En la labor de entender y valorar al “otro” Un vistazo diferente a la alteridad

En la labor de entender y valorar al “otro”

Un vistazo diferente a la alteridad

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esde tiempos inmemorables se ha evidenciado como la discriminación ha sido parte constitutiva de las relaciones sociales de un individuo, por cuanto si eres diferente a alguien (ya sea sexo, género, orientación sexual, clase social, color de piel, entre otras)  entonces eres el “otro”, aquel que es mal visto en un determinado grupo social debido a que no encajas en los parámetros que allí se manejan, cuyos integrantes consideran que son los mejores, que son los únicos válidos, los calificados para habitar este mundo.

Tal es la situación que viven muchas, por no decir todas, personas que se identifican con los grupos GLBTTI, o al menos es así como lo veo yo, en base a sin número de situaciones que vivimos, que observamos  como parte de las actuaciones de esta “sociedad judeo-cristiana pacata” –como dice Daniel-  al momento de leer esto no comprendí lo que es pacata, indagué en internet; y aprendí que éste término no significa otra cosa más que “mojigato”. Y de hecho es así vivimos inmersos en ello, consideramos la existencia de alguien distinto a nosotros, pero el momento en que tenemos que relacionarnos con ese “otro” o tan solo tener que hablar del tema ,nos cuesta, mostramos una falsa humanidad.

Y todo sucede por el desconocimiento que ha sido naturalizado por la cultura en la que vivimos. Vemos que en otros países es algo normal, y creemos que eso sólo pasa allá, pero no es así, eso, ante lo que nos hacemos los desentendidos, es una realidad social. Esa misma realidad que vivimos todos, incluyendo a los trans  (que como nos cuenta Rashell Erazo, presidenta de la asociación Alfil  es una organización que lucha por los derechos de la comunidad GLBTTI, es un paraguas que abarca a los travestis, transgéneros y transexuales).

Realidad en la cual vemos mediante representaciones simbólicas, normativas, institucionales y/o subjetivas, ya sea en dibujos, caricaturas, doctrinas filosóficas, organizaciones, mediante esos mecanismos se manifiestas e imponen roles, porque claro siempre hay una cultura, hay una ideología dominante ante la cual deben someterse todos, o mejor dicho “debemos”. El establecimiento de todo esto llega a latinoamérica a partir de la conquista, aquel 1492 fue un año decisivo para nuestros pueblos indígenas, quienes allí se vieron desvalorizados, vituperados, y esto es lo que se ha prolongado a lo largo de la historia, y podríamos decir que acentuado con la denominada globalización.

Y ante todo esto, el contexto en el que vivimos, ¿qué podríamos hacer, como simples seres humanos que se han visto inmersos en una cultura impuesta?.... la respuesta resulta un tanto difícil. Y le acredito este adjetivo pues optar por una actitud diferente ante lo impuesto, implica trasgredir, innovar, ir contra la corriente. Es justamente mi lema de vida, es necesario ser diferente, luchar por algo que quizá los demás ignoran. Pero cuando en tu entorno ves que todo es igual, entonces te ignoran, sin embargo esta es la lucha. Generar un “vistazo diferente de la alteridad”, construir nuevos paradigmas o quizá resulte una mejor término decir: romper estereotipos. Acabar con aquello que no represente: respeto, tolerancia, aceptación, y porque no, valoración.

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