Empleos Informales
Enviado por samuelguzmanc • 17 de Marzo de 2015 • 2.706 Palabras (11 Páginas) • 256 Visitas
Jalisco es una de las entidades que más batalla con la economia informal, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) al tercer trimestre del 2012, 27.8% de la Población Económicamente Activa (PEA) trabaja en esa actividad.
Información del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), revela que aunque la proporción del empleo informal está por debajo del promedio nacional, que se coloca en 29.2%, 969 mil 174 jaliscienses tienen que trabajar en la economía informal.
El número de personas que tienen un empleo informal en Jalisco, colocan a la entidad como la tercer economía informal del país, cifra que equivale a las personas que ingresaron a esta actividad en todo el país, en el último año.
Y no solamente eso, datos del instituto indican que su tasa de desempleo abierto se coloca en 4.91% en el mismo periodo, porcentaje que significa 170 mil 826 personas que no tienen un puesto trabajo formal.
http://www.unionjalisco.mx/articulo/2012/11/10/economia/guadalajara/969-mil-personas-en-la-economia-informal-en-jalis
La informalidad representa 66% del mercado nacional y genera tres cuartas partes del empleo. Foto Héctor Jesús Hernández
• El sector autoempleado gana casi la mitad de lo que ganan los trabajadores en el sector formal
Darío Pereira.- Ser su propio jefe, tener unnegocito, determinar sus propios horarios. Éstas y más son aspiraciones cada vez más frecuentes en un sistema laboral al que resulta difícil acceder y parece caminar en detrimento de los propios trabajadores.
Y aunque hay emprendedores que deciden autoemplearse e iniciar proyectos económicos a escala personal, la mayoría de las personas que trabajan por cuenta propia se han visto orilladas a hacerlo tras encontrarse con un rosario de puertas cerradas en el mercado formal. El fenómeno ha crecido tanto que parece superar al mercado interno establecido y se ha convertido en la base invisible de la economía nacional y del estado.
“El autoempleo básicamente se da como una salida a la falta de empleos formales y a la falta de consolidación de un sector económico formal que dé empleo a toda esta gran oferta de mano de obra que tiene nuestro país, y en concreto nuestro estado”, refiere el maestro Enrique Cuevas Rodríguez, quien dirige el Observatorio Social y Laboral del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA) de la Universidad de Guadalajara. Por ello, explica, el trabajar por cuenta propia y el comercio informal caminan de la mano.
“Este crecimiento se debe a una contracción del mercado y la economía formal. En este sentido, todas las personas que tienen o han tenido un trabajo dentro de empresas, un trabajo que consideraban seguro en un sector propiamente formal, al contraerse el sector producto de una situación económica que no ha sido muy buena en los últimos años, buscan una segunda alternativa”, expone el investigador.
América Arámbula, de 62 años, lleva diez años vendiendo muñecos de peluche en los tianguis tapatíos junto a su esposo. En su caso fue la falta de oportunidades a causa de su edad –“todavía me siento capaz”, afirma– además de verse superada por la tecnología, la que la llevó al comercio informal.
Con una licenciatura en Administración de Empresas, es clara al afirmar que “de ésto no se puede vivir”, pues es sólo un complemento a los ingresos producto de la pensión que recibe, los cuales por sí solos tampoco resultan suficientes. Para ella, la principal virtud de autoemplearse es que le permite sentirse activa en un mercado laboral que decidió prescindir de ella. La desventaja –no es sorpresa–, los bajos ingresos que por ello percibe.
“En términos monetarios, el sector autoempleado gana menos, tal vez hasta la mitad de lo que ganan los trabajadores en el sector formal. Realmente no estamos hablando de un sector económicamente privilegiado, sino económica y socialmente excluido”, explica Cuevas.
Con las ventajas y desventajas inherentes a laborar de manera independiente, cada vez son más los jaliscienses que subsisten de esta manera. Según datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), a junio del presente año, una quinta parte de la población ocupada que integra el sector formal lo hace por cuenta propia, generalmente en micronegocios.
En tanto, se obtiene que la tasa de ocupación en el sector informal en la entidad alcanza el 29.85% de la población económicamente activa, medio punto por arriba del promedio nacional. Sin embargo, no todos coinciden con las estadísticas oficiales en este último punto:
“Las estimaciones de la ENOE son muy modestas. Sus datos han sido cuestionados por académicos no sólo de la Universidad de Guadalajara, sino de todas las latitudes, porque no toman en cuenta algunas características del sector informal. Según estimaciones nuestras, la economía informal llega a representar hasta el 66% del total del mercado nacional y el empleo que genera esta economía informal llega prácticamente a tres cuartas partes del empleo nacional”, refiere el investigador, quien considera que estas cifras son muy similares en el entorno estatal.
Cuevas considera que esto explica las tasas de desocupación tan bajas que se tienen en el país. A decir del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), en México el porcentaje actual de desempleados es del 4.98% de la población económicamente activa; mientras que en Jalisco llega únicamente al 4.6%.
“Esto es una situación alarmante porque entonces resulta que nuestra economía está siendo sostenida por el sector informal y por toda esta gran cantidad de empleos precarios que representan el grueso del empleo nacional”, asevera.
Sin embargo, hay para quienes trabajar de forma independiente tiene méritos nada despreciables.
Charly se dedica a vender playeras con diseños propios cada sábado en el Tianguis Cultural y los domingos en el que se instala en la colonia Santa Tere. La ventaja: “ser tu propio jefe, poder lanzarse de pronto a la playa por tres meses”. La naturaleza de su chamba le permite trasladar más allá de los límites de la metrópoli su lugar de trabajo.
Para él, la inestabilidad de los ingresos es el principal inconveniente. Por el mismo motivo le resulta difícil dar un promedio del dinero que termina en su bolsillo. “Es variable, hay días que te va bien, hay días que vendes 70 pesos, hoy no llevo nada. Así es este jale”. A esto hay que restar a los egresos que le representa tratar con los serigrafistas que plasman en tela sus creaciones o las costureras que afinan los detalles de la confección.
A decir de Cuevas, los ramos industriales miran con un recelo injustificado al sector informal.
“El
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