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EDUCACIÓN GEOGRÁFICA. “EL NIÑO Y EL ESPACIO”


Enviado por   •  5 de Febrero de 2018  •  Ensayo  •  1.491 Palabras (6 Páginas)  •  343 Visitas

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EDUCACIÓN GEOGRÁFICA.

“EL NIÑO Y EL ESPACIO”

 LILIANE LURCAT

En esta lectura nos menciona que se es posible estudiar las relaciones en diferentes niveles, manipulación, denominación, transformación, etc.

Se realizó un estudio en donde se trató de un aspecto donde se puede establecer sobre el objeto y la relación con él y que no solo depende del equilibrio, ni la forma en que se coloca, sino el uso que se da en caso de enseres útiles.

Nos dice que todo objeto tiene un arriba, abajo y también un lado lateralizado, ya sea por donde la veamos desde nuestra lateralidad, izquierda, derecha.

Los objetos asimétricos como: estufa, escritorio, se pueden hacer designaciones delante y detrás.

En el caso de una piedra, de una botella sin etiqueta, se cuestionaría al niño que tome la botella y muestre donde es arriba, abajo y detrás; donde es izquierda y derecha; donde es delante y detrás. En el caso de la piedra serían las mismas preguntas.

Cuando las designaciones son parecidas, se dan los resultados para los objetos reunidos, en un caso particular, por ejemplo una silla en donde la parte inferior del asiento es designada como abajo para este caso hay interferencia de un elemento postural en la designación, en relación con la función de la silla, pero es sorprendente que la pregunta no impide que arriba y abajo sean identificados. Para algunos niños de primaria, primer y segundo año ya designan esas direcciones en relación con los objetos, arriba (hacia el techo) abajo (hacia el suelo).

Para un sillón en donde uno se sienta y una cama en que se acuesta podemos preguntamos si esta relación entre el mueble y el cuerpo favorece la protección del esquema corporal en el objeto, las designaciones como la cabecera o los pies de la cama, están en relación también con la posición del cuerpo; para el sillón es igualmente la asimilación que conduce a dar el mismo nombre a la parte del mueble sobre la que se coloca el brazo.

En el caso de una jarra, este objeto es usual y está concebido para ser manipulado. Su forma esta doblemente adaptada, por una parte, a su destinación y  por otra a quien lo manipula.

Para el niño no puede ser directamente sino que éste aprende a usarlo viendo a otro manipularlo y sirviéndose a su vez de él. El objeto manipulado lo es según una trayectoria o trayectorias ligadas a su destinación.

La cuchara sigue un recorrido circular en la taza, un martillo describe al ir a venir, arcos circulares por la rotación del antebrazo.

La jarra tiene un movimiento de rotación inducido por la acción del brazo cuando uno la inclina por encima de un vaso;  el uso puede ayudar a referirse en el objeto para determinar la parte anterior y posterior del mimo.

El carro con su doble forma, vehículo que sirve de transporte y juguete manipulado por los niños, favorece un reconocimiento de ciertos referentes en el espacio, en particular en el espacio inter- objetos. Es evidente que a la edad de los niños, 5 a 6 años, este reconocimiento no ha sido experimentado, en cambio lo que si se ha adquirido es la alternación, un lado luego el otro y cuando éste es visto de frente o por detrás, la designación de las portezuelas corresponde, en líneas generales, a una proyección por rotación o por traslación. Cuando es visto de perfil, la designación puede mantenerse o hacerse al azar o aun proceder de una representación de las posiciones respectivas de la portezuela izquierda y de la derecha en relación con la parte delantera del coche.

Nos mencionan diferentes problemas en este estudio, en el de la proyección del esquema corporal en el objeto y más precisamente, del papel que desempeñan en el niño los factores semánticos y posturales en esta proyección. Lo que se quiere explorar es la influencia de la posición del niño en esta proyección, por un lado y por otro, en conflicto con la posición del niño, la influencia de la posición de una muñeca como fuente posible de referencia para el infante.

El niño denomina este espacio en sus acciones sobre los objetos circunvecinos. En sus actividades usuales más comunes se entrena progresivamente, y desde la más tierna edad, en descubrir las relaciones de los objetos entre sí.

La denominación de las localizaciones, posiciones y desplazamientos en el espacio es la otra fuente del conocimiento verbal, según ciertos factores, sin que esto constituya un estorbo para la acción.

La integración sigue lineamientos específicos dependiendo de las condiciones concretas de existencia de los niños. La importancia relativa de ambas fuentes de conocimiento puede varias también por razones sociales, ya que algunos medios valorizan la acción directa sobre las cosas y otros el conocimiento verbal.

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