El sabor de Doritos.

POR QUE LOS DORITOS SON TAN ADICTIVOS.

¡Cuidado!: Usted probablemente sentirá que querrá comer una bolsa de Doritos después de leer esto.

Un científico en Estados Unidos ha investigado lo que hace a los doritos tan irresistibles.

Cuando el inventor de Doritos Arch West murió en September 20, 2011, según los informes, su familia esparció en su tumba Doritos, para representar el respeto y la elevación de esta creación.

Si encuentras que tienes una adicción por estas tortillas revestidas de queso anaranjado, no temas por creer que tienes una adicción exagerada por la comida chatarra.

Steven A. Witherly, un científico de la alimentación y el autor de "¿Por qué a los seres humanos les gusta la comida chatarra?”, ha explicado al New York Times que Doritos de queso son el arquetipo de los alimentos procesados que producen adicción.

Han sido diseñados para se sienta como que nunca se ha tenido suficiente. He aquí por qué:

Los Doritos tienen el poderoso sabor conocido como “umami” (Japonés por ‘sabor agradable, sabroso’), y que también lo Witherly llama "Sabores de larga duración", como el ajo que crean un olor persistente que estimula los recuerdos.

La receta esta tan bien equilibrada que ningún sabor sobresale por encima de otro en la mezcla de cada tortilla. Esto evita lo que lo científicos llaman como “Saciedad Sensorial Especifica” o el sentimiento causado por un sabor dominante.

La receta incluye varios ingredientes importantes, pero parte de la clave está en dos ácidos - láctico y cítrico, hacen que se activen las glándulas salivales y desencadenan el impulso de comer. Otro ingrediente, mantequilla, proporciona aún más ácido láctico.

El polvo de Doritos tiene un impacto aún más fuerte si usted se lame la punta de los dedos.

Para maximizar el placer, la mitad de las calorías de Doritos provienen de la grasa. Con esta relación, se siente como el Dorito se derrite en la boca y el cerebro es seducido con en el pensamiento de que las calorías han desaparecido también. Esto se conoce como "Densidad calórica desvaneciente" y esto no solo viene con los Doritos, en el chocolate también, por ejemplo.

Para darle más detalle a su atractivo tanto la tortilla como la presentación del empaque vienen dados con los colores que estimulan el hambre.

Y la mezcla de ingredientes en el polvo se muele tan finamente (una de las mejores rutinas de procesamiento de alimentos, de hecho) que el polvo llena todos los orificios de las papilas gustativas y rincones de la boca.

En pocas palabras: Si comemos Doritos estamos indefensos.

Fuente: New York Post, http://nypost.com/2013/10/03/why-doritos-are-as-addictive-as-crack/

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