia.
• usar palabras que parecen raras, fuera de lugar o que tienen un significado especial conocido solamente por aquellos familiarizados con la forma de comunicarse del niño.
Aun algunos niños con el TEA que tienen buenas habilidades de lenguaje, con frecuencia tienen dificultades con el diálogo fluido. Por ejemplo, dado que encuentran difícil entender y reaccionar ante las señales sociales, los niños con el síndrome de Asperger a menudo
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