Espacio Existencial Del Niño
Enviado por sheylachevarria • 16 de Octubre de 2013 • 3.265 Palabras (14 Páginas) • 291 Visitas
han sido muchas veces dejados de lado, no dándoles la verdadera importancia que deben tener debido al gran impacto que pueden generar sobre aquellos que los habitan. Uno de los espacio que ejerce mayor influencia sobre los niños es el colegio, si bien es cierto éste ha tenido algunas transformaciones a lo largo del tiempo, éstas no han sido masivas, sin embargo existen determinadas personas e instituciones que se comprometen íntegramente con este propósito ya que es bien entendido por ellos la importancia que tiene el ambiente y los espacios en los que se desarrollan los niños para la formación íntegra de los mismos. Por tal motivo y al ser la arquitectura un medio determinante en las relaciones que se generan en las personas puede contribuir con este propósito de múltiples maneras y es así que como una primera aproximación se propone desarrollar un espacio que contribuya al desarrollo existencial del niño a través de la expresión formal y le sentido funcional del mismo, por lo cual es importante evaluar en qué medida la arquitectura planteada se vuelve verdadero cómplice de éste propósito.
El colegio Acuarela del Sol es una institución comprometida con el verdadero desarrollo de los niños y su bienestar integral, tienen al afecto, el juego, la creatividad y la inclusión como principios rectores de su pedagogía, además de contar con una ubicación privilegiada sobre el resto de la ciudad donde la proximidad al río, la vegetación abundante y la infinidad de posibilidades que ofrece la topografía irregular se convierten en un aliado para el desarrollo y desenvolvimiento de los niños. Es a partir del método educativo que rige el colegio y el emplazamiento excepcional en que se encuentra que surge una propuesta espacial como contribuyente al desarrollo existencial del niño y las múltiples capacidades del mismo. Ubicado en la parte baja de uno de los extremos del colegio es un pequeño rinconcito del cual apropiarse gracias a sus dimensiones y el ambiente que se genera en el mismo por la sonoridad de la proximidad al río y los árboles que lo rodean, de esta manera se convierte en el espacio ideal para propiciar el encuentro de los niños en distintos planos.
Para evaluar en qué medida la arquitectura propuesta contribuye con el verdadero desarrollo existencial del niño es importante tener en cuenta aspectos que rigen el comportamiento de los niños y que analizan diversos territorios de la infancia.
1. Los territorios vitales de la infancia
El espacio para los niños debe ser comprendido como un entorno vital, un espacio vital es aquel que considera tanto lugares, objetos, emociones, y el desarrollo corporal que se pueda realizar en él, donde la interacción entre estas variables ayude a configurar el espacio. De esta manera el espacio planteado para convertirse en un espacio vital para el niño toma en cuenta su ubicación en el contexto y los elementos que lo rodean (piedras, árboles, el río, los desniveles), las posibilidades que se puedan desarrollar en él y las sensaciones que puede generar en quienes lo habiten convirtiéndose así en un espacio poli sensorial.
Es conveniente que el espacio no sea sumamente caracterizado sino que tenga cierto grado de libertad para permitir al niño desarrollar su capacidad de reinterpretación del mismo, de esa forma el espacio planteado debido a su configuración sugiere actividades de carácter pasivo y de estar para los niños, sin embargo al no poseer una rigidez espacial ni elementos que obliguen a realizar actividades específicas se convierte en un espacio flexible, el cual está sujeto a la reinterpretación que puedan hacer los niños del mismo mediante su capacidad de configurar y transformar espacios según su parecer. El niño crea micromundos a partir de su interpretación del espacio, de esta manera los desniveles pueden convertirse de pronto en pisos que trepar o la estructura no solo cumplir con su función primordial de dar sombra, sino que a la vez transformarse en un elemento lúdico del cual colgarse y apropiarse; de esta forma y gracias a la flexibilidad del espacio el niño es capaz de decidir aquello que desea del mismo, identificándose con el sitio gracias a las actividades que realiza en él, convirtiéndolo en una extensión de sí mismo que genera un intercambio entre el habitante (el niño) y el entorno, donde el niño participa activamente de la configuración del espacio y el espacio cobra significados y usos dependiendo de las actividades que se realicen él.
2. Los territorios conquistados para la infancia
El espacio planteado posee una entera relación con la topografía existente, interviniendo en ella de manera que se defina el mismo sin crear límites excluyentes sino más bien integradores, de esta manera el paisaje queda transformado en objeto, en este caso graderías y plataformas que ofrecen una serie de oportunidades de uso e incorporan el contexto a la arquitectura creando lazos más fuertes entre ambos permitiendo así una mayor vivencia del espacio: la vivencia del suelo como territorio lúdico, concepto aplicado por Allison y Peter Smithson, donde la intervención en la topografía es capaz de generar una relación estrecha con todo el entorno, donde se pueda experimentar al mismo en todos sus aspectos, en este caso los desniveles crean un sinfín de posibilidades que contribuyen a la vivencia cabal del espacio generando pequeños rincones de los cuales apropiarse de diferentes maneras que dependen de las construcciones mentales que generen los niños del espacio en donde se encuentran y que pueden convertir la gradería en lugares de estancia, o de recorrido, para espectar o para actuar, de carácter pasivo o como elementos que propician su actividad corporal. De esta forma se busca encontrar un equilibrio entre lo natural y lo artificial donde el juego de desniveles que se realiza en el suelo y el de alturas que se produce con la estructura genere una continuidad espacial que permita sentir y experimentar el espacio en todas sus dimensiones.
3. Territorios de la cultura infantil
Los niños tienen diversas maneras de interactuar con los espacios en que se desarrollan, algunas de ellas las van adquiriendo conforme pasa el tiempo y están estrechamente relacionadas con el cuento y el juego, dos actividades que crean espacios en la memoria de los niños y que luego interactúan con el espacio en el que se desarrollan. Sin embargo no se conoce el entorno sino en la medida en que se actúa sobre él, por lo cual el contacto directo con el mismo será determinante para transformar lo imaginario en algo concreto y real, es así que dependiendo de las experiencias vividas de cada niño la interpretación que hagan del espacio tendrá cierta variación, es decir que el descubrimiento del espacio
...